CAPITULO XXV

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4 de Septiembre 2013

      Eran cerca de las ocho de la mañana cuando Jaky terminaba de arreglarse; y aunque Logan ya estaba listo, había preferido tirarse en la cama en lo que ella terminaba.

      -¿Estás segura que es buena idea ir tan temprano?, son solo las 8…

      -Logan….-. Jaky salió del baño aun con el cepillo de dientes aun en la boca, y le dio una mirada iracunda. –No confió en el lunático de tu amigo, me da miedo lo que pudo haber sucedido en la noche en esa casa…

      -No crees que eso es un poco exagerado; Robert puede no estar haciendo las cosas de forma correcta, pero estoy seguro que no se atrevería a lastimar ni a Maiya ni a Mark… bueno eso jamás pasaría…

     -¡¡JAMAS!! Tendrás todos los sentidos más desarrollados que las personas normales, pero joder Logan tu memoria es un asco; ¿O es que acaso ya te olvidaste de lo que paso en España?

     Logan se sentó en la cama y miro hacia Jaky; ella tenía razón,  lo que pasó en aquella ocasión se salió por mucho de un trato cordial; aunque en cierta forma eso era justificable, Robert se enteró que tenía un hijo, que no estaba con quien debía estar; y Maiya lo primero que intenta es escapar… cualquiera reaccionaría mal, ¿O no?

      Habían pasado solo quince minutos cuando estaban ya parados frente a la puerta de entrada; lo bueno de aquel lugar es que todo estaba bastante cerca. Durante unos segundos Jaky dudo en si tocar la puerta, o simplemente usar la llave; al final opto por entrar por sí misma, después de todo su amiga había insistido para que se quedara con la llave, y lo peor que podía pasar era que los despertara. Al abrir la puerta y entrar, los que se llevaron una gran sorpresa fueron ellos. Robert estaba acostado en uno de los sillones de la sala, mientras que Mark estaba acomodado en otro sillón.

     -¿Alguna idea?-. Preguntó Jaky confundida, sin dejar de observar.

     -Ni la más mínima.

      En cuanto Logan terminó de hablar, Robert se levantó de un brinco con la guardia alta, pero al ver de quien se trataba se relajó al instante.

     -Ah… ¡Buenos días!-. Les dijo casi como susurro, mientras veía hacia su hijo con una sonrisa de oreja a oreja.

     -¿Y Maiya?-. Jaky había pasado de confundida a enojada; y de enojada a confundida una vez más en menos de un segundo; de alguna forma le agrado ver aquella escena, pues Mark estaba dormido tan tranquilo, y extrañamente parecía sonreír en sus sueños; pero no ver a su amiga le preocupaba bastante; no  confiaba ni por un segundo en aquella bestia lunática.

     -Está en su recamara…-. Robert se puso de pie y camino hasta ellos, para poder hablar de forma baja sin despertar a Mark.

     -¿Y tú porque estás aquí?-. Preguntó ahora más enojada e inquisitiva; sin dejar de observarlo como si fuera algún animal venenoso.

      -En la noche fuimos a dar una paseo por el bosque, cuando regresamos Mark me pidió que me quedará para que pudiéramos platicar…

     -Te transformaste en lobo-. Logan lo interrumpió diciendo aquello más como afirmación que como pregunta, de alguna forma se dio cuenta, pues ya antes en pláticas con su amigo, habían estado seguros que la manera más rápida para que se acercara a Mark era apelando a su parte de lobo; después de todo, seguramente el niño tendría más de una pregunta referente a aquello, y nunca antes había podido hablar con alguien que fuera como él.

PredestinadosWhere stories live. Discover now