The mafia bitch

♔ Capítulo diez ♚

Baby I got issues, but I love myself.

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Esa noche, Jughead y Verónica se fueron temprano. Prefería no saber por qué, sinceramente.

Ahora ya era de mañana y yo ya había comenzado mi día. Era cuestión de horas para que Jughead llegara a armar un escándalo, sabía que estaba enojado.

La puerta de mi apartamento se abrió frente a mí, dejándome verlo.

Cuestión de minutos, entonces.

—Claro, pasa— murmuré desde el sofá.

—Hola— dijo secamente cuando se detuvo frente a mí.

—Buenos días— dije confundida— ¿Te quieres sentar?

Me miró a los ojos, oh, iba a explotar.

3… 2… 1…

—En realidad, quiero saber qué pasó anoche— comenzó a mover su pierna ansiosamente.

—¿Tanto bebiste?— lo irrité— ¿La chica que despertó esta mañana a tu lado no fue suficiente para recordarlo?

Frunció los labios.

—No, porque no despertó a mi lado. La llevé a su casa luego porque tiene clases hoy.

—¡Que caballeroso eres!— chillé llevándome una mano al pecho escandalosamente— ¿También le planchaste el guardapolvito?— me burlé.

—Basta.

Me levanté para llevar a la cocina el tazón de cereales comido hasta la mitad. Jughead me siguió de cerca, dispuesto a no dar el brazo a torcer.

—Elizabeth, ¿Me darás una explicación?

—No sabía que te debía una— me encogí de hombros, mientras tiraba mi desayuno a la basura.

No lo miré, sabía que estaba a punto de perder la poca paciencia que le quedaba.

—¿No sabías?— se burló— ¿Ahora te comportas como una adolescente de 15 años?

—¿Como tu novia? Nah— le sonreí— Hice lo que tenía que hacer, comportarme como una perra para que tú la defendieras y quedaras como el héroe ¿No te facilitó el trabajo?

Me acorraló contra la barra de la cocina y clavó sus manos a cada lado de mi cuerpo, tan fuerte que podría decir que el mármol tembló.

—No me refiero a eso y lo sabes muy bien— gruñó.

—Oh, ¿Te refieres a… Mark?— lo susurré como si fuera un tema sensible solo para irritarlo más.

—No me hables como si fuera un niño estúpido— exigió.