El chico de los pantalones deslavados

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Capítulo 1

Era sábado el viento corría y me daba mucho frio me encontraba enfrente del edificio, era enorme como lo esperaba y las letras negras sobresalían diciendo “TS ENTRETAINMENT”  la cita era a las 10:30 am y yo llegaba con casi 15 minutos de retraso, “diablos” masculle para mis adentros mientras luchaba con mis tacones para subir los escalones, empujando las puertas de vidrio, me abrí paso y saque el papel que se encontraba en mi abrigo “salón 502” corrí al elevador y apreté el botón varias veces hasta que este se abriera, pero claro, el maldito se reusaba mientras yo rechinaba los  dientes y maldecía  hacia mis adentros, aquella espera me resultaba eterna estire el brazo para ver el reloj, “10:48” aquellos números me aterraban, sentía como se reían de mí, suspire y la sorpresa me invadió, aquellas puertas metálicas se abrieron y una sonrisa se dibujó en mi rostro, corrí hacia dentro, y aplaste el pequeño botoncito verde que decía 5, una vez adentro del salón me las arreglaría para inventar cualquier excusa, les pediría una segunda oportunidad o lo que fuera, diablos, de verdad necesitaba ese trabajo.

-Disculpa supongo que esto es tuyo.

Una voz grave llamo mi atención, voltee exaltada y mire una mano larga que se extendía del otro lado del elevador, sosteniendo un teléfono que me resultaba bastante familiar.

-Oh dios mi teléfono, gracias, gracias, gracias. – le agradecí mientras lo tomaba.

-No hay de que, entraste muy rápido ¿apurada? – sonrió

-¿Se nota?- masculle

Podía sentir su risita al otro extremo, su respiración se volvió más presente, lo que significaba que se había acercado, lo mire de reojo, era bastante alto 1.80 quizá, vestía unos jeans deslavados, una camisa sencilla y una chaqueta de cuero bastante provocativa, sostenía un teléfono parecido al mío solo que en negro, me reí para mí misma “debe ser el hijo de cualquiera de estos ejecutivos, tal vez me lo deba ligar para justificar mi tardanza” pensé con una sonrisita leve mientras se abrían las puertas metálicas salí con un paso  apresurado, desesperada por encontrar el salón, una sonrisa de victoria apareció en mi rostro cuando lo encontré,  empuje la puerta color chocolate, había 4 hombres mayores sentados en lo que parecía ser un pódium, todos iban bastante arreglados con trajes que parecían ser muy caros, camine lentamente hacia ellos y estos me indicaron sentarme en una de las sillas desocupadas, había otros 3 chicos buscando el trabajo, me sentía confundida, no había regaños ni gritos, ni siquiera cuestionaron por qué había llegado tarde. Incline la cabeza hacia mi lado derecho y le pregunte al chico que se encontraba enseguida porque no habían comenzado con la entrevista.

-Falta uno de los entrevistadores.

-¿A qué te re… – voltee a ver al frente y descubrí una de las sillas vacías, genial, casi destruyo mi teléfono y resulta que uno de estos es más irresponsable que yo. 

Me recargue en el respaldo de la silla y suspire, cerré los ojos durante un momento, y extraje el celular del bolsillo, no había nada nuevo lo devolví a su lugar y mande mi cabeza hacia atrás, pasaron 5 minutos y se escuchó la puerta, las pisadas eran tenues pero firmes, mis ojos permanecían cerrados, pero sabía que en cualquier momento debía abrirlos, y así fue su voz recorrió toda la habitación, una voz que me resultaba bastante familiar, una extraña familiaridad que me obligo a abrir los ojos de golpe.

-Buenos días, lamento la tardanza.

Si, era el chico de los pantalones deslavados, ¿Qué clase de broma era esta? El chico no se veía más grande que yo, además veníamos juntos en el elevador, ¿Cómo es posible que llegara 10 minutos después? Lo observe de pies a cabeza me miro, y levanto su taza de café mientras le daba un sorbo y reía.

-¿Comenzamos? – dijo con un tono de superioridad que me molesto un poco.

Levanto los perfiles de la mesa, ojeo un momento, hizo preguntas a los otros 3 chicos, los otros 4 señores solo asentían y anotaban pero ninguno hablaba, fui ignorada durante la siguiente media hora.

-Bien gracias por su tiempo, recibirán una llamada, al seleccionado favor de presentarse el lunes a las 8. – uno de los hombres trajeado comento mientras los demás abandonaban su asiento, los entrevistados copiaron sus acciones y yo me quede plasmada en mi asiento ¿Qué diablos había pasado? Él me había ignorado, si, completamente ignorada…

Salí del edificio cabizbaja y camine, las calles de Seúl jamás habían sido tan heladas, busque en mi bolsillo el teléfono que casi muere y teclee el número de mi roomate.

-Dan, tengo malas noticias, creo que no me darán el trabajo.

-¿Enserio, tan malo fue?   

-Peor, cuando llegue te cuento, nunca pararas de reír.

-No será la primera vez. – escuche su risa atreves del teléfono y reí con él. Colgué y camine hacia la parada de autobús, me senté y saque la pequeña libreta, ahora tendría que llevar mi currículo a otras empresas, suspire de nuevo, las cosas eran mucho más difíciles de lo que pensaba.

Cerré la libreta y la metí de nuevo en mi bolso, recosté la cabeza en el barandal y por un momento creí haber quedado dormida, el ringtone de mi celular desvaneció aquella posibilidad, conteste, era de la empresa seguramente era de esas típicas llamadas “Gracias por participar” pero daba igual y conteste.

-Señorita Nataly Grey, estamos contentos de darle la bienvenida a nuestra empresa, por favor preséntese el lunes 18 de marzo, Gracias.

Me quede boquiabierta, no lo podía creer, subí al autobús y  camine hasta mi apartamento, estaba tan contenta.

One way love (B.A.P fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora