♔ Capítulo veintiuno ♚

118 19 1
                                    

Baby I got issues, but I love myself

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Baby I got issues, but I love myself.

◞───────⊰·•·⊱───────◟

Mi chófer se detuvo frente a una cafetería común y corriente en una calle poco habitada.

—Señorita, hemos llegado— me avisó a pesar de que yo ya lo sabía.

Tomé mi abrigo y mi bolso.

—Muchas gracias, Michael— le sonreí amablemente— Espérame aquí, no tardaré— el hombre asintió y no dijo más nada.

Abrí la puerta y bajé del coche, crucé la calle y llegué a la entrada de "Coffees York" entré rápido antes de que me congelara, era pleno noviembre y el frío ya se hacía notar.

En una de las mesas del fondo estaba sentado un chico con rasgos asiáticos de unos 30 años aproximadamente.

Me acerqué a su mesa con paso firme y este levantó la vista de su celular en cuanto tomé asiento frente a él.

—Buenas tardes, Brail— saludé con una sonrisa— Es bueno que sigas siendo igual de puntual que siempre..

—Buenas tardes, señorita— me devolvió el saludo nerviosamente— No me gustaría hacerla perder el tiempo esperándome.

—Mucho menos ahora que no tengo.

—Dígame en qué puedo ayudarla— entrelazó sus dedos sobre la mesa.

—Antes pidamos algo— llamé a un mesero— Muero de hambre.

Él asintió una sola vez.

Nos tomaron la orden y esperamos nuestra comida en silencio.

Se preguntarán, o no, ¿Por qué Brail Lee sabía que yo era Betty Cooper y por qué me debía un favor?

Cuando, a los 16 años, quedé huérfana y con un legado que no tenía ni puta idea de cómo manejar, Brail Lee llegó a mi despacho.

Yo acababa de adaptarme a ser la cabecilla de la mafia italiana cuando mi mano derecha —el mismo que el de mi padre— me hizo saber que un chico estaba buscándome.

Le hice pasar y este me pidió un favor: que lo ayudara a conseguir el puesto de jefe de seguridad y tecnología del gobierno de los Estados Unidos.

Era jóven pero no estúpida. Conocía perfectamente que mi padre tenía muchos contactos en el gobierno de EE.UU y de muchos otros países y también sabía que algún día necesitaría de un profesional en informática.

Pregunté muy bien por todo y terminé aceptando. Mi mano derecha se ocupó de cerrar el trato con el presidente.

Muy poco tiempo después preferí ocultar mi identidad, como habíamos estado haciendo hasta ese momento, aprovechando que eran muy pocos los afortunados que realmente la conocían, y puse al hombre que siempre había ayudado a mi padre como pantalla.

The mafia bitch Where stories live. Discover now