Capítulo 92. En tu memoria.

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—Hola.

Una voz femenina me llama a mis espaldas mientras estoy cerrando mi locker, me doy la media vuelta para verla.

—Hola. -Respondo amigable, nunca la había visto antes-

—¿Sabes dónde está el salón de detención? -Pregunta con una mueca de confusión-

—Oh. -Suelto un poco sorprendida a que me pida ayuda para eso- Al otro pasillo, doblas a la derecha y al fondo. -Le explico con señalamientos, ella crea una mueca de poco entendimiento frunciendo su ceño- ¿Quieres que te lleve?

—Por favor. -Asiente apenada-

Comenzamos a caminar al salón de detención, ya se me hacía raro que alguien estuviera en la escuela a estas horas, y mientras caminamos, es un poco incómodo el silencio que manejamos.

—¿Qué haces en detención el segundo día de clases? -Pregunto curiosa y poco crédula, ella suelta una risa-

—Algunos profesores son muy sensibles a mis respuestas. -Se alza en hombros con una sonrisa traviesa- Supongo que me lo merezco.

—¿Eres nueva? -Arqueo una ceja, sé que nunca la he visto-

—Lamentablemente. -Asiente un poco triste y fastidiada, rueda sus ojos con dramatismo, puedo notar que odia estar aquí-

—¿Por qué te has cambiado aquí? -Pregunto entrecerrando mis ojos-

—Problemas. -Se alza en hombros- Mis padres se han divorciado. -Dice sin pena alguna a que nos hayamos conocido hace un minuto- Y tengo que soportarlo viviendo aquí. -Se alza en hombros nuevamente- Todo apesta, no tengo amigos porque todos piensan que soy la nueva chica "rara". -Hace comillas en sus dedos- Solo porque me expulsaron de mis escuelas pasadas.

Vaya que se desahogó con una extraña que soy yo, de hecho, me da lástima su situación, no me imaginaría ser la nueva y que nadie me quisiera, pero en fin, llegamos al salón de detención donde hay varios alumnos y el prefecto al frente viéndolos con su rostro de seriedad y de odio, se ve todo tan deprimente. Antes de que esta chica nueva quiera entrar, la detengo tomándola del brazo, me voltea a ver confundida, toco la puerta, todos ponen su atención en mi.

—¿Qué haces? -Me pregunta esta nueva chica-

—Señorita Miller. -Me dice el prefecto que tanto me quiere al voltear a la puerta- Debe ser un error que esté aquí. -Niega de inmediato, es cierto que todos conocen mi conducta perfecta y todos los profesores me adoran-

—Hola prefecto. -Le sonrío tierna- Esa es la cuestión, la directora me ha mandado a decirle que fue un error poner en detención a... -Volteo a ver a esta chica quien está perpleja a la gran mentira que estoy diciendo, le pego ligeramente en el brazo para que reaccione-

—Ah... -Dice aún poco en transe, voltea a ver al prefecto- Jennifer Scott.

—Que fue un error haber mandado aquí a la señorita Scott, que puede tacharla de la lista. -Digo segura de mis palabras-

—Oh, está bien, por supuesto que confío en ti _______. -Me dice alegre el prefecto al tomar su lista y buscar el nombre, lo tacha después- Gracias por la información.

Le sonrío amable y cierro la puerta de nuevo, hasta yo estoy sorprendida de lo que he hecho, soy una niña buena, jamás haría eso por alguien, ¿Qué me acaba de pasar? Esta chica me ve atónita sin moverse.

—Gracias. -Son sus primeras palabras- ¿Por qué has hecho eso?

—Aveces es cansado ser tan buena. -Digo al rodar mis ojos, ella sonríe alegre, al parecer le he hecho el día-

La Criminal. Segunda Parte.Where stories live. Discover now