Maratón 5/6 (Os amo! 💜)
Camina de un lado a otro dirigiendo la mirada hacia la puerta principal, gruñe en voz baja empezando a sentirse ansioso debido a que SeokJin, todavía, no llega y muerde las uñas de sus manos repasando las palabras que le dirá cuando llegue al departamento principal. No tiene idea si debería hablar con él mayor sobre lo que pasó la noche de ayer en la parte trasera de la discoteca con la omega pelirroja, tal vez no deba hacerlo; es decir, lo que pasó es un tema personal no tendría porque darle explicaciones al omega de anchos hombros. Sin embargo, al recordar la forma con la cual lo miraba como si no creyerá lo que estaba presenciando hace que quiera hablarlo. No quiere que SeokJin tenga un mal entendido respecto a lo que vio.
—Sí, es necesario hablar...
Se convence a sí mismo y se pone nervioso al escuchar la puerta siendo abierta.
—Jin hyung —agradece que sea él.
—Tae, no esperaba verte —menciona cerrando la puerta y se quita el abrigo—. Pensé que estarías en la empresa.
—Terminé antes —aclara siguiéndolo a la cocina—. Yo..., lo estaba esperando.
— ¿Esperando? — Frunce el ceño abriendo la refrigeradora— ¿Para?
—Quiero que hablemos sobre lo de ayer... —la espalda del omega se pone tensa—, sobre lo que vio.
SeokJin no dice nada, limita a servirse el jugo de naranja y observa cómo el rojo sube hasta sus orejas lo cual le parece lindo debido a que significa que está avergonzado.
—No..., no hay nada de que hablar, Tae —no gira a verlo—. Tú..., uh, este..., solo...
—Jin hyung, no tiene por qué avergonzarse o ponerse nervioso —interrumpe con suavidad, sin embargo, su expresión se torna seria ante un hecho—. Después de todo, YoonGi hyung y usted deben hacer lo mismo.
TaeHyung se asusta cuando el vaso impacta con fuerza sobre la mesa y su corazón como su lobo se agitan al observar que niega con lentitud.
—Yoonie y yo no... —apenas lo escucha y se acerca más—, no hemos..., llegado a eso...
Jadea sorprendido cuando siente las manos del alfa sobre sus hombros y lo gira con rapidez. Sus ojitos marrones lo observan intrigado.
— ¿Está hablando, en serio? — Pregunta en tono desesperado— ¿En serio, usted sigue siendo...
Calla por el hermoso rubí en las mejillas de SeokJin y todo en su interior se vuelve un revoltijo cuando baja con timidez la mirada, y muerde involuntariamente su labio inferior.
—Tae... —lo llama y pestañea con suavidad—, ¿desde cuándo tú..., haz estado haciendo..., uh...
— ¿Desde cuándo he estado follando?
— ¡No lo digas así!
El alfa ríe por lo lindo e inocente que es su mayor y se aparta un poco para poder responderle.
—Hace unos meses perdí mi pureza —ríe más ante la mirada de reproche por las últimas palabras que ha usado—. Fue en una de las fiesta que fui con Jimin y JungKook, ¿quiere mas detalles?
— ¡No! — Siente el rostro caliente—. Solo pregunté porque... —suspira sacudiendo la cabeza para centrarse en el tema serio cuando se comienza a tener relaciones sexuales—, Tae, sabes que debes tener mucho cuidado, ¿no?
— ¿Ah?
—Me refiero, ahora, que tu vida sexual ha empezado debes ir al médico y tomar las preocupaciones para no..., no embarazar a alguien, Tae.
—Oh... —asiente con los ojos bien abiertos—, sí, Jin hyung. Lo sé. No sé preocupe, siempre uso condón.
—Eso..., no siempre es efectivo, Tae —cruza los brazos—. Tienes que tomas otras precauciones.
— ¿Cómo cuáles?
—Ah, pues... —se pone nervioso porque él ha pensando una en todo caso YoonGi se anime en avanzar en su relación en ese aspecto—, hay pastillas o inyecciones. Dicen que las inyecciones son más efectivas.
—Entiendo —su tono es pensativo—. Supongo que eso haré. Tengo que seguir controlando mi...
Se maldice a sí mismo por haber hablado de más. No pudo evitarlo, al lado de SeokJin se siente en confianza y no tiene miedo en ser juzgado.
— ¿Controlando, qué?
—Nada —dice con rapidez—. Iré a un médico para que me recete un método adecuado —los ojitos lo miran con más intriga—. Gracias, Jin hyung.
Está por irse, sin embargo, el omega lo agarra del hombro y lo obliga a mirarlo directamente a los ojos. SeokJin sabe que algo está pasando con el menor, aquellas palabras al aire lo han dejado intranquilo y no piensa dejarlo ir hasta saber.
—No me mire así, Jin hyung.
—Hablaste sobre controlar, ¿qué debes controlar?
—Ya dije que nada.
—Tae, por favor, me preocupa que digas que debes controlar algo —acaricia su brazo— ¿Estás enfermo?
—No, no es eso —su lobo le dice que el cuente—. Jin hyung, por favor.
—Tae...
También, odia que use ese tono meloso. Lo hace débil.
—Se va a molestar.
—Uh, trataré de no hacerlo.
TaeHyung chasquea la lengua y suelta:
—Desahogo mi molestia teniendo sexo.
— ¿Ah?
—Tener sexo hace que me calme y no reaccionar impulsivamente.
Lo suelta y mira confundido.
— ¿Qué ridiculeces estás hablando? — Su omega arruga el hocico al no gustarle que este teniendo sexo solo para eso—. TaeHyung, ¿qué...
—Usted no lo entendería.
— ¿Qué no entendería? — Silencio—. Joder, no puedes tener sexo para calmar tu carácter. Hay otras formas, TaeHyung.
—Usted no entiende —sabía que no iba a ser entendido—. Es virgen que va a saber.
SeokJin frunce el ceño molesto y se avergüenza por supuesto; sin embargo, no dejará que se vaya sin haber hablado claramente.
—No está bien lo que estás haciendo.
— ¿Por qué? Es sexo.
—Tus motivos no son los correctos. No cuando hay otras formas.
—Quizás, sea otra cosa —reta—. Quizás, me gusta tener sexo.
—Cállate.
— ¿Qué? Muy brusco para usted —se burla y su lobo le dice que cierre la boca—. Pueda que me guste follar a las omegas, Jin hyung. Que mi polla esté profundamente enterrada en el interior de una y giman pidiendo...
La cocina se queda en silencio luego de la cachetada que el omega le acaba de dar.
—Jin hyung... —lo llama al ver los ojitos con lágrimas retenidas.
—Soy omega, TaeHyung —le dice con dolor—. Esas omegas..., somos de la misma especie.
—No quise...
—Las estás usando por un motivo egoísta. Sí, es sexo. Eso lo sé, pero no voy a estar insitando algo que puede llevarse de otra manera.
—Yo...
Niega, no quiere escucharlo. No, ahora.
—Por favor, no se vaya —lo detiene agarrando sus hombros—. Lo lamento. Perdón. Perdóneme. Es que..., no quiero que por mi carácter usted salga lastimado —le súplica con la mirada su perdón—. Estos meses han sido tranquilos —el omega debe admitir que tiene razón—. No quiero echar a perder eso.
El enojo de SeokJin disminuye ante las palabras y mirada sincera del menor, y se siente mal por haberle pegado ante las lágrimas las cuales ha empezado a derramar. No debió ser tan duro, pero cusndo TaeHyung se comporta de esa forma todo su ser se llena de coraje y también, reacciona mal.
—Oh, Tae —lo atrae hasta su pecho y acaricia los cabellos con ternura.
— ¿Por qué no soy normal? ¿Por qué tengo este problema? — Abraza la delgada cintura y llora más—. Me odio tanto...
—No, no, Tae —besa los cabellos—. Nadie es normal. Todos tenemos defectos. Solo debemos manejarlos sin usar a los demás.
—Perdón...
SeokJin se da cuenta de algo y sonríe con tristeza.
—Lo siento, Tae. Prometí estar contigo y te dejé..., pensé que estabas bien, pero..., lo siento.
El alfa olfatea el dulce aroma del mayor y cierra los ojos.
—Buscaremos otra forma de controlar tu ira, ¿sí? Estaré contigo, Tae. Ya no te dejaré.
Promete haciéndole cosquillas para subirle los ánimos y sonríe al escucharlo sonreír.