Capitulo 8: La primera mujer.

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Capitulo 8: La primera mujer.

Melcon.

Morgan Evans, la primera mujer en mi jodida vida que me hacía cuestionar como vestirme, me observe en el espejo; una camiseta blanca, unos vaqueros negros y una chaqueta de cuero negra.

Observó frente a su mansión en mi bugatti ya eran las nueve de la noche, bajo del auto y me acerco hacia la grandes rejas. Donde un hombre de seguridad me observa de arriba a abajo, pero no pregunto nada. Simplemente agacha la cabeza y me deja continuar.

Observó las rosas rojas que traje para la madre de Morgan, nunca había sido un hombre atento hacía las madres de las chicas que me follaba. Pero Morgan era un caso diferente, tocó la puerta principal y observo a un chico. El cual me mira de pies a cabeza.

—¿Quién eres tú? —pregunto.

—Melcon Foster, vengo por Morgan.

—¿Tu eres la razón por la que lleva casi dos horas arreglando se? —cuestiono mirando de arriba a abajo.

Sonrío, la perfecta Morgan.

—Así es, puedo pasar.

—Convenceme.

Niñato.

Observó a Madison Evans acercarse a la puerta y abrir lo ojos de par en par, y apartar a su hijo de la puerta. Haciendo que me deje entrar sin cuestionar nada.

—Señor Foster, es una sorpresa verlo aqui —dice mirandome a los ojos.

—Rosas para usted.

—Oh, muchas gracias —contestó y sus ojos se iluminaron—. ¿Cuál es la razón de su visita?

Su pregunta queda en las nubes porque toda mi atención está en la chica de cabello dorado, quien baja las escaleras con suma delicadeza. Sabía que mi polla estaba apunto de salir a la luz; su vestido era rosa, sin tirantes. El cual se retorció debajo de ella y se había subido de manera que yo tenía una visión sin obstáculos del más hermoso par de piernas que había visto nunca. Eran suaves. Llevaba un par de tacones negros y en su brazo un gran abrigo del mismo color, era la más extraña mezcla de fuerza y fragilidad que había visto
nunca.

Era sexy y cuando ella lamía sus labios, cuando pasaba esa pequeña lengua sensual sobre su boca rosada, quería besarla hasta que sus rodillas
temblaran. Esta mujer tenía una boca hecha para amar. ¡Y su cuerpo! Sin dudas, ella fue construida para el placer de un hombre. Maldita sea, sólo la idea me hacía poner duro como una piedra.

—¿Morgan, saldras con el señor Foster?—Pregunta su madre.

—Si mamá, no me esperen temprano.

«Oh, gracias al cielo»

—Está bien cariño, pásenla genial.

—Claro que lo haremos —contestó.

Ella camina hacia mí, y abro la puerta para que ella salga por ella. Cuando observó hacia atrás su hermano me mira como si quisiera enterrar un dagas en mi pecho.

La observo desde atrás, ese trasero que me tiene loco. Quiero tocarlo, pero me contengo. Me acercó a ella y colocó mi mano en su cintura giandola hacia mi auto. En el momento que salimos de la misión, ella mira mi auto y me aparta bruscamente su mano de mi.

—Si solo quieres sexo, no involucres a mi familia —dice caminando hacia mi auto.

—Ya hablamos de ello Evans, no eres solo sexo.

—Espero no te atragantes con las palabras.

Sonrío y adentramos a mi auto, cuando estamos en el interior, la observó tomar su teléfono y tomarse una fotografía, ganando toda mi atención.

Malas decisiones © [#2]Where stories live. Discover now