No sé en los demás países, pero en mi caso, en España, hay datos que indican que cuatro de cada cinco personas han respirado aire contaminado en este año.
Con este aumento de polución se activaron medidas que dictan los protocolos.
En Madrid, la capital del país, se instaló el pasado mes de Noviembre el escenario 2 que obliga a reducir a 70 km\hora la velocidad en los accesos a la ciudad y prohíbe aparcar en el casco urbano a los no residentes. Las estaciones medidoras registraron durante 2 días consecutivos más de 180 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2), lo que superaba lo recomendado por la OMS.
Si empeorara la calidad del aire, se activaría el escenario 3, que restringiría el tráfico a la mitad, es decir, coches con matrículas pares o impares según el día.
Se estudia ahora, cerrar el centro de Madrid a los vehículos de los no residentes y restringir el uso del coche privado. Se trata del Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático, que entraría en vigor en 2017.
Los más perjudicados son las personas más vulnerables, como siempre.
• Embarazadas y niños. La contaminación en el aire tiene un efecto negativo en el desarrollo del feto, así como un empeoramiento en las vías respiratorias, alergias y asma en los niños. Además, según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, la polución medioambiental reduce la tasa de fertilidad y aumenta el riesgo de aborto.
• Los mayores. Según estudios, vivir en un entorno contaminado puede favorecer la hipertensión y los accidentes cardiovasculares en mayores. La polución atmosférica agrava los síntomas de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer. El ozono reduce la función pulmonar.
Aunque parezca un dicho sin fundamento, yo estoy convencida de que cada gesto suma.
Caminar, ir en bici, usar el bus, el tren o cualquier otro transporte público contribuye a reducir las emisiones de dióxido en el aire y a controlar la polución. También contribuye hacer un consumo responsable de la calefacción, el gas y la electricidad.
Ayudemos a hacer un mundo mejor.
Escrito por mí misma en 2017. Ahora las cosas han cambiado bastante, estamos en un escenario distinto, el coronavirus lo inunda todo.