Nuestras respiraciones se mezclan, viéndonos a los ojos a tan cerca de distancia, bajó su mirada a mis labios, comenzó a profundizar su respiración, cuando de repente se abrió la puerta, nos separamos de golpe.
—Oh, perdone oficial. -Dijo apenado el doctor al escapar una risa, mis mejillas tanto como las de Harry ardieron de la pena- Venía a hablar con la paciente.
—Claro, claro. -Dijo rápidamente Harry al voltearme a ver, sigue rojo como un tomate- Los dejaré. -Caminó hasta la puerta para retirarse-
El doctor se acercó a mi leyendo algo desde su pisapapeles concentradamente.
—Será más rápido su chequeo con el neurólogo, quien verá a profundidad su cabeza. -Asentí a su información- Pero por ahora, ya puede ver a su amiga.
—¡Al fin! -Dije con emoción, por fin, me puse de pie-
—Aquí hay ropa que puede ponerse por ahora. -Abrió un cajón, sacando unos pants y una sudadera del mismo color, azul obscuro, doblados, me los puso en frente, los tomé- Para que esté más cómoda.
—Gracias. -Dije amablemente- ¿Y todas mis cosas? Mi celular, mis armas, todo. -Dije al recordarlas, me entró la desesperación-
—De esas cosas se hicieron cargo los oficiales, el oficial Styles. -Rodé mis ojos con desesperación, él rió al verme, se fue para darme espacio y privacidad para cambiarme- Y por cierto... -Dijo al solo asomar su cabeza al cuarto a través de la puerta- La señorita Jennifer está en el cuarto de a un lado. -Asentí dándole las gracias para que se retirara-
Me cambié con rapidez, me puse el pants y la sudadera para salir a paso veloz al cuarto de a un lado, me adentré sin tocar, para darme con la grata sorpresa de ver a Jennifer terminando de ponerse la sudadera del hospital. Ambas corrimos a los brazos de la otra, estrujándonos con fuerza, no me importó el dolor al hacerlo, sentí tanto alivio.
—Aquí estás. -Me dijo con alivio- Esto se salió de control totalmente, desperté sin recordar nada y esposada a la maldita camilla.
—Me pasó lo mismo. No creía que los oficiales nos habían salvado. -Dije un poco incrédula y sorprendida- Tenemos que largarnos de aquí.
—Eso lo sé. -Me dijo obvia- Pero, ¿Cómo? Tenemos que ayudarles.
—¿Ya sabes? -Le pregunté- ¿Lo de ayudarles a cambio de nuestra libertad y nuestras cosas? -Ella asintió-
—Vino a decírmelo Gunn... -Calló de golpe de repente, agarró mi atención, la vi un poco confundida, entrecerré mis ojos-
—¿Gunner? -Pregunté como si no tuviera nada de extraño pronunciar su nombre-
—Sí, Gunner. -Dijo un poco nerviosa su nombre, entrecerré mis ojos de nuevo- ¿Qué?
—Nada.. -Dije al seguir entrecerrando mis ojos a lo nerviosa que se puso-
—Linda. -Se escuchó una voz masculina al abrir la puerta del cuarto- ¿Ya pensaste lo de ayudarnos... -Gunner calló de golpe al verme, abrió sus ojos como plato- Oh, oh.
No pude evitar abrir mi boca entendiendo de golpe que lo sucedía, volteé a ver a Jennifer quien me sonreía nerviosa mientras se va poniendo más como un tomate, Gunner soltó una risa nerviosa.
—¿Qué? -Fue lo único que salió de mi boca- ¿Qué? -Repetí-
—Será mejor que me vaya. -Dijo rápidamente Gunner-
—Sí, haz eso. -Le dijo Jenn con rapidez, temía de mi reacción, mientras yo seguía en un estado de shock tratando de meter esto a mi cabeza-
Gunner no esperó un segundo más en salir, continué con mi mismo rostro de incredibilidad. ¿Gunner y Jennifer? ¿Qué mierda está pasando ahora?
—Jennifer... -Me interrumpe-
—Okey, ________, antes de que te de algún colapso, déjame explicarte. -La interrumpí-
—Jennifer, ¿¡Qué mierda!? ¿Tú y Gunner? -Pregunté con el mismo asombro y un tono de incredibilidad-
—¡No! -Me alzó la voz- Joder, escúchame. -Me pidió- No entiendes, todo sucedió muy rápido y tan repentino.
—Dios mío. -Dije al exaltarme más- ¿Ya son algo? ¿Ya hay algo? Explícate mejor joder.
