La venganza de Min Yoongi [Yoontae] 🌹

Luz de vela Pt. 2

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El jardín en el que un Taehyung vestido de blanco bailaba, era enorme, fantasioso e interminable. El cielo había desaparecido y solo podía verse una constelación con auroras boreales por todos lados, los pocos arboles que había, llegaban al cielo gracias a sus largas ramas llenas de hojas verdes y amarillas. Las flores eran lo mejor, crecían en todo el suelo y tenían una gama de colores entre blanco, rojo y azul que pasaban por el rosa y lila, las plantas de los pies desnudos de Taehyung rozaban con los pétalos suaves de estás y con sus espinas también. De pronto el escenario se mancho con la sangre de Taehyung, toda rosa que tuviera contacto con la sangre se marchitaba. El traje perfectamente liso que llevaba puesto se manchó con sangre y barro dejando su imágen celestial destruida y convertida en algo opaco y triste. El suelo se volvió negro como el carbón y se agrieto formando un círculo con Taehyung en el centro.

Yoongi quiso gritarle para que se quitara de ahí pero su voz no salía porque su garganta estaba cerrada y su menor no podía escucharlo. Ni siquiera sus lágrimas salían, no había nada que el pudiera hacer solo mirar como Taehyung caía en desgracia. Le dolía verlo así, podía morir del dolor ahí mismo y nadie lo sabría porque no se podía moverse, no expresaba nada, no lloraba o gritaba y sin duda no estaba salvando a la única persona que quería salvar de verdad.

Taehyung volteó a mirarlo por una milésima de segundo y sus almas se derritieron. Sus ojos llorosos y boca seca le decían a Yoongi lo mucho que sufría y el miedo que tenía pero por sobre todo eso, le suplicaba que lo salvara. El suelo se sacudió violentamente obligando a Taehyung a arrodilarse, y la vista de él fue aún más lamentable de ver.

Yoongi vio como la tierra se tragaba al chico y de fondo alcanzó a oir gritos, pero no eran de un dolor físico, mucho menos de miedo. Los gritos eran de un dolor mucho más profundo que se enterraban en el pecho de Yoongi y lo comían vivo, compartiendo el dolor como si fuera propio.

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Yoongi se despertó con la respiración agitada y gotas de sudor recorriendo su frente y mandíbula. Se levantó buscando con las manos. Sintió el brazo de una persona y cayó en cuenta de la situación.

Estaba en casa de Taehyung. En su cuarto, más específicamente, sentado en una silla al lado de su cama que era donde se encontraba Taehyung. Puso la silla ahí para estar lo más posiblemente cerca de él sin invadir su privacidad, pero sintiendo cualquier movimiento que el menor hiciera por menor que fuera.

Se tranquilizó, no había sido real.

Prendió las velas que habían dejado en su habitación ya que la luz se había ido como el pelirrojo predijo. Volvió a su lugar al lado de Taehyung, que seguía dormido, tocó su frente. Ardía en fiebre lo que significaba que no había mejorado. Busco en las pocas cosas que tenía en su cuarto y encontró un trapo limpio.

Salió y prendió todas las otras velas. No iba a permitir que la oscuridad se acercara a Taehyung, en su lugar todo estaba amarillo por la luz de las velas y las sombras de los objetos bailaban al compás de las llamas que eran movidas por el viento. Cuándo terminó de iluminar hasta el más mínimo rincón, siguió con su labor de mojar el trapo. Fue al baño y también prendió las velas de ahí, se arrepintió. Su reflejo en el espejo lo avergonzó de sobremanera.

Su cabello estaba despeinado, sus labios y ojos estaban rojos e hinchados. Había llorado mucho cuando Taehyung se desmayó, lo cargó para llevarlo a un hospital pero no llegó más allá de la puerta principal del edificio debido a que alguien cerro la puerta para evitar que la gente saliera con una tormenta tan fuerte. Su única opción fue inyectarle medicamento y esperar lo mejor. Lo acostó en su cama y se quedó toda la tarde rezando para que despertara mientras tomaba su mano entre las suyas, lo que intentaba era darle algo de consuelo porque cada tanto gruñía y gemía.