Capítulo 84. Gran problema.

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Me decidí por poner a lavar mi ropa sucia y acomodar todo de nuevo en mi armario y mi baño, vaya que habían muchas cosas en casa de Harry, pero ya estoy más calmada. Por error abro el cajón que está prohibido abrir, el cajón de Zayn, donde siguen algunos de sus calcetines, suéteres y playeras, siento sus prendas en mis manos, ¿Qué haré con ellas? ¿Se las devolveré? Será un poco rudo marcar y solo decirle, "Solo marcaba para que vengas a recoger tus cosas." Aunque realmente no hay otra manera de decirlo. Cierro nuevamente el cajón omitiéndolo, me meto a duchar por fin ya que en la mañana hice mucho ejercicio, y sin mencionar el desastre que es mi rostro por lo mucho que lloré frente a Harry en su deportivo. Trato de no pensar en nada, solo dejo que las gotas caigan sobre mi. Salgo envuelta en una toalla a mi cuarto, el dibujo que me hizo Zayn de mi rostro sigue en mi buró, lo veo antes que cualquier cosa, joder, ¿Ahora por qué Zayn está en todas partes? No estar en mi casa por el último mes me hizo darme cuenta qué hay mucho de Zayn aún aquí, en fin. Me visto y me cepillo, me preparo algo de comer, al terminar y limpiar la cocina subo aún con el pensamiento de qué hacer con la ropa de Zayn, al diablo, comienzo a marcar esperando en la línea.

—Malik. -Contesta esa voz que conozco perfectamente-

—Hey, hola Zayn. -Digo con mi voz delicada-

—_______. -Pronuncia mi nombre con delicadeza, quiero esperar que un poco contento de escucharme- ¿Cómo estás?

—Muy bien gracias. -Escupí una gran mentira, me encuentro pésimo- ¿Y tú?

—Bien gracias. -Contesta tranquilo, escucho al fondo el maullido diminuto de su gatita Kira, ya casi me olvidaba de ella-

—Ya casi me olvidaba de tu nueva compañera.

—Me agrada. -Dice alegre al soltar una bufada- A veces tenemos nuestras diferencias y quiere dormir en mi almohada, pero es más tranquila que tú a la hora de dormir y se baña sola. -Suelto una risa a su forma de contar las cosas, siempre me ha hecho reír- ¿Todo bien? -Pregunta a mi llamada, porque realmente nunca nos marcamos él y yo-

—Sí, de hecho. -Tomo el valor necesario para decir lo siguiente- Hoy estaba escombrando mis cajones, y me di cuenta que el tuyo sigue lleno de algunas de tus cosas.

—Vaya. -Suelta un poco sorprendido- Sinceramente ya se me había olvidado.

—Sí... -Dejé un silencio incómodo en la línea- Entonces... -Él suelta una risa nervioso-

—Pasaré por ellas, no te preocupes. -Me dice tranquilo, suelto un suspiro de tranquilidad-

—Perdóname por marcarte solo para esto Zayn.

—No, no, descuida, lo entiendo, debe ser extraño ver las cosas de tu ex novio aún en tu cajón. -Vuelvo a reír un poco junto con él- ¿Pero entonces estás bien?

No, la verdad no lo estoy, estoy hecha un completo desastre, una mierda total, pero por supuesto que no te lo diré Zayn.

—Sí, todo bien. -Digo ocultando el nudo en mi garganta, dejamos un silencio en la línea- Ya me tengo que ir, gracias y adiós Zayn.

Cuelgo antes de volver a soltarme en llanto, ¿Por qué es tan difícil esto? ¿Por qué la imagen de Harry me envenena el alma tan terriblemente? Trato de seguir con mi rutina de hoy como si nada, aunque seré honesta, es imposible, Harry ha decidido dejarme por la mañana, siempre me había burlado de las mujeres que sufren por un hombre como en las películas que agarran un helado y ven películas terribles y depresivas. Pues ahora yo me encuentro con mi cobija, un bote de helado de vainilla con una gran cuchara en mi mano izquierda, la botella de vino en la mano derecha que no me importa tomarle de ahí, viendo The Notebook, joder, quien me viera, ni siquiera he comido, no tengo ganas, ya ha pasado todo el día y solo quiero saber como está Harry. Ni siquiera mi cabeza está para pensar en Jennifer de quien aún no tenemos respuestas.

La Criminal. Segunda Parte.Where stories live. Discover now