♔ Capítulo cuarenta y cuatro ♚

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Baby I got issues, but I love myself

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Baby I got issues, but I love myself.

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Llevaba tanto tiempo en ese sofá, que estaba segura de que, sí me levantaba, quedaría marcado mi trasero en él.

Claramente no fui al bar por la noche, en su lugar me quedé investigando sobre las imágenes que había encontrado por la mañana, antes de que mi vida social se fuera a la mierda.

Como no quería mirar mi celular, tuve que habilitar el teléfono fijo para poder comunicarme con mis empleados.

Así que en ese preciso momento tenía a Toni del otro lado de la línea.

—No hemos encontrado nada aquí, todo se lo llevó Hall cuando se mudaron a New York.

—O lo robaron en el ataque que sufrimos antes de mudarnos— planteé.

—Puede ser. Aun así, sea cual sea el caso, seguimos sin tener una explicación a esas fotografías.

Yo tampoco encontraba una respuesta clara, no recordaba a Hiram Lodge de ningún lado, pero parecía que el tipo estaba más involucrado conmigo de lo que pensaba.

En las fotos aparecían Hiram Lodge junto a mí padre y mi madre en una cena, incluso en algunas salíamos los dos juntos y solos donde el me cargaba en sus brazos. En otras solo estaba Hiram sonriendo.

No quería pensar que mi madre tenía un amorío con el padre de la novia de Jughead, pero todo eso me daba razones para sospechar.

En su diario no había nada escrito sobre él o sobre amoríos. Sólo escribía sobre mí, lo mucho que me amaba y lo mucho que deseaba mi felicidad.

Tenía mucha curiosidad... y solo existía una persona viva que podía responder a mis dudas.

Podía contactar a Hiram y obligarlo a responderme, este problema no se hubiese alargado tanto si no fuera porque el maldito desgraciado tenía protección de la mafia rusa.

No podía meterme en problemas con Alexander, nunca nos habíamos llevado bien y tampoco podríamos llegar a un acuerdo si lo intentábamos. Ambos tirábamos siempre un poco más de la cuerda, como si esta no se fuera a cortar en algún momento.

Suspiré, estábamos nadando en una piscina de dinamita.

—Me encargaré de buscarle alguna explicación— retomé la conversación.

—Solo hay una forma de hacerlo, señorita.

—Lo sé, pero primero debo solucionar otros asuntos si quiero hablar directamente con Lodge. No me arriesgaré a comenzar una guerra por alguien insignificante.

—Está bien— hizo una pausa— Tengo noticias de Gekko.

—¿Qué sucede con él? ¿Ha hecho algo sospechoso?

—Lo hemos visto hablando con Hiram, descubrió que tenía un rastreador y se lo quitó.

—Deben estar planeando algo en mi contra—supuse.

—No seamos negativas.

—No estoy siendo negativa, Toni. Solo estoy siendo realista— suspiré, leyendo mi agenda— Tomaré un avión a Venecia en una semana.

—Estaremos esperándola— afirmó— la señorita Cheryl estará feliz de volver a verla.

Reí sarcástica.

—No creo que se ponga muy feliz por los motivos.

—Me mantendré en contacto si algo nuevo sucede.

—Estén alertas ante cualquier amenaza. Adiós, Toni.

—A sus órdenes, señorita Cooper.

Colgué el teléfono y suspiré.

Miré en dirección al reloj de pared, eran las 4a.m y faltaba una hora para cerrar el bar. Seguramente todos se lo estaban pasando de maravilla, mientras que yo me hundía en mi miseria.

Cerré los ojos y lentamente me fui recostando en el sofá. No quería dormir porque no quería soñar, pero tampoco quería mantenerme despierta porque no quería pensar.

Empecé a caer en la inconsciencia, en contra de mi voluntad. Aunque me duró muy poco, unos golpes en la puerta no me permitieron dormirme del todo.

—¡Betty, sé que estás ahí! Abre la puerta, por favor.

¿Ese era Mark?

No respondí, me negaba a ver la lástima o el juzgamiento en sus ojos azules.

—¿No vas a abrirme?

Me mantuve en silencio, esperando que se rindiera y se fuera.

Después de un rato en completo silencio, cuando creí que finalmente se había rendido, un papelito doblado en dos fue deslizado por debajo de la puerta blanca.

Mi corazón dio un brinco, pero ni así me atreví a abrirle.

—Por favor, búscame.

Después de decir esas palabras, se escucharon sus pasos alejarse.

Cuando estuve segura de que ya no estaba ahí, me acerqué a paso lento y cuidadoso. Como si esa carta se fuera a convertir en una bala en cualquier momento y me fuera a dar directo al corazón.

Quité el único dobles del papelito y lo leí: "Si le temes a los monstruos, me encargaré de cazarlos a todos para que puedas dormir en paz. Si le temes a la oscuridad, te regalaré una estrella para que puedas ver con claridad que no hay nada malo en ti.
Búscame cuando estés lista para hablar. No voy a juzgarte.
M.M"

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No lo subí antes porque no encontraba el gif perfecto, finalmente me di por vencida y puse cualquiera.

The mafia bitch Where stories live. Discover now