♔ Capítulo veintinueve ♚

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Baby I got issues, but I love myself

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Baby I got issues, but I love myself.

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—Hola Betty, todo se está yendo al carajo.

Tomé asiento sobre el colchón y me quité los tacones.

—¿No es lo que está pasando desde hace meses?

Oí como suspiraba con fastidio y sonreí levemente.

—Ya dime qué mierda está pasando, Mark.

—¿Recuerdas al pelirrojo que te atacó en la barra hace poco más de una semana?

—Si, también recuerdo que no me atacó.

—Finalmente nos terminó diciendo que sí conoce al padre de Verónica— continuó, ignorando mi comentario— pero parece ser que no tiene idea de a lo que se dedica realmente, solo protege a su amiga y el señor Lodge es un tipo muy amable y buen hombre.

—¿Son sus palabras?

—Mhm— asintió.

—A las palabras se las lleva el viento. ¿Qué hiciste con él?

—Creo lo mismo. La princesita estaba muy insistente con que dejáramos a su amiguito en paz porque él no le haría daño a nadie… así que Jughead dió la orden de que lo dejáramos libre.

—¿Y lo hiciste?

—Es mi jefe, después de todo— nos quedamos unos segundos en silencio— pero antes de hacerlo le pusimos, con Fangs, un rastreador satelital y un micrófono.

Gracias a Dios no es tan tonto.

—¿Fue corriendo a contarle a papi Lodge lo que te atreviste a hacerle?— pregunté divertida.

—Créeme, la amenaza le bastó para mentirle.

—Me gustaría indagar en la tortura utilizada, pero me interesa más saber que hizo.

Escuché como le daba un trago a algo, seguramente whisky, y se aclaraba la garganta.

—Se reunieron al día siguiente. Lodge le dijo que debía viajar a Italia por unos asuntos de trabajo y Fangs trató de no perderlo de vista, hasta que llegamos a la foto que te envié.

—¿De cuándo es esa imágen?

—Se reunieron, Gekko y Lodge, el día domingo.

—El mismo día que arribé a Venecia— murmuré.

—Nos enteramos ayer, fue un poco difícil seguirle el rastro, ya que viajó en un avión privado— se excusó, pero mi cerebro seguía funcionando a toda velocidad.

—Gekko ya sabía que lo llamaríamos— seguí murmurando—... Joder.

—¿Qué hicieron… qué?

—Una de las razones por las que vine fue para mejorar la seguridad de la central y la otra porque la mercancía que Chadwick me vende estaba ocasionando problemas en los clientes. Sabía que le íbamos a reclamar.

—¿Cuándo fue la reunión?

—Hoy, mientras me mandabas el mensaje.

—Dime, por favor, que no te ha visto la cara— se notaba un poco nervioso.

—No, pero me la va a ver, y créeme que no le gustará una mierda.

—Betty, esto tiene una pinta de plan tremenda. Por favor, no hagas nada estúpido.

—No lo haré. Estamos rastreando a Gekko, te avisaré cualquier cosa.

—Por más mínima que sea.

—Si, Mark. Si se tira un pedo te llamo con urgencia.

—No es gracioso.

—El humor es mi mecanismo de defensa. Adiós.

Estuve a punto de colgar sin esperar respuesta, pero él volvió a hablar.

—Sé que no tengo derecho a pedirte esto, pero… vuelve a casa lo más rápido posible, es que necesito tenerte en mi radar visual para quedarme tranquilo.

Lo había soltado en un murmullo. Reí suavemente.

—Vaya, te has vuelto un obsesivo— bromeé.

—Solo necesito saber que estás bien— se justificó un poco enfadado.

Mark odiaba verse vulnerable, por eso nos obligaba a cuidarnos porque "era parte de su trabajo" y no porque le importáramos.

En ese momento estaba siendo vulnerable, al menos en un 1%, y eso le enfadaba.

—Volveré el viernes. Más te vale que no hayan 30 de tus perritos guardianes esperándome o te golpearé.

—No te prometo nada, Cooper. Nos vemos en dos días.

—Realmente espero que no, Moore.

Él simplemente finalizó la llamada y yo bajé lentamente el celular de mi oreja.

Me tiré hacia atrás para quedar recostada sobre la cama en horizontal, tenía los tobillos un poquito hinchados por los tacones así que los sobé levemente.

Últimamente estaba muy estresada y exhausta, los nervios me tenían mal y los vómitos no tan frecuentes me hacían sentir débil por lo que había empezado a tomar vitaminas y a dejar el alcohol de lado.

Miré el techo blanco sin prestarle nada de atención. ¿En qué momento todo se había vinculado y se había vuelto un desastre?

Desde aquella vez a los 10 años, nadie había vuelto a entrar en la central sin permiso. Hasta ese momento.

Suspiré, esa interrupción había llevado a que conociera a los chicos… mis chicos. Si yo no hubiera disparado a esos hombres, hoy no conocería a las personas más importantes en mi vida. ¿Qué loco, no?

El efecto mariposa.

Ahora debía descubrir qué había detrás de toda esa vinculación extraña. Esperaba que no fuera lo que estaba pensando.

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The mafia bitch Where stories live. Discover now