♔ Capítulo treinta y cuatro ♚

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Baby I got issues, but I love myself

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Baby I got issues, but I love myself.

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Me desvié hacia la pequeña habitación que se escondía tras la barra y dejé la puerta levemente abierta para que él ingresara detrás de mí.

Cuando lo hizo, trabó la entrada y encendió la luz.

—Gracias por dejarme hablar contigo.

—Hazlo rápido, Jughead, no tengo toda la noche.

Sabía que él me seguiría en cuanto quisiera escapar de ahí, así que simplemente se lo permití. Mientras más rápido se quejara, más rápido me dejaría en paz.

Tomé asiento sobre el suave colchón y él hizo lo mismo a mi lado.

—¿Mi hermano, en serio?— preguntó luego de un rato.

—¿Una adolescente, en serio?— contraataqué.

Suspiró pesadamente, como si estuviera harto de discutir siempre por lo mismo.

—No es lo mismo y lo sabes.

—Claro que no es lo mismo, Dorian es de la banda y Verónica es el enemigo— lo miré— yo no soy tan estúpida como tú.

—¿Soy estúpido por enamorarme?— alzó una ceja.

—Eres estúpido por encapricharte con quién no debes..

—No es un capricho, Elizabeth.

—Claro que lo es, y no me llames Elizabeth.

—Te llam…

—Te has encaprichado con Verónica porque es la hija del enemigo y quieres algo de adrenalina en tu vida, pero ¿Quieres que te diga algo? Vas a sentir verdadera adrenalina cuando Hiram te ponga el cañón de un arma en la frente por andar jodiendo con su princesa.

Sonrió apenas, no quería que notara que se estaba divirtiendo conmigo y me enojara más. Pero no podía ocultar sus sentimientos tan fácilmente de mí.

—No lo hizo Hal Cooper cuando jodí con su princesa, mira si lo va a hacer Hiram— bromeó.

Rodé los ojos.

—Muy gracioso, Jughead. Mi padre ya estaba muerto para cuando te metiste conmigo.

—Ese es el punto— me señaló y guiñó un ojo.

Suspiré y me puse de pie.

—Dorian es como mi hermano y lo sabes, su fin era simplemente que siguiera pasando el rato con ustedes en lugar de servir copitas a despechados— aclaré— Ahora iré a buscar ese whisky de una maldita vez.

Cuando estaba quitando el cerrojo, él volvió a hablar.

—Lamento que no me puedas entender. Siempre pensé que tú eras la primera persona en la que podía confiar.

The mafia bitch Where stories live. Discover now