60 ~ Otra vez tú ~

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Serena posó sus manos en los hombros del azabache, mientras sus ojos buscaban con desespero a los contrarios. La chica no supo la razón, pero algo en las palabras que escuchó le regaló una punzada directa en su pecho. Por ello, no pudo evitar el sudor frío que se había adueñado de su espalda y su frente. Pero por más que sus piernas flaquearan, se mantuvo en pie, estoica.

—Te noto distante, por eso pregunto. —Con el tiempo, Serena también había aprendido a mentir muy bien.

Ash suspiró.

—Tranquila, lo que pasa es que estoy agotado.

El azabache rompió el contacto que tenía con la chica, pero antes se permitió darle un dulce beso en su frente. Lo disfrutó de mil formas diferentes y de miles más que imaginó. Quería recordar aquel beso por siempre, grabarlo a fuego en su mente, porque sabía que sería el último que compartiría con ella.

A la mañana siguiente, Brock, Tracey y Misty fueron los primeros en abandonar la ciudad. Con el funcionamiento del aeropuerto, viajar hasta ciudad Carmín sería pan comido. El moreno necesitaba con suma urgencia estar con su familia y su novia, Holly, quien había decidido no viajar con él para la boda. La peli naranja se despedía de las demás chicas mientras que los demás lo hacían con los chicos.

—No se preocupen —dijo Brock con una sonrisa sincera en sus labios—, yo mismo me encargaré de instalar a Misty en su casa para que no haga tanto esfuerzo. Sus heridas todavía no sanan. —Acto seguido a eso, esbozó una pícara sonrisa—. De todas formas, creo que Tracey la puede cuidar muy bien. ¿Sabían que anoch...?

Las palabras del moreno se estancaron en su garganta cuando un fuerte golpe de Misty le desfiguró la cara.

— ¡Cállate! —gritó con el rostro tan rojo como una manzana.

Los demás rieron.

—Adiós, Misty —se despidió Ash de ella con un cariñoso abrazo.

—Adiós, Ash. Cuida mucho de Serena. No lo arruines.

El azabache se atragantó con su propia saliva. Ahora que lo recordaba, su vuelo sería en unas cuantas horas más por lo que rápidamente se alejó del grupo para encerrarse en su habitación.

Posteriormente, Dawn y Gary también se marcharon. El castaño acompañaría a la joven hasta su hogar para después emprender el retorno hacia Pueblo Paleta y ayudar en la reconstrucción. Sabía que la peli azul necesitaba tiempo y espacio para superar sus temores y traumas, pero también apoyo. Estaba convencido de que algún día sus caminos se encontrarían en un punto. Por eso la esperaría todo el tiempo que fuera necesario.

Cilan pensaba hacer exactamente lo mismo. Después de aquella despedida, él también se fue. Ciudad Striaton lo estaba esperando así como el restaurante que administraba junto a sus hermanos. Su corazón estaba lastimado, por lo que necesitaba curarse en la más profunda soledad en la cual se había autoexiliado. De todas formas, se despidió de todos con una sonrisa leve y la promesa de reencontrarse en un futuro cercano.

—Nosotros también nos vamos —dijo Kiawe, mientras tomaba la mano de Mallow—. Nos están esperando allá en Akala para despedir a Charizard.

La nostalgia surcó las mentes de todos. Cuando la familia del moreno se había enterado de lo ocurrido, se lamentaron bastante, sintiendo un gran vacío en sus corazones. Todavía lo seguían sintiendo. Era apremiante partir cuanto antes a Alola.

Cuando los últimos se fueron, Bonnie se permitió respirar con calma. Marcus estaba con ella para apoyarla, y cuando sus ojos se encontraron, sonrieron. Había mucho qué hacer. Después de todo, había una gran parte de Lumiose que estaba en ruinas y personas que necesitaban ayuda.

De nuevo tú [EN EDICIÓN]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin