Capitulo 58: Mis malas decisiones.

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Capitulo 58: Mis malas decisiones.

Morgan.

Han pasado un mes desde nuestra follada de reconciliación. Un mes desde que hizo la promesa: «Entregarse y ser una mejor persona para nosotros». Melcon siguio tratándome como si fuera lo más hermoso del planeta.

Melcon y yo cumplimos nuestras promesas de hablar cada cosa que no, nos guaba del otro.

El hablo con nuestros amigos, mi familia y todo fue una sorpresa para todos. Aunque lo perdonaban aún había trabajo que hacer.

Melcon y nuestro pequeño Hugo cada vez de hacían más cercanos, la primera vez que le dijo papá fue la semana pasada. Melcon no pudo contener las lágrimas mientras su hijo lo llamaba padre.

Y decidimos tomar terapia de pareja, todo estaba mejorando más de lo que un día creí y amaba a mi familia. Ha nuestra familia.

Mis pensamientos quedan interrumpidos por la puerta principal. La policía acaba de llegar y tomó un bocado de aire mientras el apreta su agarre en mi mano, lo miro esta completamente tranquilo y eso me da seguridad y tranquilidad. Ambos asentimos sonriéndo.

Los últimos días, ha estado tan atento. Me ha contado sus impresiones de cómo iba el día, sus pensamientos, sus planes.

—Todo estará bien, señora Foster—dice besando la palma de mi mano.

—Todo estará bien, amor de mi vida.

El oficial entra por la puerta principal con unas esposas, Melcon me da un pequeño beso en la boca. Y uno en la frente de Hugo Alexander.

—Señor Melcon Wolf Foster, esta detenido por posesión de armas ilegales, corrupción y amenazas—dice el oficial esposado sus manos y las lágrimas bajan de mis ojos—. Todo lo que diga será utilizado en su contra, tiene derecho aún abogado.

Me mira con los ojos brillándole de amor, asombro e ideas sexys.
Joder… La vida nunca va a ser aburrida con Melcon y estoy comprometida con esto a largo plazo.

Mi vida como esposa de Melcon es incluso mejor que cualquier fantasía. Siempre nos unirá el amor y el deseo. Sus caricias son mi tesoro más grande; y son solo para mí.

Sin embargo, los fantasmas del pasado nos persiguieron. No podemos dejar atrás nuestros secretos ni evitar a esas personas que nos querían separarnos.
Haré todo lo que esté a mi alcance para proteger a Melcon, para darle todo lo que necesite.

Su beso es mi tranquilidad; mi lujuria, mi verdadero éxtasis.

Las vicisitudes a las que nos enfrentamos ahora las combatiremos juntos y nada, jamás, nos separará.

Ambos llevamos tiempo disfrutando de una intensa y la convivencia no solo no ha mermado de deseo, sino que incluso ha reforzado nuestro amor.

Nuesrro romance erótico, cargado de erotismo, pasión y amor verdadero.

—Los amo—dice Melcon antes de salir por la puerta.

—Te amamos—contesto sonriendo.

***

Cinco meses han pasado, gracias a nuestros contactos de grandes abogados y comportamiento de Melcon redujeron su condena y solo tendría que estar allí siete años. El siete era un número grande, sin embargo ambos podríamos con ello.

Los primeros dos meses fueron un poco difíciles, no obstante tratamos de que todo sea posible de sobrellevar. Nuestros amigos lo visitaban al igual que mi familia, Marco tardo en perdonarlo sin embargo le dio una última oportunidad.

Un hombre me saca de los pensamientos, estaba en la mansión de Audris. La madre de Melcon sabía perfectamente que Melcon se molestaría por lo que haría sin embargo era importante decírselo.

El hombre de seguridad me indica por donde pasar y camino por la mansión con Hugo en mis brazos, ambos entramos por la puerta principal y cuando observó hacia el sofá la encuentro con su hija le está trenzado el cabello. Su hija era idéntica a Melcon.

—Buenas tardes, señora Audris.

—Puedes tomar asiento, es una sorpresa verte—dice mirandome fíjamente y luego se levanta de golpe.

Sus ojos se abren de par en par, y su hija simplemente continúa jugando con su barbie. Ella se acerca lentamente a mi y sus ojos se cristalizan.

—¿Es.... es su hijo?—pregunto balbuceando.

—Sí es nuestro hijo, su nieto.

Las lágrimas se derraman por sus ojos, como si Hugo fuera la reencarnación de sus culpas y dolores. Ella me extiende las manos y se lo entrego.

—Es identifico... como es posible.

—Deberiamos hablar—digo mirándola a los ojos.

Ambas tomamos asiento y su hija juega con mi bebé. Comienzo a contarle todo con pocos detalles y las lágrimas no dejan de bajar por sus ojos, habían pasado casi cuarenta minutos de nuestra conversación y solo lloraba mientras le contaba cada cosa que había pasado.

—¿También lo hizo por mi... hija?–indagó limpiando sus lágrimas.

—Así es, el la quiere aunqué usted lo allá lastimado.

—No lo puedo creer—susurra—. He sido la peor madre de todas.

—Señora Audris, aun no es tarde—le informo—. Aunque sea difícil al inició, debe disculparse con su hijo.

—¿Mamá este bebé es mi familia?—pregunto Molly sonriendo.

—Si querida, es tu familia. Tu sobrino.

Sonrío.

—¿Crees que aun no es tarde para que me perdone?—pregunto.

—Aun no es tarde, Melcon esta cambiando para ser una mejor persona—digo sonriente—, puede hacer usted lo mismo.

—Gracias Morgan, lamento subestimar y decir cosas horribles de tí.

—Eso ya no importa—digo negando—. El necesita a su familia.

—Hugo—susurro a mi pequeño parlaton.

—Mamo—susurro mi bebé.

—Saluda a tu abuela—digo apuntando a Audris.

—Buela—balbuceo.

Audris se acerca a mí bebé y lo carga dándole besos en la mejilla—. Si cariño soy tu buela.

Luego de quince minutos salgo de la mansión con mi bebito en brazos, ya no era un bebito era un niño. Sin embargo siempre sería mi bebito y cada que miraba a los ojos era ver el retrato del amor de mi vida en el.

—Te amo Hugo—digo besando la mejilla de mi bebé.

—Mamo—susurra sonriendo.

—Mi pequeñín—murmuro.

Una de las grandes referentes del
romance erótico, nos demuestra que, si bien los cuentos de romance acaban en boda, las historias de amor auténticas nunca terminan.

Melcon y yo somos la buena prueba de ello.

Quiero a ese hombre: mi marido, mi amante, el padre de mi hijo, a veces mi dominante… Mi mala decision.

"felices para siempre" no es siempre sencillo.

Malas decisiones © [#2]Where stories live. Discover now