The mafia bitch

♔ Capítulo setenta y uno ♚

Baby I got issues, but I love myself.

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—¿Lo dices de verdad?—fruncí el ceño.

—Nunca hablé tan honestamente en mi vida.

Volví a observar la máscara que me ofrecía Cheryl, era completamente negra.

Mi prima había tenido la magnífica idea de que usara una máscara en la cena con Chadwick para volver la situación más tétrica y memorable.

—¿No quieres también que use una túnica y lo invite a hacer un ritual conmigo?—pregunté irónica.

—Podríamos intentarlo si quieres...

Chasqueé la lengua y negué una vez más.

—Se va a asustar lo suficiente cuando lo encierre en el ático y lo obligue a decir la verdad.

Empujé levemente sus manos que me ofrecían la máscara y pasé por su lado para dirigirme a la cocina.

Meseros y cocineros se movían de un lado a otro, solo seríamos Chadwick y yo, pero quería que hubiera un mesero y un cocinero distinto para cada plato.

Si quieres demostrar tu poder, tienes que demostrar que puedes comprar a quien se te antoje.

Esas fueron las palabras que me dijo mi padre una vez.

Cada uno me explicó que estaba haciendo y como iba a servirlo. Serían 4 platos: la entrada, sopa, el plato principal y el postre.

Una vez que les dí mi aprobación volví al comedor, donde Kevin y Toni ya me estaban esperando. Ella ya me había entregado toda la información de mi invitado la noche anterior y justo en ese instante dos de mis hombres debían estar haciéndole una visita a su padre.

Kevin, por otro lado, me esperaba con un archivo impreso y encarpetado en sus manos. Eran las pruebas incriminatorias para la Corte Británica.

Lo leí de arriba abajo y del derecho y del revés, estaba perfectamente redactado. No podía esperar menos del abogado de la mafia italiana.

Levanté mi vista de la última hoja donde ponía mi nombre y firma.

—¿Lo firmaste con mi nombre?—Kevin asintió—¿Y ya lo has enviado?

—Me tomé el atrevimiento—respondió simplemente.

—Buen trabajo, Keller—sonreí y le devolví la carpeta—. Sigue así.

Él sonrió satisfecho y se levantó de su asiento para ir a guardar lo que le había devuelto.

Mientras tanto, Toni y Cheryl se me quedaron mirando.

—¿No es contraproducente poner tu nombre en un archivo legal, siendo tú bastante ilegal?—consultó finalmente mi prima.

Era la pregunta que se estaban haciendo todos, incluso ya me la había hecho yo muchas veces antes de tomar la decisión. ¿Enviar pruebas en contra de un narco en sus inicios a la corte siendo yo una mafiosa? Realmente parecía la opción menos inteligente, pero no lo era cuando yo poseía contactos en la Corte Británica y todas las opciones para salirme con la mía.

—No lo es. A la ley le interesan más las cosas cuando vienen de alguien que quieren atrapar—sus expresiones desentendidas me obligaron a explayarme—. Lo que va a pasar es que al ver lo que les llegó y de parte de quién van a ofrecerme un "trato" que va a ser un engaño para intentar matar dos pájaros de un tiro, pero los únicos pájaros que van a morir van a ser Chadwick y, por consiguiente, Hiram. La Corte va a poner a sus mejores detectives a investigarnos a todos, pero todo lo que van a conseguir sobre mí van a ser mentiras que tú, Toni—la señalé— te vas a encargar de plantar. Entonces van a encontrar el vínculo entre ellos y, después de que yo consiga todo lo que necesito de Lodge, la ley se va a encargar de hacerlos pagar.

—¿Cómo sabes que el plan no va a fallar y vas a caer?—indagó mi investigadora.

—Si llegaran a conseguir algún dato sobre mí, un ex amigo de mi padre se encargará de borrar la evidencia... Y si eso no funciona, puedo tomarme un avión a Cuba o a cualquier isla paradisíaca y desaparecer del mapa hasta que todo se calme.

Cheryl simplemente parpadeó y Toni se mantuvo un rato en silencio para procesar la información.

—Vaya. Tu mente a veces es brillante—habló la pelirroja.

Mi respuesta fue una carcajada, que rápidamente se vió interrumpida por el vibrar de mi celular. Al ver quien era me levanté rápidamente y me dirigí al pasillo.

—¿Hola? ¿Fangs?

—Hola, Betty Boop ¿Cómo te trata la vida europea?

—Mejor que la norteamericana—bromeé.

—Auch.

Sonreí, ya lo extrañaba.

—¿Llamabas para confirmar lo que te pedí?

—Exactamente. El lugar ya está listo y la reforma está en marcha desde ayer.

—¡Genial!

—En una semana estará listo.

—¿Tan rápido?

—Cariño, estás hablando con Fangs Fogarty, ten un poco de respeto y ubicación.

Solté una carcajada y él me acompañó.

—Tienes razón, mil disculpas. En una semana estaré por allí entonces.

—Al final la despedida dramática fue en vano—se burló.

—La vida me obliga a volver—me encogí de hombros aunque él no pudiera verme.

—Uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz.

—No sé si ese es mi caso...—me aclaré la garganta—. Ya debo irme, tengo cosas que hacer.

—Está bien, Betts. Nos vemos en una semana y hablaremos de porqué Mark está preguntando tanto por ti en este momento—lo último lo soltó con diversión, instantáneamente mi ceño se frunció.

—¿Qué?

—Adiooooosss.

Y finalmente colgó. Maldito Fangs.

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