♔ Capítulo tres ♚

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Baby I got issues, but I love myself

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Baby I got issues, but I love myself.

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—No, no el FBI- hizo una pequeña pausa de suspenso— Hiram Lodge— volvió a abrir la carpeta con la que tanto insistió hasta ahora— Jughead ya está al tanto de todo.

Miré al aludido, pero este solo tenía ojos para Mark.

—¿Hiram Lodge?— tomé el folio para leerlo rápidamente. Ese nombre no me era conocido.

—¿Quién es ese?— Sweet Pea hizo la pregunta por todos.

—Trabaja con o para la mafia rusa— explicó el rubio, a eso ya lo había leído en el archivo hacia unos segundos— a simple vista es solo un empresario que surgió de la nada, con miles de propiedades y millones de dólares. Pero los rusos le han dado muchas alas y hasta le han enseñado a volar.

—¿A qué te refieres?— Dorian habló por primera vez.

—Está formando su propia mafia, tiene mucho poder y el respaldo de los rusos— hizo una mueca que no supe descifrar.

—¿Y nosotros que tenemos que ver en la ecuación? Me está faltando información— le pasé las hojas a Sweet.

—Digamos que Jughead le quitó la mitad de su fortuna en un juego de cartas, esa es nuestra primera teoría— se encogió de hombros.

No pude contener la carcajada y Dorian me acompañó.

—¿Es una broma?— pregunté en una pequeña pausa para tomar aire— ¿Un juego de cartas? ¿Acaso tiene 12 años?

—No, amiga. El señor está para el geriátrico ya, debe fallarle algo en el cerebro— el castaño a mi lado seguía riéndose, al igual que yo.

—Puede que haya otro motivo del que no estamos enterados— con el tono que usó, Mark nos silenció en un segundo.

A veces, odio que tenga tanta autoridad.

Somos dos.

—Como decía— continuó, mirándonos uno por uno— el motivo no está confirmado del todo, el tema es que nos están espiando.

—¿Cómo estás tan seguro?— pregunté.

Esta vez me pasó un sobre de papel madera, que tenía al menos diez fotografías. Consigo también me dió otro folio con un nuevo expediente.

Reggie Mantle, mano derecha de Hiram— explicó, yo fuí pasando los sobres para que los demás también los vieran— las cámaras lo captaron en el bar, a las afueras y también siguiendo a Sweet Pea.

—Oh, ese día fui a comprar Cheetos— asintió el morocho que justo tenía las fotografías en sus manos— mira que feo salgo— le enseñó a Fangs, el cual asintió en acuerdo— estoy en pijama— se quejó.

Mark solo parecía querer matarnos a todos por no tomarlo en serio, mientras que Jughead trataba de no reírse de cada estupidez que decíamos.

—En fin— decidí poner atención antes de que a Mark le diera algo— ¿Qué piensan que este tal Hiram nos puede hacer? ¿Es una gran amenaza o solo es Mark exagerando?

Jughead se aclaró la garganta.

—Mark no exagera— aclaró— No sabemos con exactitud la razón por la que está en nuestra contra y quiere enfrentarnos, pero no es noticia que la mafia rusa y neoyorquina no se llevan bien— se cruzó de brazos y me miró directamente a mí— en el caso de querer atacar, si no estamos alerta, pueden hacernos mierda.

—¿Piensan que entrarán un día y harán una masacre con nosotros?— preguntó Fangs.

—Pensamos que tratan de descubrir nuestro punto débil e ir directamente por ahí, caeríamos en picada— soltó el rubio, recogiendo sus archivos.

Los cuatro que no estábamos enterados de nada nos miramos entre nosotros, completamente perdidos.

Hice un par de ecuaciones para ver si llegaba a una teoría en específico, pero se me estaba haciendo difícil. Jughead no era del tipo que tenía puntos débiles.

—¿Dorian?— pregunté confundida— si ya lo conocen, todo el mundo lo conoce.

—Eres tú, Betty.

En cuanto Mark clavó sus ojos azules en mí, se me heló la sangre.

—Recuerda que aún vives en el anonimato— señaló, como si fuera una niña pequeña.

—No vivo en el anonimato, todo el mundo sabe quien soy— reclamé, me había puesto nerviosa.

—¿Alguien que no seamos nosotros conoce tu rostro? ¿O te has presentado como Betty Cooper con alguien y nosotros no estamos enterados, o, al menos, yo no me he enterado?— alzó una ceja, retandome a negarlo.

Tenía razón el muy maldito, siempre usaba mi identificación falsa para todo.

Cuando hace estas cosas, deja de gustarme.

Deja en paz tu crush con Marky, ahora es nuestro enemigo.

—Te odio— murmuré, dejándolo ganar esta discusión.

—El sentimiento es mutuo, preciosa— me guiñó un ojo, haciendo que mi sangre hirviera.

—Bueno— Jughead interrumpió nuestra guerra de miradas— en el caso de que nuestra teoría sea cierta, hay que cuidar a Betty con todo.

Oh no. Estaba muy equivocado si pensaba que iba a esconderme por un viejo que solo tenía el ego grande.

¿Quien se creía que era?

Muéstrale las uñas, fiera.

—Yo no necesito custodia, Jughead, sé cuidarme perfectamente sola— lo miré con la cara más seria que tenía— tampoco soy un maldito punto débil, por Dios, Dorian es tu jodido hermano, si quisieran atacarte irían por ahí. A mí ni me conocen, para la gente solo soy la puta del jefe— me desesperé.

—¡Elizabeth, dos dedos de frente!

—¡A mí no me levantes el tono, Mark!— lo señalé, no sabía ni porqué estaba tan molesta.

Creo que lo sabemos muy bien.

—Betty, creo que tienen razón.

Fangs me pasó un brazo por los hombros y me acarició la mejilla cariñosamente. Si lo que quería era calmarme, no lo estaba logrando.

—No, no la tienen, Fangs— negué— creí que me protegían y ocultaban solo por su estúpida necesidad de sobreprotección paternal. Pero, en realidad, es porque, a pesar de todos estos años, siguen pensando que soy tan débil como para no poder defenderme sola.

—Betty.

—Váyanse todos a la mierda.

Me levanté hecha una furia y caminé a paso apresurado hacia el elevador.

—Betty, no te vayas así— Dorian quiso acercarse.

—Un paso más y te haré tragar mi tacón— lo señalé amenazante, él se detuvo— lo mismo para ustedes— miré a los demás.

Toqué el botón y las puertas se abrieron, entré y les dí la orden de cerrarse.

—Betts, no quisimos decir eso— intentó Jughead— malinterpretaste las cosas.

¿Encima se daba el lujo de tratarme de estúpida?

—Que les den a todos— les saqué el dedo del medio mientras las puertas se cerraban— por Dios, qué día de mierda— murmuré, apoyándome en una de las paredes de espejo.

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Yo publicando cada 6727383939 años :)

The mafia bitch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora