YoonGi cruza los brazos ni bien toma asiento en una de las sillas de la habitación, su hermano mayor pasa sus manos por encima del pantalón de arriba hacia abajo, señal de que está nervioso; y no es para tanto. GeumJae no creyó que su hermano menor iba ha aceptar hablar con él, pero ahí están ambos, sentados uno frente al otro con un tenso ambiente alrededor.
— ¿Y bien? ¿Vas a hablar o qué?
Habla YoonGi en tono áspero y amargo.
—Si estás con esa actitud, no vamos a llegar a ningún lado —dice cruzando los brazos, también—. Realmente, quiero a hacer las paces contigo. No quiero continuar de esta forma, menos mañana que me caso y...
— ¿Por qué quieres a hacer las paces? ¿No puedes dejarme en paz y ya?
—No, no puedo —responde mirándolo con seriedad—. Eres mi hermano, YoonGi. Te guste o no, somos hermanos, y tenemos que acabar con esto.
— ¿Acabar con qué? — Gruñe negando con la cabeza—. Si piensas que voy ha aceptar a ese imbécil, estás equivocado. Él te engatusó, uso sus mañas alfas para tenerte y tú como estúpido caíste.
GeumJae suelta un suspiro triste porque su hermano no ve su historia con su futuro esposo de otra forma.
—Me enamoré, YoonGi. Me enamoré de JeongHan.
— ¡Nadie se enamora al mes! ¡Mierda!
Se exalta pisando con fuerza el piso con el pie derecho.
—Saliste con muchos alfas y nunca fue nada serio, pero llegó este imbécil y ya le mostraste el cuello. Dejaste que te manipulará.
—JeongHan no me manipuló —aclara con más tristeza porque su hermano continúa ciego—. Simplemente, me enamoré, ¿por qué te cuesta ha aceptarlo? ¿Por qué no ves que JeongHan me ama y yo a él?
YoonGi no dice nada. No quiere seguir con el mismo tema. Para él, enamorarse y dejar que te marquen al mes son dos cosas ridículas.
—Él te apartó de mi lado —murmulla desviando la mirada hacia cualquier lado de la habitación—. Y tú dejaste que lo hiciera —el rencor se apodera de su pecho—. Te fuiste, ¡nos dejaste!, ¡a mamá! ¡A mí!
YoonGi ya no puede estar en silencio. Ha soportado tantos años. Ha esperado tantos años y por fin ha llegado el momento.
— ¡A mí! ¡Yo que siempre estuve para ti! ¡Yo que soy tu hermano! — Grita sin importarle que la garganta le arda— ¡Te largaste! ¡Sin importar nada! ¡Preferiste a ese imbécil que a tu hermano! ¡Que a tu hermano!
Los ojos de GeumJae se nublan de lágrimas al ver el dolor y sufrimiento, los cuales ha estado cargado aquel alfa de tez pálida. Claro que lo sabe, sabe el error que cometió. GeumJae lo reconoce, no debió dejarse marcar por JeongHan al mes; si bien es cierto que había una gran conexión entre ellos debió esperar más tiempo. Tal vez, a hacer que YoonGi y JeongHan se conozcan mejor, presentarle a sus padres; hay tantas cosas que pudo haber hecho mejor respecto a introducir a JeongHan a su familia. Sin embargo, las cosas se dieron de forma diferente. GeumJae se dejó llevar por ese gran amor, por esa gran conexión porque como dijo su hermano, salió con tantos alfas y ninguno pudo hacerlo sentir mariposas en el estómago como JeongHan.
YoonGi no podrá entenderlo, pero entre el omega Min y JeongHan hay más que un amor, es más que una conexión; es como si hubiesen sido nacidos el uno para el otro, como si el destino les dijese que son el complemento del otro.
—S-Sé que te hice daño, YoonGi. Lo sé y no tienes idea de cuanto me odio por eso —confiesa con la voz llorosa—. Cuando papá me botó de la casa, me dolió tanto, no que lo hiciera; si no que no iba a poder estar contigo —mira a su hermano con lágrimas detenidas—. Por eso, te pedi que vinieras conmigo...
— ¿En serio, creiste que me iba a vivir con ese imbécil y tú? ¿Dejar a mamá? — Pregunta en forma irónica—. Sabiendo cuánto le pegaba, ¡cuánto abusaba de ella!
—Q-Quería llevar a mamá —YoonGi gruñe poniéndose de pie—. Le rogué, pero ella no quiso dejar a papá. Dijo que su lugar es con él..., lo intenté, YoonGi; de verdad, lo hice.
—Tenías que quedarte. No irte —le da la espalda—. Tenías que dejarlo.
—No podía...., lo amo, YoonGi —se pone de pie, también—. Por favor, no lo odies. Él no tiene la culpa.
Permanece callado. Pensativo. Una parte de Suga le dice, en realidad, no tiene que involucrar al alfa de su hermano en el problema que tiene con él. JeongHan intentó tener una buena relación con el rapero de Daegu, este no lo dejó.
—No lo voy ha aceptar. No puedo. No ahora.
—Solo dale la oportunidad —ruega—. A él. A mí...
— ¿A ti? — Gira para enfrentarlo— ¿Cómo puedo volver a confiar en ti? ¿Cómo sé que no volverás a dejarme? — Su voz sale dolida—. Tú y yo planemos un futuro juntos. Íbamos a salir a adelante juntos y todo eso lo mandaste a la mierda.
GeumJae baja la mirada arrepentido. Es su mayor carga.
—Y luego vienes, después de que me dejaste sabiendo muy bien la situación en la que estábamos, y pretendes ser el buen hermano mayor —reclama—. Poniendo fotos y vídeos míos en tu cena. Queriendo demostrar, ¿qué cosa? ¿Qué siempre estuviste ahí? — Ríe con sarcasmo—. Tú no sabes cuánto sufrí para llegar a dónde estoy. No sabes lo qué tuve que hacer para no morir de hambre, para solventar la casa...., tú...
No se lo dirá. YoonGi no revelará su oscuro secreto. No lo hará porque no tiene caso. Fue un camino, el cual él eligió y debe olvidarlo poco a poco.
—Tú no sabes nada.
Su hermano asiente, mientras llora y le repite cuanto lo siente.
—No debí..., no debí a hacer eso, ayer —admite llorando—. P-Pero, quería...quería que vieran que pudiste cumplir tu sueño —hay orgullo en su tono—. Tal vez, no estuve ahí; pero, siempre estuve al pendiente, YoonGi. No hubo un día en el cual no llamará a mamá para saber cómo estabas..., y cuando me dijo que habías firmado con una empresa... —hace una pausa por el llanto—. Te juro que me arrepentí tanto por no haber insistido.
YoonGi traga saliva porque era lo que, inconscientemente, quería escuchar.
—Debí buscarte. Debí tocarte la puerta todos los días —llora más al recordar el tiempo sin su hermanito—. No debí dejarte, YoonGi. Lo lamento, lo lamento tanto. Por favor, perdóname.
—Lo..., único que quería era a mi hermano —habla apretando las manos—. Quería que mi hermano estuviese ahí. Pero, te fuiste y no volviste a buscarme hasta ahora... — la voz de Suga se vuelve aguda y se pone rojo porque no quiere llorar—, ¿por qué..., por qué no me buscaste antes, hyung?
YoonGi se rompe.
— ¿Por qué no me buscaste antes?
Pregunta tapando su rostro con las manos porque no quiere que lo vea llorar. Porque YoonGi a extrañado a su hermano todos estos años. Porque ha estado llevando el silencio de no haber sido más comprensivo. Su hermano se enamoró. YoonGi no podía cambiar eso, pero si al menos tratar de comprenderlo. Asi como GeumJae no debió dejar a su hermano por completo.
—Nunca más voy a dejarte, Minnie.
Promete abrazando el tembloroso cuerpo de su hermanito quien llora encima de su pecho.
—Nunca más voy a alejarme —YoonGi abraza el cuerpo de su hermano mayor con fuerza y asiente ante cada promesa, y le pide perdón de igual forma.
Los hermanos Min lloran diciendo todo lo que cargaron y llevaron, y no pudieron decir en estos años separados.
Jin es un manojo de nervios. Hace más de dos horas que obligó, en cierta manera, a su compañero de dormitorio a ir a hablar con su hermano para que puedan resolver sus problemas de una vez. SeokJin piensa de que, quizás, no debió darle esa patita al rapero de Daegu, pero no pudo evitarlo. GeumJae le hace recordar mucho a su hermano y quiere que YoonGi vuelva a tener una relación cercana con GeumJae. Se nota que los hermanos Min quieren resolver sus problemas, solo necesitaban un pequeño empujón y, sin saberlo, Jin lo fue.
Está tan absorto en sus pensamientos que no se da cuenta de que a alguien se ha acercado para pedirle la hora.
— ¿Disculpe?
Le dice asustado al alfa delante suyo.
—Si sabe qué hora es.
Vuelve a preguntar el alfa joven con una amable sonrisa.
—Ah, este...., son... —mira nervioso el reloj en su muñeca—, son las seis..., de la tarde...
El alfa joven le agradece y se retira para darle el alcance a una chica. Jin infiere que es su novia porque le da un dulce beso y parpadea sorprendido al darse cuenta de que pudo mantener la calma ante la presencia de un alfa.
—No todos son malos...
