Malas decisiones © [#2]

Capitulo 25: Noticia inesperada.

Capitulo 25: Noticia inesperada.

Morgan.

Me despierto con un sobresalto cuando siento en mi rostro agua, abro los ojos rápidamente enfocando todo a mi alrededor. Lo primero que mis ojos captan es a Melcon frente a mí con los brazos cruzados, me siento en la cama mirándole mal.

—Me mojaste la cara, idiota.

—¿Idiota? —cuestiono.

—Si, mil veces idiota.

—Tienes la idea de cuantas mujeres recibirían un balazo por ser despertadas de esta manera.

—Eres un estúpido.

—¿Un estúpido? —cuestiono.

—A veces me pregunto, ¿como me enamore de tí? —cuestiono mirándolo a los ojos.

El se acerca a mí y sujeta mi rostro sonriendo. —¿Estás enamorada de mi?—Pregunta.

—¡Sí!

El estaba por besarme y lo aparto bruscamente. —¡Un segundo! ¡Un segundo! ¡Déjame ver!

—Te escucho.

—¿Como se llaman esas mujeres? —cuestiono frunciendo el ceño.

—Hay muchas mujeres que recibirían un balazo por mi, es una pena.

—¡Muchas! ¡Idiota eres un idiota! —exclamó.

—Pero el pasado ya no importa —dice apartando un mechón de mi rostro—. Ahora solo importa el presente, y nuestro futuro.

Estábamos apuntos de besarnos, cuando la puerta de la habitación de Melcon se habré bruscamente y Melcon salta a tapar mi desnudes.

Se escuchan dos risas, sin embargo, Melcon sigue abrazándome impidiéndome observar detrás de él.

—¡Saldremos! —grita Neidan.

—¡Date la vuelta! ¡Morgan esta desnuda! —grita Melcon—. ¡Me cago en la puta!

—Saldremos un momento, lo sentimos chicos —la voz de Zhaira hace eco en la habitación.

Escucho brevemente la puerta cerrarse y empiezo a reírme, Melcon tenía el rostro demasiado rojo y las venas de su frente marcadas.

—Le escribiré a Madison, mientras utiliza el baño —dice levantandose.

—No tengo ropa aquí —le informo.

—En mi armario hay unas prendas para ti —Responde caminando a la puerta.

—¿Las compraste para mí? —pregunto sonriendo.

—Si...

—Gracias.

—Me duchare en la habitación de invitados, por favor no te tardes.

—Eres un mandon.

—En el cajón de abajo hay máquillaje y mierda de chicas, si compre cosas para ti.

Lo observó salir de la habitación huyendo y sonrío. No tenı́a nada de qué estar nerviosa. Como tenı́a poco tiempo, me lavé el cabello, me duché a una velocidad récord en lugar de quedarme en la ducha como querı́a.

A pesar de mi prisa, todavı́a estaba
maquillándome en frente al espejo del baño, cuando sonó bruscamente la puerta. Se suponı́a que Melcon me habia pedido no tardarme.

Salté cuando la puerta volvio a sonar. ¿Siempre habı́a sido tan ruidoso?
Me pinte los labios con lápiz labial rosa. Peine mi cabello y corrí a la cama de Melcon donde había dejado tendido unos short negro y una camiseta de color rosa. No era definitivamente mi estilo, pero se había esforzado, me visto a una velocidad sumamente rápida y busco los zapatos debajo de la cama.