Baby I got issues, but I love myself.
◞───────⊰·•·⊱───────◟
—Mal día ¿Eh?
Okey, hora de dar pena.
No será difícil para ti.
Hazme el favor de callarte y dejarme trabajar.
—Eres muy observador— me burlé secamente.
Él soltó una risita misteriosa.
—No hay que serlo mucho para notar que odias a esa pobre chica— se encogió de hombros.
—No es a la única que odio ahora mismo...
—¿También odias a tu jefe?— enarcó una ceja.
Observé detrás de él, donde estaban mis chicos escuchando atentamente cada palabra de la conversación a través de sus auriculares.
Volví a enfocarme en el que tenía enfrente y suspiré apenada.
—Solo cuando hace estas cosas, me es imposible odiarlo. Soy tan estúpida— negué con una sonrisa irónica, poniéndome una mano en la frente.
Y el Oscar a la mejor actriz es para… ¡Betty Cooper!
—No creo que seas estúpida.
—Ni siquiera me conoces.
—No, no te conozco. Por eso dije creo.— aclaró sonriente— Todos alguna vez nos enamoramos de quien no debemos, y es una mierda.
Había venido a investigar y terminó dándome consejos que no me servían para nada, que irónico.
A veces, cuando planeas una cosa, te sale otra completamente diferente.
Sin embargo, asentí.
—Tienes razón, es una mierda— lo señalé con mi meñique, ya que estaba sosteniendo mi copa con esa mano— Pareces tener experiencia en esto ¿Tú también viniste aquí a curar penas con alcohol?
—¿Puedes dejar de coquetear y comenzar a trabajar?
Escuché la voz de Jughead en mi auricular, miré veloz y disimuladamente hacia su mesa, la chica ya no estaba en sus piernas.
—No la desconcentres— habló Mark.
—Cállense los dos ¿No ven que la están distrayendo?— Sweet Pea los hizo callar.
Casi me hacen olvidar toda mi conversación anterior con Mantle. Que, de hecho, comenzaba a ponerse interesante.
El morocho se acercó un poco, creando un ambiente de confidencialidad.
—Vine a investigar a alguien y, ya de paso, aprovecho para hablar con chicas bonitas. No tengo penas que curar.
Admitamos que eso sonó sexi.
YOU ARE READING
The mafia bitch
随机Muchos me llamaban la perra de la mafia. Nunca descubrimos de dónde salió o el por qué me llamaban así. Podría ser porque era muy fiel, o porque era una grandísima hija de puta. Prefiero dejarlo al criterio de cada uno. Soy Betty Cooper, la que da...