Capitulo 32: Viaje.

371 19 0
                                    








Capitulo 32: Viaje.

Hace dos horas habiamos aterrizado en las vegas. Todo era hermoso como lo había imaginado, Melcon conocía la ciudad, sin embargo, era mi primera vez aquí.

Acercó mi frente a la suya, nuestras bocas húmedas se arrastraron juntas, buscando aire.

—Eres mi amor, mi vida. Mí para siempre.

El impacto de la emoción en mi pecho me hace tropezar con el, era mi héroe, amante, mejor amigo y novio. Todo lo que hay en medio. Y nos fundimos juntos, dos uniéndose como uno,
indistinguibles el uno del otro. Melcon y Morgan. Morgan y Melcon.

Nada puede separarnos.

Ni por un segundo.

Me acurruco contra él, abrazándolo mientras observó atrás ves de la ventana de nuestro hotel; observando la hermosa vista de esta ciudad.

El me abraza por detrás y observamos todo a nuestro alrededor, mientras me acerca más a su cuerpo.

—Morgan.

—Ah.

—¿Te casarias conmigo aquí? —pregunto y giro a mirarlo.

—¿Estás bromeando? —preguntó.

—¿Parezco un hombre que bromea? —cuestiono.

—No.

—¿Te casarias conmigo aquí en la Vegas? —Pregunta asiendome acelerar el corazón.

—¿Legalmente? —indagó.

—Si, Morgan. Solo tu y yo.

—Me encantaría.

Tengo un esplendor y felicidad en mi cara. La felicidad, en su forma más pura y completa. Mi corazón late descontroladamente de mi pecho, siento mis mejillas llenarse de lagrimas y lo observó mirarme con los ojos de amor más puros que antes alla visto.

—Yo te amo Morgan, cada vez que estoy contigo mi corazón se detiene y eres la única persona que he conocido con la que puedo hablar por horas y el tiempo se esfuma. Eres la única persona que me hace reír y sonreír, eres la persona más maravillosa que he conocido en mi vida; soy muy fuerte pero cuando se trata de tí, me vuelvo débil y tonto.

—Mel...

—Cautivas mi corazón como nadie más lo hace, Morgan —confiesa mirándome a los ojos.

Las lágrimas me bajan a raudales por las mejillas, y las piernas me flaquean.
Comienzo a desplomarme, pero Melcon me agarra con fuerza y me ayuda.

—¿Tienes idea de lo mucho que te amo? —le pregunto.

—Lo bastante para casarte conmigo —contesta.

—Y algo más.

Me rodea toda la cintura con un brazo y me atrae hacia sí, después posa sus labios en los míos. El beso empieza suave, como el roce de una pluma, un cosquilleo. Pero es innegable que entre nosotros hay un calor, así que enseguida empiezo a gemir, abro la boca para él, noto la presión de sus labios contra los míos, apresándolos y saboreándolos.

—Te amo Morgan, dame todo ese sufrimiento a mi, yo puedo con el.

***

Nos levantamos temprano para disfrutar nuestros dos días en las vegas, lo primero que hicimos fue caminar por el Strip esta es la calle más importante donde están los mejores hoteles incluyendo en donde nos estamos hospedado y las mejores atracciones, a las cuales subimos algunas.

Nuestra siguiente parada fue ver el show de fuentes del Bellagio, fue un show sumamente hermoso y único.

La siguiente parada que tuvimos fue al hotel de Venetian inspirado en Venecia, tiene diferentes tiendas y canales. Ambos nos subimos a una góndola. Donde tomamos muchas fotos y reímos, era como si estuviéramos en el propio Venecia. La experiencia fue demasiado única.

Nuestra siguiente para fue ha jugar en casinos, la verdad me sorprendía los muchos juegos que habían en este lugar. Fue una experiencia demasiado agradable y difínitivamente no soy la mejor en los juegos de casino.

Melcon me llevo al illuminarium y pudimos visitar Space, esa experiencia nos fascinó

Y no podíamos venir a las Vegas sin tener un Brunch, el cual fue demasiado delicioso y elegante. Era una manera increíble de pasar el día, pudimos hablar un poco y ver las vistas a nuestro alrededor.

Caminamos por las calles tomados de las manos mientras observó todo con demasiada felicidad, Melcon estaba neutro como siempre sin embargo cuando lo miraba me regalaba una enorme sonrisa a mi y eso me gustaba.

—¿Quieres hacer alguna parada más? —pregunto mirándome.

—Subamos al High Roller Vegas.

—Perfecto, la vista en la noche es mejor.

Para mi sorpresa estábamos cerca del lugar, sigo a Melcon en silencio mientras paga algunas cosas y luego toma mi mano, minutos después estabamos en la rueda de la fortuna más grande de norteamericana.

La vista era impresionante y de noche era aún más encantadora. Miro a mi alrededor todo era hermoso y la vista demasiado espectacular, quería quedarme muchos días más sin embargo. Mañana sería nuestro último día para disfrutar y bueno nos casaremos.

—Morgan.

Me giro lentamente encontrándome a Melcon con un anillo en la mano, lo miro boquiabierta y observo el hermoso anillo. Es plateado con un gran diamante en forma ovalada, no esta arrodillado. No es algo que haría Melcon, sin embargo me sentía especial.

—Lo mande hacer en Nueva York, ya que amas todo lo que proviene de allí —dice mirandome a los ojos.

—Oh, Dios mío —susurro—. Esto es demasiado especial Melcon.

—No se por qué odias Denver, espero algún día lo ames tanto como yo —me dice mirandome.

—¿Cómo lo sabes? —pregunto sorprendida.

—Es evidente que no eres feliz allí —dice acercandoseme—. La manera que miras Nueva York, no es la misma en Denver.

—Esto...

—Tus ojos se iluminan alli, en Denver se oscurecen.

—No puedo creer que hayas descubierto eso —respondo.

—Cuándo amas a alguien pequeñas cosas como esas son evidentes —dice colocandome el anillo—. Espero cuando formemos una vida juntos, mires Denver con los ojos iluminados.

—Melcon eso es hermoso.

—Gracias por mirarme con los ojos iluminados a mi, espero ser tu Nueva York.

Malas decisiones © [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora