Capitulo 48: Sorpresas imprevistas.

294 19 0
                                    





Capitulo 48: Sorpresas imprevistas.

Martes, 15 de febrero 2021. 2:30 pm.

Pasaron dos semanas desde la inauguración de mi negocio, había contratado un chico gay y me tomé dos semana libre. Estaba enferma, lo que parecía que era una gastritis.

Me incorporo y me desperezo, luchando con la frustración y la
preocupación. Es demasiado pronto para que esté tan cansada, pero hace ya dos semana que me encuentro así. Incluso antes de que nos marcháramos de Nueva York me costaba concentrarme en la pantalla del ordenador y ponerme a trabajar era demasiado fatigante.

Me atiborraba de té, pero creo que al final sufrí una sobredosis de mi bebida tonificante favorita, porque últimamente hasta la idea de tomarme una taza hace que me sienta un poco indispuesta.

En otras palabras, no estoy en forma y resulta frustrante y un poco estresante. Casi nunca me pongo enferma, pero ¿y si esta vez me pasa algo de verdad?

Le he dicho a todos que estaba bien, es una simple gastritis. Sin embargo no soy de las que se quedan dormidas mirando la tele antes de las ocho, y mucho menos pasado el mediodía. ¿Y los mareos? Eso es muy raro..

Nunca me había sentido así.

Me levanto del sofá por pura fuerza de voluntad. Una parte de mí me dice
que deje de preocuparme, que lo que le he dicho a a mi familia sobre que estaba bien es cierto. Otra parte me recuerda que hace semanas que me encuentro rara y que, como es evidente, algo no anda bien.

Salgo de mi habitación aburrida de la situación y me acerco al dormitorio de Marco, esta estudiando y cuando me observa se levanta acercándose a mi.

—Marco—susuro—¿Me veo enferma?—le pregunto.

—En realidad estas muy rara—dice—¿Acaso no dijiste que era gastritis?—cuestiono.

Inspiro hondo, agradecida, pero frunzo el ceño de inmediato.—Estoy bien, simplemente es gastritis.

—¿Estas segura? Tienes mareos. Y últimamente te sientes cansada. También tienes náuseas.

—Los mareos están provocados por la rápida caída de la presión—digo acercandome a el—. Simplemente estoy alternándome mucho.

—Me estás preocupando… —comentó.

—¿Por qué?—cuestiono.

—Tu nunca te enfermas, Morgan.

—¿Qué quieres que agamos?—indagó.

—Vamos al hospital—me pidió.

—¿Estás loco?—cuestiono.

—Vamos, tal ves el doctor te mande medicina para la gastritis.

—Bien, si eso te tranquiliza vamos.

Bajamos la escaleras y Lucas nos espera en el coche con la puerta abierta, subimos al auto y el recorrido al hospital demoro quince minutos. Al llegar caminamos hasta la sala
de espera mientras íbamos rellenando los formularios que nos dieron enrecepción.

Pasando diez minutos una doctora viene a nuestra dirección y nos lleva a una habitación. Marco cierra la puerta detrás de nosotras y ella nos mira.

—Buenas tardes señores Evans—dice la doctora—¿Cuénteme por qué esta aquí?—pregunto.

—Creemos que tengo gastritis—digo mirándola a los ojos.

—¿Que sintomas tienes?—pregunta.

—Mareos y últimamente me siento cansada. También tengo náuseas.

Malas decisiones © [#2]Where stories live. Discover now