Capítulo 6: Baile sucio.

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Capitulo 6: Baile sucio.

Melcon.

Me encuentro en mi oficina, sentado con montones de papeles esparcidos
mientras colocó las manos levemente en mi polla. Miro la foto en mis manos evaluando toda esa perfección. Es delgada, su cintura pequeña y tiene un trasero de muerte y no hablar de sus pechos eran pequeños pero realmente atractivos.

Mi mente pervertida la imagina en cuatro, empujándome dentro de ella mientras grita por mi polla más duro. Mi polla inmediatamente se endurece en solo imaginarla abierta para mí.

Siempré había sido un demonio por buscar lo prohibido, esa chica; dulce rubia de hebras doradas, será mía, esta misma tarde ella será mía. Propiedad de Melcon Wolf Foster.

Me encanta vivir como lo hacia radiando temor y poder, sólo disfruto de tres cosas en mi vida: el miedo que evoco en los demás, ser llamado demonio y Morgan Evans.

Mis pensamientos son interrumpidos por un golpe en la puerta, segundos después entra Neidan con una gran sonrisa.

—Melcon, aceptaron ir al baile —me informa Neidan.

Sonrío. —Pensé por un momento que no lo harían.

—Sabes perfectamente que su madre es amiga de la señora Loren —me dice con una enorme sonrisa.

—Es cierto, su madre me amara.

—De eso no me cabe duda —contesta Neidan.

—Desde ahora me encargaré de ella —le informo a Neidan.

—¿Te gusta? —me pregunta.

—Gustar es una palabra muy grande.

—¿Quieres poseerla? ¿Cierto, Melcon?—me pregunta chasqueando su lengua.

—Morgan Evans es mía, no preguntes más.

***

Ella es el producto de mi deseó, y su miedo es lo que más alimenta mi
alma. Era una adicción de la que nunca me libraré. Así que entenderás por qué la observo:

Llevaba un vestido rosa de seda, su vestido de gala se ajustaba perfectamente a un cuerpo perfecto. Curvas marcadas, glamour era lo que mas resaltaba en ella y su indistinguible elengancia. Santo Dios, cómo me encantaría azotar su hermoso culo y luego penetrarla. Hacer que se corriera. Follarla.

Sus rubios estaban en unos perfectos rizos que brillaban como el oro. Ella nunca pasaba desapercibida, Jamás. Era la mujer que se adueñaba de la sala sin siquiera intentarlo.

Estaba vestido con un traje impecable, observándola mientras bebía whisky. Era la mujer más distraída del mundo, tan ingenua y despistada. Jamás salía con guardias, nisiquiera uno. Estabamos en un baile importante y su madre y ella habían sido invitadas por mí abuela.

No tenía que hacer mucho para llamar la etencion, todos la miraban con mucho interés. Pero ella solo hablaba con su madre mientras ambas bebían vino tinto. Morgan Evans nunca dejaba de sorprenderme tenia una gran sonrisa en su boca, pero sus ojos azules estaban rotos y eso me intrigaba más de lo que quisiera.

Minutos después por fin la veo con intenciónes de irse sin su madre, ya que le da un beso de despedida mientras Madison se dirige donde mi abuela. Morgan empezó a caminar afuera del salón y sigilosamente la seguí. Como siempre tan distraída, tomo su muñeca fuertemente y la llevó a la primera habitación que encuentro, girarla hacia mí, hizo que soltara un chillido y me empujará fuertemente.

Malas decisiones © [#2]Where stories live. Discover now