¡Sonríe!

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Con este simple y espontáneo gesto puedes lograr muchas cosas. Cuando nos reímos nos contagiamos de alegría y lo transmitimos a quienes están a nuestro alrededor. Además, la buena sintonía que desprende ese movimiento facial repercute muy positivamente en nuestra salud. ¡Aprovéchate de las incontables virtudes de unas carcajadas!

Hace más atractivo/a. La sonrisa es uno de los puntos fuertes del rostro. Quienes se ríen con frecuencia resultan más atractivos a la vista de los demás y desprenden simpatía y proximidad. Además, en una pareja, esta comunicación no verbal crea vínculos muy fuertes.

Libera tensiones. Reír es un mecanismo de defensa, tanto a nivel físico —reduce la presión sanguínea, relaja los músculos y estimula las defensas— como emocional —frena el estrés y la ansiedad—, que nos ayuda a relajarnos. Cuando lo hacemos, liberamos endorfinas, unas hormonas que nos hacen sentir felices. Por otro lado, la risa rompe la tensión social que se crea en determinadas situaciones, aportando naturalidad.

Corazón sano. Diversos estudios confirman que las personas risueñas tienen un 40% menos de probabilidades de sufrir un infarto porque, al reír, el tejido que recubre los vasos sanguíneos se expande y evita que se formen coágulos.

Alarga la vida. Según un estudio de la Universidad de Navarra, esta práctica tan sana refuerza nuestro sistema inmunológico y, en consecuencia, puede hacernos más longevos.

¿Una vuelta de tuerca? {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora