Querida madre...

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Yoongi se mantenía en el sillón de su casa comiendo unos dulces que encontró por ahí mientras sus amigos terminaban de limpiar la casa, mejor dicho su casa, que el debería limpiar, sin embargo, se negaba a hacerlo.

-. Sólo es la mujer que hizo posible mi existencia, no es necesario todo esto - dijo comiendo otro dulce.

-. Si ella veía el desastre que es tu casa seguro se quedaría a limpiar y recuerda que queremos que se regrese a Australia lo antes posible - el pelinegro no tuvo ningún argumento para atacar esa respuesta.

-. No nos haría mal un poco de tu parte - Hoseok bajaba las escaleras con una gran bolsa negra de basura - tienes una bonita casa de dos pisos y no la cuidas - se sentó en el último escalón para descansar.

-. Yo quiero irme del país mientras esa señora esta aquí pero no puedo. No tenemos lo que queremos - Yoongi comió otro dulce con burla y eso provocó que un enojado pelinaranja le arrebatara la bolsa de dulces.

-. Eres un adolescente que vive sólo. Para qué necesitas tanto espacio? ... podrías rentar este lugar y ganarias dinero -

-. Namjoon podrías decirle a nuestro tonto amigo las miles de razones por las que eso es una mala idea - el menor le arrojó de vuelta la bolsa de dulce contra su pecho y causó que unos dulces salieran de la bolsa al sofá.

-. Yoongi odia a casi todo el mundo y es muy probable que traté mal a su compañero - Namjoon siguió barriendo el piso de la sala.

El pelinegro jamás admitiría que amaba que su amigo lo conociera tan bien. Después de todos los años de amistad que comparten es obvio que conocen hasta el mas minimo detalle del otro.

-. A que hora llegará tu mamá? - el mayor de los tres apretó el puño que había hecho con su mano libre de dulces por la incomodidad de escuchar aquel nombre.

-. Dijo que iría a un hotel y luego de ducharse vendría, así que calculo... a las ocho de la noche - los tres miraron al mismo tiempo el reloj de pared en la entrada a la cocina que no estaba muy lejos.

-. Faltan cuatro horas - apuntó lo obvio el pelinaranja.

-. Acabaste arriba? - Namjoon se dirigió a Hoseok.

-. Sí -

-. Sólo falta la cocina pero como Yoongi no se acerca ni quince metros será fácil limpiar - ambos rieron al ver la expresión de indignación del mayor.

[ . . . ]

La hora había llegado. Estuvo todo el día preparándose mentalmente para su llegada pero, al parecer no lo logró porque su mirada permanecía en las maletas que estaban a un lado del sillón en en que ella estaba.

-. Aquí tiene - Namjoon le entregó un vaso de agua a la persona que estaba sentada con las piernas cruzadas. Vestía con unas medias y una falda totalmente blanca, su blusa era del mismo color sólo con el detalle que tenía decoraciones de la forma de una flor en sus hombros que destacaban por el color plateado que poseia.

-. Tu debes ser Namjoon cierto? Yoongi me cuenta mucho de ti - el castaño asintio solo por cortesia y espero ver que su amigo estuviera mas comodo para poder irse ya que era muy tarde.

-. Yoongi nos dijo que viene de Australia - Hoseok que estaba a lado del pelinegro, quiso romper el incómodo silencio.

-. Así es. Vivía ahí con mi esposo pero después del divorcio decidí quedarme por mi trabajo que amo mucho, aún así, intento visitar a mi bebé cada que puedo - su sonrisa resaltó su pálida piel que Yoongi había heredado.

-. No sabía que los padres de Yoongi estaban divorciados - el pelinaranja estaba tan cosentrado en la conversación con Seong-jin que no noto los pequeños temblores que las palabras de ambos causaban en el.

-. Ya es tarde, mejor regresen a sus casas. Gracias por lo de esta tarde - el pelinegro se levantó y, con disimulo, levantó a Hoseok también.

Namjoon los siguió a la salida no sin antes dedicarle una reverencia a Seong-jin como despedida y unas palabras en su oído que la mujer no tomó nada bien.

Yoongi desapareció un momento tras la puerta, después de que sus amigos se fueran, para recuperarse y volver a la batalla (así lo veía el). Al entrara y quitarse losa zapatos de nuevo, solo se quedo parado a un costado del sillón en el que antes estaba y de nuevo se quedo observando las maletas.

-. Dijiste que te quedarías en un hotel - su vos y sus expresiones eran frías como siempre, por eso mismo, muy difícilmente su madre sabría que estaba ahogandose en incomodidad y enojo.

-. Quería pasar más tiempo contigo así que pensé en venir... - hizo una pausa a sus palabras para analizar la casa que alguna vez fue suya también - casi no ha cambiado - la nostalgia en su mirada le dio náuseas a Yoongi que paso saliva para evitar cualquier cosa.

-. Tengo escuela mañana así que me voy a dormir - el acostumbraba a dormirse a las once o doce de la noche pero no quería pasar más tiempo del necesario con su (y aunque nunca lo dijera) madre.

-. Descansa bebé - un gran temblor en su brazo izquierdo lo paralizó un momento pero luego siguió su camino a la habitación que le correspondía.

-. Usa el cuarto para huéspedes - fue lo último que le dijo antes de escapar de su campo visual.

Ya en su habitación, se sentó en el suelo recargado a la puerta y soltó sólo unas pocas lágrimas que limpió rápidamente. Se había prometido no llorar y le enfada tanto que su madre todavía causará tristeza en su vida porque debería darle igual lo que ella hiciera o dijera pero, al parecer no lo había superado del todo.

Se tranquilizó y con pasos pesados llegó a su cama donde no se molestó en siquiera quitarse las sandalias que cayeron por inercia al estar boca bajo. Miro su celular y se animó un poco al ver el mensaje de Namjoon.

Namjoon

Sé fuerte! :)
✔✔

Puso un sticker y apagó su celular para dormir de una vez por todas.

.•°○●.•°○●.•°○●

Originalmente iba a ser un maratón
de seis capítulos pero al escribirlo
veo que dediqué mucho al Namjin
así que serán ocho.

Bien por ustedes, mal para mi que
ya me cansé.

Atte: A.M.S

La venganza de Min Yoongi [Yoontae] 🌹Where stories live. Discover now