—Y dime...—habló después de un rato. —¿Tienes muchos pretendientes?

Trago grueso en cuanto escucho su pregunta y de mis mejillas empiezan arder casi de inmediato.

—Pues fíjate que hasta hace unos días no. Pero ahora hay unos chicos que con solo verlos me tiembla la vagina...

Lo pensé, pero jamás en mi vida le diría eso.

—Habla, sin miedo.

Insistió al ver que seguía más tiesa que el pene de Aegan hace unas horas en el instituto.

Perfecto momento para recordar eso.

—Tampoco es que vaya a...

Vuelve a hablar, pero esta vez me saco las palabras de la cuca y le pregunto:

—Volviste muy curioso de tu viaje, ¿eh?

—Y tú estás muy rojita, ¿eh? —Ironizó, mirándome expectante. —no será que...

—Ya, mejor pon la película.

Le pido, y él me obedece. Se gira para apagar la lámpara y tomar el control que está casualmente en la mesa de noche, enciende el televisor y comienza a buscar una película.

—¿De Amazon, Netflix o HBO+?

—De cualquier plataforma, pero escoge una película buena. No salgas con una de esas aburridas que te gustan a ti. — le avisé.

—Tú escogiste que cenar. —me recuerda. —así que yo escojo la película.

Pongo los ojos en blanco, pero no digo nada y lo dejo elegirla. Clavo mi mirada en él y decido darme unos minutos para detallarlo, su rostro está compuesto por una nariz recta, unos labios que son ligeramente rosados y unas cejas negras igual a su cabello que son bastante abundantes, sus ojos son marrones igual a los míos y están acompañados por unas muy poco pronunciadas arrugas.

—¿Por qué me miras así?

Pregunta de la nada haciéndome saltar en la cama.

—Casi me matas de un infarto.

Pongo mis manos en el pecho para soltar un suspiro.

—Dime pues.

Insistió.

—Veía lo viejo que estás. —Mentí.

—Esto que acabas de decir es suficiente para que te saqué de mi habitación. —alzó una ceja.

—¿Me echaras solo por decirte la verdad? —le pregunté, aguantando la risa.

—No estoy viejo, —remarcó—pero tampoco discutiré eso contigo.

Me miro por arriba del hombro y puso finalmente la película. Tiré al suelo la caja de pizza y durante los primeros minutos de la intro, estoy a la expectativa de saber cuál fue la que escogió: veo que es de HBO+ y no me sorprende, sé que le gusta bastante esa plataforma, pero cuando veo al niño corriendo con las manos estiradas a los lados simulando ser un avión. Siento como mi mundo se desestabiliza, como los recuerdos llegan...como el dolor sale a la superficie.

Esa era la película favorita de mamá.

A medida que los segundos pasan siento un nudo en la garganta, y me debato en si pedirle que la cambie o hacerle frente a este tema que por mucho tiempo hemos evadido. Papá tiene su mirada en él televisor, está quieto, tenso, se ve inseguro, quizás arrepentido, no lo sé, no puedo pensar con la claridad o al menos reaccionar.

En el mundo existen dos 2 tipos de personas:

En el tipo número 1: encontramos a las personas valientes, aquellas que sin importar cuanto dolor les cause algo, lo enfrentan y luchan contra ello, porque, aunque ahorita el proceso les genere sufrimiento y dolor, mañana significará esa pelea que les devolvió la tan anhelada paz y tranquilidad.

La Chica Que Se Enamora De Personajes LiterariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora