Capítulo 11. Después de tanto tiempo.

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Mierda. Ahí está, es él sin duda alguna, de pie a un lado de su patrulla, pero esperen, un hueco en el estómago y enojo por mis venas invadió mi cuerpo. Está... ¿Con una mujer? ¿Una mujer? Le sonreía coquetamente como lo hacía conmigo, no puedo ver el rostro de la rubia y flacucha que me da la espalda, pero lo veía de frente, jugando con sus rizos rodeando con sus brazos el cuello de Harry. Mientras que Harry solo tiene sus manos guardadas en su saco, sonriéndole o incluso riendo como si ella le estuviera contando un puto chiste.

—¿________? -Volvió a preguntar Louis sacándome de ese transe, volteé a verlo de golpe, él entrecerró sus ojos viéndome extrañado- Que nos tendremos que esperar un buen rato.

No respondí, solo asentí aún tratando de salir de este transe. ¿Quién mierda es esa mujer? Hasta ahorita me estoy percatando que también viste de oficial, como él. No estoy celosa, claro que no, ¿O sí? No, ¿Qué dices ________? No lo estoy mierda. Traté de distraerme volteando a ver a los demás, uno, dos, tres, cuatro, cuento en mi mente a todos, seis, siete.. dejé de contar en un momento.

—¿Dónde está Jacob? -Pregunté a tal grado que todos pudieron escuchar-

—Sigue escondido en la casa. -Dijo Zayn al voltearme a ver-

—¿En la casa? -Pregunté de una forma exaltada- ¿Por qué mierda no salió como todos ustedes?

—No pudo. -Dijo Jenn a lo lejos de mi- Él se quedó en el primer piso.

—Se quedó escondido donde estaba la droga, debajo del piso de madera. -Dijo Louis a mi lado-

—Mierda Jacob. -Maldije en voz baja-

Puta madre, que frío hace. Volví a asomarme desde el techo encontrándome con la misma escena, molesta quité la mirada.

—No es que no me encante estar en el techo de una casa congelándome de frío, pero, ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? -Preguntó Morgan quitando el silencio-

—El tiempo que sea necesario. -Le dijo Zayn con seriedad-

—¿Hay probabilidad de que ellos logren subir? -Preguntó Nicky un poco harta-

—La hay. -Dije segura- Solo esperemos que no pase.

No quiero asomarme de nuevo, solo quiero esperar, y por fin, comenzaron a arrancar las patrullas. Mierda, ya era hora. Nos asomamos con cautela para verlos irse, al ya estar alejados de la casa, decidimos esperar un rato más en el techo, pero ahora sí pudimos ponernos de pie.

—Nunca los vimos seguirnos. -Hizo memoria Jenn-

—Son inteligentes los bastardos. -Dijo Louis al observar a lo lejos-

Algo no está bien, algo no me cuadra. Alcé mi mano, todos callaron al verme pedir silencio. Volteé a ver la casa bajando mi mirada, mientras que todos me veían.

—Siguen aquí. -Dije segura de mis palabras-

—¿Cómo lo sabes? -Me vieron extrañados-

—No han pasado las patrullas por la carretera, significa que están esperando. -Dije aún más segura-

—Están en la casa escondidos entonces. -Asumió Liam-

—Jacob sigue en la casa. -Recordó Zayn ese pequeño detalle-

—Bajemos. -Ordenó Chad-

—Si están en la casa, ¿Para qué queremos ir al objetivo? -Preguntó Morgan sarcástico- Es mejor atacar desde aquí donde no nos pueden ver.

—Morgan tiene un punto. -Le dio la razón Liam-

—Yo bajo. -Dijo Chad seguro de sus palabras- Alguno tiene que ayudar a Jacob si es que están con él adentro.

—Te hago segunda. -Lo apoyó Zayn-

Al momento de que ellos comenzaran a caminar a la orilla del techo para poder saltar, se escuchó un golpe, uno hueco, como si hubieran dejado caer una piedra dentro de la casa.

