El poder de la amabilidad

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El mundo sería mucho mejor si todos nos comportáramos de una forma más educada. No me refiero únicamente a las normas de urbanidad, sino, sobre todo, a adoptar una actitud más tolerante y generosa.

Recibir una sonrisa por la mañana nos puede alegrar el resto del día. ¿No lo creéis? Se trata de un gesto mínimo pero puede tener una repercusión enorme.

El filósofo Arthur Schopenhauer ya lo decía, «La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida».

Un empujón al entrar en un autobús, un coche que no respeta un semáforo, una mala contestación por parte de un camarero... ¿qué ocurriría si viviéramos en un mundo en el que todo fueran gestos irrespetuosos? Si, por el contrario, hiciéramos el esfuerzo de ser amables con los otros, incluso con los desconocidos, el mundo en el que vivimos mejoraría notablemente. Para ello, no hay que esperar a que los primeros en ser considerados sean los demás, sino que empecemos nosotros mismos a serlo. La amabilidad tiene efecto «boomerang». Si procuramos sembrar sonrisas por donde vayamos, la cosecha no podrá ser más agradable.

Si vosotr@s también queréis transformar por completo el mundo que hay a vuestro alrededor, empezad hoy mismo y convertiros en especialistas de la amabilidad.

CAMBIAD EL CHIP. Para generar simpatía, no basta con esbozar una sonrisa impostada, es necesario cambiar nuestra forma de concebir el mundo. Las personas verdaderamente amables tienen una serie de rasgos comunes. Son muy empáticas, es decir, son capaces de ponerse en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos, además de ser generosas, y tener una concepción más positiva del mundo. Si queréis "licenciaros" en la ciencia de la amabilidad, tratad de adoptar esta filosofía de vida.

COOPERAD EN LUGAR DE COMPETIR. A la hora de relacionaros mejor con vuestro entorno, no intentéis buscar el protagonismo imponiéndoos a los demás. No se trata de ser el primero en todo, sino de conseguir un mayor entendimiento entre el grupo, fomentando valores como el respeto y la tolerancia.

CONTROLAD LAS EMOCIONES NEGATIVAS. En situaciones conflictivas, en lugar de dejarse llevar por la ira o el enfado, las personas amables usan técnicas más constructivas. Su objetivo no es salirse con la suya a cualquier precio, sino ceder terreno, si es preciso, con tal de solucionar el problema y lograr el bien común.

PONED FRENO AL INDIVIDUALISMO Y A LA INDIFERENCIA. Son los dos principales enemigos de la cortesía. Preocuparse sinceramente por los demás facilita la comunicación y el entendimiento. Es necesario, por lo tanto, salir de nuestra burbuja y vivir con más intensidad las relaciones con las personas que nos rodean.

Esto último me lleva a: ¿cómo os gustaría que os trataran los demás? Pues la respuesta a esa pregunta es exactamente como debemos tratarlos a ellos. Siguiendo esta norma básica la convivencia con las demás personas será mucho más agradable.

Hablad de forma respetuosa. Es importante decir las cosas de forma amable y cordial, así vuestro mensaje será mejor recibido. El tono que empléis y las palabras escogidas también son muy importantes.

Escuchad con atención. Una conversación no es un monólogo, es un intercambio de opiniones entre dos o más personas. Cuando sea el turno de vuestro interlocutor, debéis escucharlo y tratar de no interrumpirlo.

Sed puntuales. Es una de las normas más importantes de la buena educación. Llegar tarde es una gran falta de respeto, ya que demostramos que no valoramos el tiempo de los demás.

Saludad siempre. Nos lo enseñan de niños, pero, a menudo, se nos olvida. Saludar a una persona, sobre todo si el saludo va acompañado con una sonrisa, es una forma muy especial de reconocerla y valorarla.

Tratad de ser agradecidos. Valorar todo lo que los demás hacen por nosotros y hacérselo saber es un gran gesto de agradecimiento hacia ellos.

Disculpaos cuando os equivoquéis. Hay que saber reconocer nuestros errores y, si no hemos obrado bien, pedir perdón. Es difícil pero necesario.

Tratar a los demás con cortesía nos convertirá en mejores personas.

Sé que nadie es perfecto, pero intentar mantenerse por este camino, es una manera de acercarnos a esa "ansiada" perfección, ¿no creéis?

¿Una vuelta de tuerca? {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora