♔ Capítulo cuarenta y seis ♚

77 16 2
                                    

Baby I got issues, but I love myself

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Baby I got issues, but I love myself.

◞───────⊰·•·⊱───────◟

Me duché algo preocupada por la seguridad de mi cocina, no estaba tan segura de que Dorian Jones haya tocado algún ingrediente en su vida o haya encendido una hornalla para otra cosa que no fuera prender un porro.

Me coloqué el pijama más cómodo que encontré y apenas me cepillé el cabello para que se secara más rápido.

Volví lo más rápido que pude y debo admitir que me sorprendió el no sentir olor a quemado.

Me senté en un taburete y lo ví terminar con su labor, después de un momento volteó hacia mí con dos platos y una gran sonrisa en su rostro.

—Señorita Cooper, le presento el menú del día: huevos revueltos, dos tostadas de pan integral con mermelada de fresa y, para no atorarse, té de limón... porque no sé hacer café.

No tiene mala pinta.

—Gracias—sonreí levemente.

Lo probé todo bajo su atenta mirada. Los huevos estaban un poco salados de más, pero se podían comer, el té estaba delicioso... el pequeño inconveniente eran las tostadas, tenían un sabor raro pero se veían bien, disimulé con una sonrisa.

—Está delicioso— le alagué.

—Ya lo ves que no soy tan inútil.

Miré la parte de abajo de la tostada... el carbón era más claro que esa tostada.

No quería dañar sus sentimientos, así que comí todo sin quejarme ni una vez.

Que nadie diga que no eres buena.

—Podrías dedicarte a la cocina— sonreí después de dar el último sorbo al té.

—Prefiero que no— dijo con una pequeña mueca— Creo que mis tostadas no estaban tan ricas como las tuyas.

—¡Que raro!

Me levanté para lavar todo y, mientras lo hacía, Dorian no dejaba de hacerme preguntas sin sentido al tiempo que paseaba por la estancia.

—¿Nunca pensaste por qué el azul rey se llama así? No existen reyes azules que yo sepa...

—No tengo idea, Dor. Podrías googlearlo y contarme, si quieres.

—¿Y por qué hay tantos tipos de azul?

Terminé de enjuagar la última taza y la puse a sacar.

—Dorian ¿Estás bien?— Lo enfrenté.

—Claro ¿Por qué estaría mal?

En ese momento noté que las manos le temblaban demasiado y que sus pupilas no estaban dilatadas. Lo reconocería en cualquiera.

The mafia bitch Where stories live. Discover now