—¡Sh! -Volví a pedir silencio-

El maldito aire congelante es el único sonido que nos acompaña.

—Mierda. -Maldije- ¡Salten! -Grité-

Explotó. Así como así. En este mismo momento, la casa hizo explosión, una muy grande que lanzó a cada uno de nosotros bastante lejos del perímetro. Ha explotado fuertemente dejando caer cada pedazo de madera después de nosotros, me cubrí con mis brazos para que no lograra caerme nada, joder pero que caída, por suerte no me ha dolido mucho, pero mis oídos escuchan fuertes zumbidos en ellos debido al gran ruido. Volteé a ver a la ya deshecha casa, mi único pensamiento fue Jacob, pero no puedo preocuparme por él ahora, mágicamente todas las patrullas regresaron de inmediato, mientras que de los árboles salen oficiales. ¡Puta madre! Volteé a mi perímetro para reconocer a mi equipo, quienes se ponen de pie para comenzar a pelear. Me puse de pie rápidamente.

—Tenían que venir a jodernos. -Dije con fastidio-

—¡Cuidado! -Se escuchó una voz detrás mío-

Volteé con rapidez para ver cómo llega Víctor a golpear a un oficial que está a punto de agarrarme. Lo noqueó.

—Eres rápido.

—Lo tomaré como un gracias. -Dijo al crear una sonrisa en su rostro-

—Tómalo como un, no te voy a noquear por igual. -Hice una sonrisa traviesa-

Soltó una risa. Rápidamente volteé al sentir la presencia a alguien detrás mío, comencé a pelear con oficiales. No son tantos, pero sí nos estorban para escapar de aquí. Humo por doquier debido a la explosión, pero eso no impide que le rompa su cara a lo oficiales. Claro que, la gran y fría obscuridad de la noche, es molesta en estos momentos.

—Déjame ir a agarrar a alguno. -Dijo esa voz femenina en el oído de Harry-

Tardó en responder, tratando de buscarme con la mirada entre todo el humo y los oficiales que pelean contra nosotros, de noche casi no podemos distinguir nada.

—Con cuidado.

Ésta se fue hacia donde era el relajo de la gran pelea a tratar de ayudar. Sinceramente yo estoy divirtiéndome dejando inconscientes a los oficiales, soy excelente peleando, nadie se compara a mi forma de soltar golpes y de moverme, no recuerdo la última pelea en la que había perdido. Pero mierda, cada vez eran más refuerzos de oficiales, noto que algunos de mis amigos ya no están, lograron correr de ahí, mientras que yo estoy acorralada, sin dejar de pelear.

—¿Ya nos podemos ir? ¡Me estoy aburriendo! -Dije al darle un fuerte golpe a un oficial-

—¿Tienes la idea de que te podrás escapar muñequita?

Volteé a esa femenina voz, encontrándome con la ingrata sorpresa de ver a la flacucha rubia que estaba abrazada y coqueteando con Harry hace unos momentos. Solté una risa a sus palabras.

—No quiero lastimarte linda. -Dije con piedad-

—Perra infeliz. -Me dijo con molestia-

Comenzamos a pelear, vaya que para mi es fácil, no, esperen, no es tan fácil, la maldita perra es demasiado buena peleando, no tanto como yo, soy una profesional, de las más buscadas por la CIA y se encuentra peleando contra mi una flacucha, pero una demasiado buena. Llegó el momento de huir, pude notarlo ya que cada vez eran menos de los míos, se iban corriendo, tengo que librarme.

—Lo lamento rubia.

Fueron mis últimas palabras antes de realmente darle un fuerte golpe, mareándola y haciendo que se alejara de mi unos centímetros, se tocaba su nariz con sonidos de agonía. Mientras que yo le dirigí unas últimas palabras.

—Dile a tu noviecito de rulos que tenga suerte para la próxima.


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La Criminal. Segunda Parte.Where stories live. Discover now