Murmulla para sí con una pequeña sonrisa y siente un poco de confianza en sí mismo. Lleva las piernas hasta el centro de su pecho y las abraza para complementar la tranquilidad de la danza de las olas. Fue una buena idea venir a playa y pasar la tarde sentado admirando la belleza del mar. Le gustó mucho observar la puesta de sol. Por alguna razón, pensó en Jimin cuando veía cómo el sol se ocultaba lentamente, al alfa de abultadas mejillas le hubiese gustado verlo. Jimin es alguien sensible y admira esas pequeñas cosas que el omega de anchos hombros también lo hace. Quizás, por eso pensó en él.
—Tenía la intuición de que iba a estar aquí, hyung.
Habla la voz serena de YoonGi y girar hacia el lado derecho para encontrarlo. Los ojitos marrones notan de que el alfa de tez pálida está diferente, su semblante está más relajado y hay una tranquila aura alrededor suyo. Jin sonríe dándole la bienvenida.
— ¿Cómo te fue?
Pregunta haciéndose a un lado para que pueda sentarse a su lado.
—Bien. Por fin, pude resolver el problema con mi hermano —Jin sonríe más—. Pasamos el día poniéndonos al día, después de todos estos años separados..., por eso, no pude venir antes. Lo siento.
— ¿Eh? ¿Por qué?
—Por dejarte solo —responde mirando las olas del mar.
—Ah, no te preocupes —mueve su mano con desinterés—. Lo importante es que pudiste arreglar las cosas con tu hermano. Estoy feliz, por eso, YoonGi —habla con sinceridad.
—No lo hubiese hecho sin su apoyo, hyung —el estómago de Min se oprime porque nunca tuvo a alguien para decir esas palabras—. Gracias por acompañarme y darme valor.
Jin sonríe tanto que sus mejillas le duelen y su omega infla el pecho orgulloso por haber ayudado, indirectamente, al alfa de cabellos naranjas.
Ambos observan en silencio el hermoso paisaje. No es un silencio incómodo o extraño, al contrario, es uno tranquilo y sereno.
—Creo que debemos regresar al hotel.
Sugiere YoonGi al darse cuenta de que la noche se ha hecho presente y está corriendo aire helado. Jin asiente poniéndose de pie y recoge la toalla, la cual había traído.
— ¿Tiene planeado a hacer algo está noche, hyung?
— ¿Mhm? La verdad es que no había planeado nada —Responde alzando los hombros—. ¿Por qué? ¿Tiens planes o algo?
—No, pero es la despedida de soltero de hyung —suelta un suspiro como si hubiese recordado algo—. Y me dijo que estás invitado, y espera que vayas.
El omega muerde su labio inferior al sentirse nervioso. Realmente, no quiere ir; pero tampoco puede ser descortes.
—Uh, yo le dije que esa clase de ambientes no te gustan —dice rascándose su nuca—. Es que la otra vez, no parecias emocionado...y, ¿no debí darle una respuesta? Si quiere puede ir. También, me dijo que vaya a la despedida de ese imbécil; pero le dije que no..., aún es muy pronto.
YoonGi piensa que ha metido la pata. Pero, la idea de que su compañero de dormitorio esté en esa clase de ambiente no le gusta. No le gusta porque habrá alfas y a YoonGi no le gusta para nada que Jin vea a otros alfas, más si son alfas grandes y musculosos.
—Está bien, YoonGi —no está molesto. Más bien, le parece lindo que se haya dado cuenta y lo conozca —. Realmente, no soy de fiestas y eso.
—Hyung, dijo que estaría bien..., dijo que debe disfrutar y no se que más...
—Ah, sí —entiende que debe disfrutar su juventud—. Pero,...no conozco a nadie..., además habrá alfas y..., apenas pude decirle la hora a uno...
—Lo acompañaría, pero dudo que hyung me deje estar —gruñe bajito—. Por eso, quería saber si está libre esta noche; así podemos planear algo.
Los ojitos marrones se emocionan ante la idea de planear algo con Suga.
—Sí, eso me gustaría —Jin piensa en algo que al contrario le gusta y se avergüenza un poco al tener una idea—. P-Podemos..., podemos ir a beber.
— ¿Beber?
—Digo..., tu hermano tiene razón, tengo que disfrutar más mi juventud, ¿no? — Ambos ingresan al ascensor—. Y la verdad, no sé tanto de esas cosas.
Hasta JungKook va a fiestas con Jimin y Tae de sus otros amigos alfas que tienen.
—Y prefiero que tú, ya sabes, me enseñes...
— ¿A beber?
Pregunta al no estar seguro si se refiere a eso y el omega responde asintiendo con la cabeza, y mejillas rojas.
—Bueno, no tengo problema con eso, hyung. Podemos ir al bar del hotel y tomar un par de tragos —le gusta esa idea. Pasar un tiempo diferente con SeokJin—. Sí, hagamos eso.
La noche para ambos jóvenes recién empieza.