Capítulo 40. No están invitados a la fiesta.

1.3K 89 28
                                    

Sabíamos que era una trampa para hacernos salir, aquí es cuando más tenemos que guardar silencio. Fue de nuevo el silencio tan eterno, que me harté, mi instinto me ganó, salté de árbol para caer a tierra y comenzar a caminar, de repente Víctor me siguió, cayendo por igual del árbol.

—¿Qué crees que haces? -Me preguntó agresivo-

—Será más fácil atacar si nos movemos un poco. -Le dije- De por sí, no se alcanza a ver nada. -Tengo razón, él asintió para comenzar a seguirme, apuntando a la nada comenzando a caminar por el bosque, mientras que Louis y Chad permanecieron escondidos, paramos al escondernos tras otro árbol, asomándonos, no hay señales de nadie-

—Será mejor que esperemos aquí. -Me dice Víctor, asentí-

Pasaron los eternos minutos, no hay un puto ruido en el maldito bosque, esto comienza a ser sospechoso. Cuando de repente, se comenzaron a escuchar constantes balazos, me alteré por dentro, vienen del norte.

—Son del norte. -Afirmó mis pensamientos Víctor- Donde están Henrie, Morgan, Nicky y Dave.

—Debieron encontrarlos. -Asumí de inmediato-

Más balazos por el norte, solo espero que mi equipo esté dándole una paliza a esos hombres. Escuchamos pisadas detrás de nosotros, personas corriendo, rápidamente volteamos apuntando, al identificarlos, bajamos las armas.

—Nos espantaron. -Les dije a Chad y Louis quienes están llegando con nosotros-

—Tenemos que ir a ayudarlos. -Dijo Louis un poco exaltado- ¿Que no escuchan los balazos?

—No, no nos podemos ir de aquí. -Dije segura- Por eso mismo nos separamos, para que todo el bosque esté cubierto por nosotros.

Permanecemos aquí mismo, sentados en algunas piedras pero sin movernos de posición. Hasta que el silencio invadió el bosque de nuevo, de repente, acabaron los balazos, nos pusimos más alertas que nada.

—Deben estar caminando por todo el bosque. -Dice Chad, trato de visualizar algo a nuestro alrededor, pero de verdad que es imposible, solo se alcanzan a ver los árboles, ramas, y la luna acompañándonos desde arriba-

—Comencemos a caminar por el perímetro lentamente. -Di la orden- No nos separemos.

Nos alejamos pocos metros del uno al otro para comenzar a caminar al centro, Víctor va a mi izquierda y Louis a mi derecha, y a la derecha de Louis, Chad. Ni siquiera quería crear algún mínimo ruido pisando alguna maldita rama, joder. Apuntando mientras caminamos esperando encontrar a algún bastardo. Cuando de repente, una luz de alguna linterna proviniendo de en frente nos alumbró a los ojos, nos lastimó un poco la vista.

—¡Bingo! -Gritó una voz masculina al estar a algunos metros de nosotros- ¡Aquí están! -Grita el hombre-

No lo pensé dos veces cuando le disparé, dos tiros en el pecho lo dejaron muerto, pero claro que hice ruido para que los demás vinieran para acá. Comenzamos a escuchar pasos corriendo a nosotros.

—Mierda. -Maldije-

—A pelear se ha dicho amigos. -Dijo Louis al prepararse-

Nos escondimos cada uno detrás de algún árbol, para cuando llegaran por nosotros no nos vieran. Y sí, dicho y hecho, llegaron tres hombres a donde había caído su compañero muerto, los tres lo vieron acercándose con velocidad a él, uno se agachó para poder escuchar su corazón, su reacción nos dijo que no hubo latido alguno.

—¡Maldita sea! -Gritó al ponerse de pie- Está muerto.

—¡Malditos bastardos! -Gritó otro de ellos con gran potencia- ¡Sabemos que están aquí!

La Criminal. Segunda Parte.On viuen les histories. Descobreix ara