♔ Capítulo trece ♚

275 36 14
                                    

Baby I got issues, but I love myself

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Baby I got issues, but I love myself.

◞───────⊰·•·⊱───────◟

La noche llegó bastante rápido, sin permitirnos revisar ni un solo papel del trato que Cheryl planeaba exponer para mí.

Todos se encerraron temprano en sus habitaciones, pero yo no tenía sueño.

Mi insomnio ocasional estaba haciendo acto de presencia.

Caminé por los pasillos de la segunda planta, ya con mi pijama puesto y una vela en mi mano derecha. Las luces estaban apagadas para esa hora y me daba pereza ir y volver apagando y prendiendo interruptores.

¿Dije que mi casa en New York era la casa del horror? Es porque todavía no había regresado a Italia.

Esta mansión era aún más escalofriante, porque aquí estaban todos los recuerdos buenos, todo lo bonito y alegre, todo lo que nunca volvería a tener.

No hay peor sentimiento que anhelar lo que no se puede tener.

Fácilmente podías ver las generaciones que vivieron en esa casa, en cada uno de los pasillos. Con sus sonrisas brillantes y sus hijos impecables.

La primera foto familiar que se colgó allí, que en realidad era un retrato. Mi tatarabuelo, con su esposa y sus cuatro hijos varones. Supongo que fue un hombre con suerte. El que nos condenó a las generaciones siguientes a llevar este estilo de vida.

Después estaba mi bisabuelo, un poco más allá mi abuelo y, por último, mi padre.

Hall Cooper, con una bellísima esposa y… una hija. Mujer. Una sola hija y mujer.

Qué desgracia más grande, ¿no?

Aceleré el paso y llegué a las escaleras que me llevarían a la siguiente planta, donde estaba mi habitación.

Llegué a la puerta correspondiente, justo a un lado de mi antigua habitación. Me cambié en cuanto tomé las riendas del negocio.

Por alguna razón que desconocía, dí un paso más y tomé el pomo de la puerta rosa crema. Tal vez el sadomasoquismo corría por mis venas o algo así.

Estantes con libros, una cama de una plaza con sábanas rosadas, un pequeño tocador en una esquina, y a un lado, muy bien escondidas, mis zapatillas de bailarina. Todo eso me dió de lleno al abrir la puerta.

Se sentía todo tan desconocido, como si nunca hubiera sido esa niña.

¿Qué nos pasó?

La vida, los riesgos, el miedo a ser menos, la sed de poder. Todo eso nos pasó. Todo eso me convirtió en la pre adulta que caminaba de un lado a otro en esa habitación rosada, sintiéndose una completa desconocida.

The mafia bitch Where stories live. Discover now