Hay momentos en los que mi bolso/camión de carga, tiende a hacerme arquear mi espalda 180 grados. Cosa que se hace notar durante una semana mediante una luxación de hombro y una distorsión de articulaciones. Ahí es donde yo misma me pregunto: ¿qué llevo en el bolso para que pese tanto?
Mi respuesta siempre viene siendo algo así como: lo necesario. Por qué, ¿se está alguna vez lo suficientemente preparada para cualquier cosa que la vida te puede deparar?
Mantener la calma en situaciones de emergencia puede depender únicamente de lo que tengas a mano.
Según la RAE un bolso es "una bolsa de mano generalmente pequeña, de cuero, tela u otras materias, provista de cierre y frecuentemente de asa, usada especialmente por las mujeres para llevar dinero, documentos, etc."
Ese etc. es el que quiero compartir hoy.
¿Qué significa realmente para mí la palabra bolso? Un pozo sin fondo creado para meter dentro todo lo que me haga falta.
He llegado a meter un gato, él que por cierto llegó a hacerse ahí sus necesidades, pero volviendo al tema, he aquí lo que contiene mi bolso en este momento. Empecemos la cuenta:
1. Cascos.
Muy necesarios para mi día a día, escuchar música no es posible sin ellos. Ahora mismo el auricular derecho ha dejado de emitir y el cable está enredado con cada cosa que llevo ahí dentro, pero aún así, sigue respirando.
2. Galletitas.
¿Perdida?
¿Hambrienta?
¿Cómo calmaría esos antojos que me dan a extrañas horas?
La verdad es que éstas están a punto de caducar, no les hago mucho caso porque no son mis favoritas y ahora que lo pienso bien, es verlas y se me quitan las ganas de comer. Tal vez sea esa la idea de por qué las llevo en el bolso. Me quitan el hambre totalmente.
3. Cargador de móvil.
Más cables que se enredan con todo. ¿Alguién por aquí que tenga un truco para impedir que esto ocurra?
4. Un lápiz con una libreta.
Las primeras páginas están pegadas, deduzco que un caramelo se coló entre ellas y tan calentito estaba que se derritió. En estas primeras páginas hay un par de números de alguien que no sé quién es y un ticket en el que solo puede leerse "have a nice day" y "please come again".
El resto de anotaciones me las reservo para mí.
5. Mariposas, ranitas, flores y barcos.
En mis ratos tontos y si estoy fuera de casa, agarro cualquier papel que encuentre por ahí y me dedico ha hacer papiroflexia, por lo que todas esas cosas van a parar a mi bolso. Es muy útil tenerlas ahí por si alguna vez te encuentras a una niña llorando en la calle porque su globo rojo se ha ido volando. Tu mariposa iluminará su cara.
Además, recomiendo mucho el origami, es relajante y ya digo que puede salvarte en muchos casos de estrés.
6. Juegos varios y minúsculos.
Tengo un pequeño objeto que tiene el tamaño de un lápiz y que hace burbujas de jabón. Cuando estoy en el parque me parece divertido hacerlas. Mi alma de niña se revela.
También llevo conmigo cartas. Una baraja siempre puede romper el hielo.
7. Pañuelos.
Sangre en la nariz, goteo nasal, lágrimas, derrames de líquidos, piel grasa... Estos son útiles todo el tiempo.
8. Cartera.
Es enorme comparada con el minúsculo billete que contiene, pero no pasa nada porque llena está. De fotos, tarjetas, mi trébol de la suerte, alguna moneda....
9. Barra de labios.
Es de arándanos y la utilizo bastante. Mis labios agrietados lo agradecen.
10. Llavero.
Es una zapatilla en miniatura y me recuerda a las primeras converse que tuve, mi madre casi no conseguía quitármelas ni para dormir.
Tengo seis tipos de llaves. Una es la de casa, las otras... tengo dudas.
11. Medicina.
Llevo un par de pastillas para esos días que la cabeza duele más que mil demonios.
12. Toallas femeninas.
Estas no podían faltar y no necesitan explicación.
13. Una pinza para el cabello.
Siempre llevo en mi muñeca una coleta, pero a veces hay esos pelillos que no consigues dominar de ninguna manera. ¡La pinza entra en rescate! Además, nunca se sabe cuando puedas necesitar abrir tu casa porque la llave se te ha quedado dentro.
Soy culpable.
14. Un libro.
En este momento llevo "Salva mi alma" de Rachel Vincent. Es para los momentos de espera y todavía no lo he comenzado. Será que no he tenido que esperar mucho últimamente...
15. Un sobre de té.
No puedo pasar un día sin té, así que llevo algún sobre instantáneo para si me entran ganas mojarlo en agua y poder tomarlo sin más.
Y llegamos al final, ¿no llevo tantas cosas no?
¡Noo!
Acabo de descubrir que mi bolso tiene una gran brecha en su culo. Tendré que hacerle una operación aunque no sé si se salve.
Papá Nöel, si lees esto, un bolso nuevo no estaría nada mal.