—Eso intento. -Me dijo frustrada- A ver, escúchame. -Alzó sus manos pidiendo calma- El día que Harry te regresó a tu casa que nos interceptaron en el negocio de Víctor, que Gunner me acompañó a mi casa, de repente me preguntó por mis flores favoritas. -Yo estaba atónita a toda su información- Fue tan espontáneo para mi, tu bien sabes que detesto a los oficiales. -En eso tenía razón- Y de ahí comenzó "esto". -Dijo al hacer comillas en la palabra- Porque en realidad no es algo, solamente me envió flores a mi casa, y nunca lo he visto como en una cita ni nada. -Negaba- Solamente que le da por decirme linda, ¡Y ya no sé que hacer joder! -Dijo al ir alzando más su voz- ¡Es mi puto enemigo y estoy confundida! -Eso último, lo dijo prácticamente gritando, estaba a punto de darle un ataque de pánico, como le suelen dar cuando está demasiado exaltada-
—A ver, a ver. -La abracé rápidamente- Tranquilízate. -Le acaricié su cabellera con delicadeza- Esto no tiene nada de malo, hasta tu me has dicho que el amor no se manda. -Le recordé sus consejos- Es algo normal, que como tú has dicho, aún no es algo. -Me separé para verla, se encontraba más tranquila- ¿Mejor? -Ella asintió-
—Mejor concentrémonos en el plan de salir de aquí. -Me dijo para cambiar de tema-
—Una cosa más. -Le dije antes de cambiar de tema- Jennifer, cuando te diga que sigas mis pasos, no me refería específicamente a que te metieras en el mismo problema de estar con un oficial. -Ella soltó una fuerte carcajada, golpeó mi hombro- Ahora sí, concentrémonos.
—Eres una estúpida. -Trató de dejar de reír, se puso seria para hablar del tema que realmente importaba- ________, ayudar a los policías no es una maldita opción.
—¿Tienes otra mejor? -Le pregunté un poco molesta- Si no ayudamos, se irán contra nuestros amigos, que por cierto, ¿Dónde mierda están? -Pregunté un poco desesperada al no saber nada de ellos-
—Créeme que desperté hace poco enterándome de todo lo qué pasó al igual que tu. -Me dijo- Pero estoy segura de que preocupados o buscando por nosotras.
—Vamos, los conocemos, ya saben que nos tienen los oficiales, Mark tiene vigilado todo puto Londres. -Le eché una mirada obvia- Probablemente están a punto de hacer una estupidez o iniciar otra guerra con tal de recuperarnos.
Ambas callamos, cuando de repente nos volteamos a ver de volada con rostros de angustia.
—Oh no. -Dije al saber que eso era lo que exactamente estarían haciendo nuestros amigos, una puta guerra o algún plan para recuperarnos de los oficiales-
Salimos corriendo del cuarto, como locas por los pasillos hasta llegar a la recepción, identifiqué donde estábamos al asomarme a la calle, es a un lado de la estación de policía. Algunos oficiales nos tomaron con fuerza al vernos querer escapar, ¡Ellos no entienden que se acerca algo malo! Llegan y llegan más oficiales debido a que somos muy buenas peleando, hasta que Harry, Gunner, Romero y John se acercaron con velocidad.
—¿¡Qué mierda está sucediendo!? -Gritó Harry fuertemente a todos, de repente todos nos quedamos quietos-
Nos apuntaron al mismo tiempo varios oficiales, incluyendo a Romero y John, mierda, no tenemos escapatoria.
—Ustedes no deberían estar corriendo a la salida. -Nos dijo John negando-
—¡Ustedes no entienden! -Dijo Jennifer con desesperación- ¿Quieren vivir joder?
—Necesitamos hacer una llamada telefónica. -Dije rápidamente, todos posaron sus mirada en mi, incluso Jenn- Es probablemente de vida o muerte. -Dije segura de mis palabras porque conocía a mis amigos, y más que nada, a Mark- Y estamos dispuestas a ayudarles, pero por el bien de éste edifico y de todos, necesitamos impedir algo y solo lo lograremos haciendo una llamada.
Todos los oficiales posaron su mirada en Harry, él tiene la decisión final, quien me ve poco convencido, un poco molesto frunciendo su ceño, bufó.
—Solo una irá a hacer la llamada. -Dijo firme, Jenn me volteó a ver para que fuera yo- No más de un minuto. Y la mitad ustedes... -Volteó con sus oficiales- Rodeen el edifico y busquen por algo o alguien, la otra mitad vaya a la estación de inmediato a iniciar el procedimiento de ataque.
Y así fue, Harry y John me llevaron al teléfono más cercano del edifico, pensé en alguien de mis amigos que siempre contesta sin importar que, en cuánto lo hizo, no dejé que el dijera algo, hablé velozmente primero.
—Dime que no van a hacer una estupidez. -Pedí con mi mayor fuerza a que negara, éste calló unos segundos en la línea-
—¿________? ¿Eres tú? ¿Estás con Jennifer? ¿Están bien? -Comenzó a bombardearme de preguntas-
—Sí Henrie, estamos bien, escúchame ¿Okey? Estamos en el hospital a un lado de la estación, haremos un trato limpio para que nos dejen ir. -Le expliqué- Ahora tu respóndeme, dime que no harán una estupidez Henrie.
—Oh. -Dijo al procesar tanta información- Esa información nos hubiera servido antes ________, creo que ya es un poco tarde.
—No, no, no, no... -Comencé a negar- Dime que no... -Me interrumpe-
—¡Fue idea de Mark! -Me alzó la voz- ¿Cómo quieres que reaccionemos cuando pensamos que las habían agarrado los oficiales?
—¡Joder! -Maldije- Dime que van a hacer.
—Que nadie salga de la estación, ni un solo oficial, ni del hospital donde se encuentran. -Me dio la orden un poco alterado- Si no quieres que algo malo suceda.
..