Capítulo 8. Por una vida inocente.

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—Si fueras gay, ¿Saldrías conmigo?

—Eres un completo idiota, ¿Lo sabías?

—Estoy hablando en serio Chad.

—Definitivamente no. -Dijo Chad-

—¿Qué?

—¿Qué? -Lo imitó- No saldría contigo Henrie.

Él alzó sus cejas sorprendido.

—¿Y por qué no?

—Porque no eres mi tipo. -Dijo al alzarse en hombros-

—¿Qué carajo significa eso? -Preguntó ofendido-

—Oh, ¿Ahora estás ofendido?

—Completamente. -Dijo aún sorprendido- Yo sé que si saldrías conmigo.

—Veo tu interés por salir conmigo Henrie, pero temo decirte que en estos momentos me encuentro en una situación demasiado heterosexual para ti. -Aclaró Chad-

Todos soltamos la carcajada mientras los oíamos.

—¿Entonces quién sería tu tipo?

—Am.. -Dudó unos segundos Chad- Max.

—¿¡Max!? -Exaltó Henrie-

—¿Acaso hay otra opción? -Preguntó Max haciendo una pose sensual-

Todos volvimos a reír fuertemente.

—Son unos imbéciles amigos. -Dijo Louis-

—¿Ron o vodka? -Pregunté alzando las dos botellas teniendo la atención de todos en mi-

—¿Por qué no ambos? -Preguntó Jacob-

Liam chasqueó los dedos señalándolo.

—Esa es una mente genio.

—Tú Jacob, ¿Saldrías conmigo si fueras gay?

—Definitivamente no Henrie. -Respondió-

—¿¡Qué está pasando con el mundo!? -Volvimos a reír-

—¿Algún pensamiento de volverte gay amigo? -Le preguntó Nicky-

—¡No! -Dijo exaltado Henrie- Solo quiero saber si saldrían conmigo. ¡Soy guapo!

—A ver, amigo gay, ayúdame a buscar una botella. -Dijo Jenn al llevárselo de la mano mientras todos volvían a reír-

Compramos todo lo necesario para una fiesta para celebrar la perfecta inocencia. Claramente sería festejada en la ya restaurada casa del tío de Henrie, en el lago, que en realidad la casa ya es más de Henrie, que del tío. De nuevo las calles de Londres me ponen de buen humor, las encuentro tan bellas, o tal vez estar fuera de ellas, hacia que les encontrara más belleza el día de hoy.
Llegamos a una buena hora para una deliciosa carne asada, que Chad, Henrie y Liam prepararon. Todo estuvo exquisitamente a gusto. La buena música se apoderó de la casa alrededor de las 8pm, encontrándonos todos dentro de ella platicando de lo que se les ocurriera. Todos, excepto yo, me encuentro en el pórtico, sentada en uno de los barrotes de mármol apreciando el lago bajo la noche, con una deliciosa cerveza en mi mano. Escuché como se abrió la puerta, sentí la mirada de esa persona.

—Estás pensando en él, ¿No es así? -Me pregunta, continúo contemplando el hermoso lago, dándole un trago a mi cerveza-

—Quisiera poder mentirte. -Dije con enojo interno-

—No tienes porque mentirle a tu mejor amiga.

—No tengo cómo.

Jennifer se fue acercando a mi, sentándose detrás mío, recargué mi cuerpo sobre ella mientras observamos el lago y sus hermosos destellos de noche. Ella se encuentra fumando.

La Criminal. Segunda Parte.Where stories live. Discover now