Capítulo 36. Se detuvo el tiempo.

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—Deja de llorar maldita sea. -Le digo a mi reflejo espantoso con el maquillaje corrido en el espejo del baño- No lo vale. -Por más que me niego a dejar de llorar, es cuando más quiero hacerlo. ¿Cómo fui tan estúpida? ¿Cómo nunca lo noté?- Fuiste tan estúpida. -Me dije a mi misma-

Salpiqué mi rostro con agua helada del lavabo para limpiar todo el maquillaje ya corrido, me sequé con una toalla, me volví a ver en el espejo, mierda, un desastre total, siempre que lloro mis ojos se hinchan como sapo, que horror. Mientras me veo, trato de recordar y hacer memoria los días que veía a Zayn o que venía a mi casa, ¿Alguna vez hubo señal alguna de que me engañaba? No, en lo absoluto, ni siquiera usaba el celular para concentrarse en estar conmigo. El recuerdo de él me inunda y regresa mi vista borrosa, automáticamente tengo que dejar de pensar en Zayn para no volver a llorar. Fue cuando entró a mi mente todas mis cosas que él tiene, sé que he dejado suéteres, ropa y hasta ropa interior en su casa, digo, fuimos novios un buen rato. Fui rápido a mi buró a abrir un cajón, es el cajón de Zayn, él lo había elegido cuando éramos novios desde la primera vez, lo abrí, el fuerte olor a su loción volvió a inundar mis ojos. Dos suéteres, una bufanda, un gorro, ropa interior y algunas cosas más que había dejado con el tiempo, extendí frente a mi su suéter que siempre me encantó como se le veía, gris y largo, comencé a derramar lágrimas de nuevo, lo olí, es él totalmente, no tiene escapatoria ni en mi propia casa. Lo guardé, es mucha tortura para mi. ¿En qué momento regresó Gigi a él? Es la pregunta del milenio en mi cabeza, incluso me comenzó a doler de tanto bombardeo de preguntas sin respuestas. Hasta que por fin, mi cabeza se fue en blanco, como si un hoyo negro se hubiera comido todo en lo que estaba pensado, dejando una pista solamente, una pista que dejé pasar, un pista que estuvo frente a mi. La psíquica y sus palabras "Te guarda secretos". ¡Mierda! Azoté mi puerta del baño del coraje, era eso, ¿Cómo fui tan ciega? ¡Era eso! ¡Era que Zayn no quería que la psíquica leyera que me estaba poniendo el cuerno! ¿Aunque lo estaba? ¿Ya es seguro? ¿O qué tal que solo la fue a ver una vez? Puta madre, debo dejar de pensar y justificarlo. Además yo no tengo voz, pensando y viendo a Harry constantemente no me convierte en una santa tampoco.

Antes de tomar una siesta para quitar este dolor de cabeza e irme a Magnium, otra personita entró en mi cabeza. Ya lo dije en voz alta, siento cosas por él, ¿Es en serio? Claro que lo es, si no no tendría ésta sonrisa tan estúpida en mi.

..

Hora de cometer crímenes, aunque debo admitir que me siento de la mierda como para ir. Manejé hasta el gran edifico estacionándome donde siempre. Subí hasta mi ofician para dejar mi bolsa y acomodar algunas cosas. La secretaria de Mark (Angelina) me avisó que Mark estaba buscando por mi, fui a su oficina de inmediato. Abrí la puerta después de tocar y que respondiera "pase".

—Me estabas buscando Mark. -Le dije al ponerme de pie fente a él, sentado en su escritorio, está viendo algo en su computador con cierta concentración, fui ignorada por algunos segundos hasta que decidió voltearme a ver-

Quedó un poco atónito al ver mi rostro tan hinchado quiero suponer.

—Zayn me ha pedido toda la próxima semana para faltar. -Fueron sus primeras palabras- Tenía todo su ojo izquierdo morado, con su labio abierto cuando vino a avisarme. -Pasé saliva, no me gusta por donde va esto- Me imagino que tú tienes una idea de lo que está sucediendo con él. -Asumió- Te escucho.

—Zayn tuvo sus razones. -Respondí tajante- No me corresponde saberlo. -Alzó sus cejas a mis palabras-

—Tengo entendido que están juntos de nuevo...-Interrumpí-

—Estábamos. -Le corregí, dejándolo callado un poco sorprendido, entendió que es algo de lo que no quiero hablar-

—Miller, no entiendes lo grave que es esto para mi. -Me explicó- No me puedo dar el lujo de dejar que un criminal tan importante como lo es Zayn, se tome sus vacaciones y esté al aire libre como el guste. -Niega con su cabeza, cuando paró, de repente abrió sus ojos como plato posándolos en mi- ¿O acaso tú le hiciste eso en su ojo?

La Criminal. Segunda Parte.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin