♔ Capítulo sesenta y uno ♚

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Baby I got issues, but I love myself

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Baby I got issues, but I love myself.

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Mark no se fue de casa hasta que recibió una llamada de Jughead, se vistió y salió con una sonrisita en sus labios. No lo dejé irse sin la promesa de que ya hablaríamos del tema.

No mucho tiempo después, volvió Cheryl quien se desilusionó al ver que solo tenía leche y cereales para almorzar. Me obligó a vestirme elegante y me sacó a un restaurante.

Dialogamos muchas estupideces como cuando eramos adolescentes, me sentí realmente feliz de poder hacerlo a pesar de todo lo que estaba pasando.

Más no estuve completamente tranquila hasta la tarde, cuando mi celular vibró con un mensaje de Toni y en él una dirección. Abajo de ese envió otro:

"Es la dirección del bar donde trabaja siempre, aunque también tengo la de su departamento si quiere :)"

Sonreí al leerlo y copié la dirección en el sobre que había guardado en el cajón. Después llamé a uno de mis empleados para que la llevara hacia el correo más cercano y se asegurara de que estuviera todo en completo orden.

Al verme desocupada y escuchar ruidos en la habitación de huéspedes me dirigí hacia allá, encontrándome con mi prima y una valija, ambas en el suelo.

—¿Cómo la llevas?—consulté desde el marco de la puerta.

—Bien, aunque me aburre armar y desarmar equipaje.

Arrojó una blusa a la maleta, su cara de pocos amigos demostraba las pocas ganas que tenía de irse.

Me acerqué para sentarme frente a ella y comencé a acomodar correctamente su ropa.

—Yo tampoco quiero que te vayas—hablé adivinando sus sentimientos—. Pero te necesito allí al mando, no confío mucho en Stevens.

—Yo tampoco, para ser sincera. El otro día se asustó por una araña.

Solté una carcajada.

—No entiendo como permito que siga al mando de mi fuerza armada.

—Yo tampoco—tiró otra blusa a la maleta y yo la recogí para colocarla correctamente—. Definitivamente Jughead te ganó de mano con ese jefe de seguridad.

Me encogí de hombros.

—Mark nació para ese puesto en esa mafia. Antes de él estaba su padre, así como antes de Fangs estaba su padrino y etcétera.

—¿Entonces por qué tu padre contrató a Stevens?

—Es sobrino del jefe de seguridad de mi abuelo. Estoy preocupada porque no veo a este tipo con luces ni para tener un hijo que herede su puesto.

—Bueno... siempre puedes pedirle ayuda a Mark. Veo que te tiene bien controlada.

Lo último lo dijo con una sonrisita que insinuaba muchas cosas.

Esta vez no pude defenderme, simplemente me quedé en silencio. Porque al final Ivy y Dorian tenían razón, algo pasaba entre Mark y yo, de otra forma nunca nos hubiésemos acostado.

—Él siempre ha sido así, nos protege a todos—dije al final, como para no terminar la conversación.

—¿Nunca has pensado ofrecerle un puesto de trabajo?

—¿Crees que Mark dejaría a Jughead? Estás loca, su lugar está aquí junto con su legado.

—Por como están las cosas últimamente, yo creo que aceptaría sin dudarlo.

—Jamás les haría eso a ninguno. Por mucho que nos odiemos ahora Jughead y yo.

Cheryl asintió, entendía el vínculo que teníamos o que tuvimos. Estaba segura de que Jughead me arruinaría sin dudarlo de tener la oportunidad, lo conocía perfectamente y lo volátil que era... más yo nunca le haría eso, lo quería demasiado a pesar del daño que me causó.

—¿Cuándo volverás a Italia?—cambió de tema.

—El viernes, debo tener todo listo porque el lunes tendremos a Alexander de visita. Ya estoy terminando de recolectar todas las pertenencias de mi familia aquí.

—Wow wow wow. Espera ahí—dejó la ropa a un lado—. ¿Cómo que tendremos a Alexander de visita?

—Apoya a Hiram. Necesito que deje de hacerlo para poder arruinarlo sin sufrir consecuencias externas.

—Cierto. ¿Cómo harás para contactarte con él?

—Ya lo hice.

Le conté absolutamente todo. Desde lo que descubrí en el diario de mamá, hasta la carta que le envié al jefe de la mafia rusa.

Saltándome pequeños detalles como que no dormí o como que me visitó Mark en el medio, no quería decirle nada hasta que aclarara todo con él o al menos me aclarara a mí misma.

—Veo que has estado trabajando duro—fue su respuesta final.

—Bastante—solté en un suspiro—. A los problemas hay que cortarlos lo antes posible y de raíz. Es un consejo por si algún día no estoy.

—Oye—me golpeó el brazo—No hagas esos chistes, no me da risa.

—No somos eternos, Cher—continué bromeando.

Mi prima me observó molesta y se silenció. Ese era su berrinche cuando hacía cosas que no le gustaban, como bromear sobre la muerte.

—Ya está, no te enfades. Era una broma, no tengo planeado morir pronto.

Me ignoró, pinché un dedo en su mejilla para que me prestara atención pero no lo hizo.

—Déjame—me quitó de un manotazo.

—Era un chiste, en 20 minutos tenemos que irnos y no quiero que subas enfadada a ese avión.

—Me iré sola con Michael.

—No te iras en ese auto sin mí— demandé.

Ví como intentó ocultar su sonrisa, eso me hizo sonreír también.

—Me iré sin ti—intentó mantener su postura.

—Vamos, sonríe de una vez.

Bufó, dejándola salir al fin y se preparó para cerrar su maleta. Yo me senté encima para que pudiera unir los cierres.

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The mafia bitch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora