Capítulo 29 "Hora de ser artistas"

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Serena comenzó a trabajar arduamente para la exhibición al igual que su equipo Pokémon. Braixen, Sylveon, Altaria y Pichu parecían ir acorde a los movimientos que Serena les enseñaba, pero Pancham era un cuento aparte. Todavía no recuperaba la confianza en su entrenadora y esta temía que aquel lazo irrompible surgido hace ya varios años no volviera y se perdiera para siempre. Intentó no prestarle atención a esos sentimientos y siguió con la rutina que estaba ideando. Mallow le ayudó gentilmente al igual que Bonnie y Mairin. Misty se dedica a poner la música y observar desde su lugar, ya que ella no era muy buena para el baile que digamos.

― ¿Te encuentras bien, Serena? ―dijo Bonnie, mientras movía sus manos en frente de ella―. Parece que te fuiste a otro planeta.

―Tranquila. Estoy bien, mejor que nunca ―respondió la chica.

La coreografía estaba acorde a la música, pero por más que la chica intentara hacer que Pancham fuera partícipe, este no cooperaba de la mejor forma...hasta que se le ocurrió una idea.

―Pancham y Braixen ―dijo Serena, mientras se secaba el sudor de la frente con una toalla rosa―. Ustedes serán los protagonistas del show, mientras que Sylveon, Pichu y Altaria estarán a cargo de la primera prueba.

Los Pokémon se sorprendieron y saltaron de alegría menos Pancham. El solo quería holgazanear. Bonnie miró incrédula a la entrenadora y no pudo evitar decirle:

― ¿Estás segura de esto, Serena?

―Es la única forma que encuentro para que pueda volver a ser el mismo de siempre ―respondió apesadumbrada.

―Sabes que él puede mandar a la basura toda la exhibición, ¿Verdad? ―dijo Mairin.

―Lo sé, pero aquello valdrá la pena si Pancham vuelve a ser el mismo de antes.

Los días pasaron rápido entre ensayo y ensayo, preparación de dulces y confección de vestuario. Durante ese tiempo, Ash solo se dedicó a ayudar a Serena y observarla desde lejos. Quería verla brillar nuevamente y solo como ella sabía hacerlo. Sonrió ante ese comentario mental de la forma más estúpida posible: estaba tan enamorado que a ratos parecía un hombre cursi. También se dedicó a buscar a Clemont, pero cuando se enteró, por boca de Bonnie, que había vendido la mansión y que había desaparecido, dejó de buscarlo. Sabía que el rubio necesitaba estar solo, aunque a los demás les doliera. Clemont jamás dejaría de ser su amigo.

La mañana del día de la exhibición parecía más brillante y alegre que nunca. Serena despertó con ánimo y abandonó su cama de un salto. Se metió a la ducha, mientras tarareaba aquella canción que la caracterizaba y que sería parte de su coreografía. A la habitación entraron las chicas con todas las cosas que llevaría para el estadio.

―Serena, te dejaremos todo sobre la cama ―dijo Bonnie.

―Los chicos ya se fueron. Estaremos todos animándote ―dijo Mallow con una sonrisa radiante.

Serena sonrió ampliamente bajo la ducha. Sus amigas eran increíbles.

Una vez en el estadio, a los jóvenes les resultó algo empalagoso estar en ese lugar. Todo relucía en colores para nada discretos y brillantes. Era algo parecido a estar en un enorme joyero digno de la reina más importante del mundo. Cabe resaltar que los entrenadores no estaban habituados a algo así, ni siquiera los que habían visto Concursos Pokémon. En realidad, las Coordinadoras no solían arreglarse tanto.

A medida que pasaban las horas, la gente comenzó a llegar. Las chicas aparecieron cinco minutos antes de que todo diera comienzo. A Ash le había comenzado a doler el estómago por lo que Misty trataba de calmarlo mientras le acariciaba la cabeza. Brock había ido por una botella de agua y Kiawe lo abanicaba con el folleto del evento que le habían entregado en la entrada.

De nuevo tú [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now