Cuando ves a alguien bostezando, ¿no te ocurre que te entran ganas también?
Porque sí, en efecto, el bostezo es contagioso y nuestro cerebro es prácticamente incapaz de controlarlo.
Los expertos creen que el bostezo surgió como una señal social para indicar al resto que era hora de dormir y así vivir todos con el mismo ritmo y por el mismo horario.
En el mundo acelerado de hoy nos cuesta sacar horas al día para hacer todo lo que queremos. ¿Y qué hacemos? Pues permanecemos despiertos más tiempo y dormimos menos, y ese sueño que perdemos podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. Porque el sueño puede ser lo más importante que se hace al día para descansar la mente y el cuerpo. Es como llevar la mente y el cuerpo al taller, ya que cuando dormimos hay sustancias químicas que eliminan las toxinas y los productos de desecho, los tejidos se reparan y las reservas de energía se rellenan.
Vamos a trabajar ahora la compasión y la moral de todos nosotros. Es tan solo un juego, pero nos sirve para trabajar la conciencia humana.
Tenemos un tren descontrolado que avanza a toda velocidad y tienes la opción de decidir si pasa por una vía en la que hay cuatro trabajadores o desviarle a otra en la que sólo hay un trabajador.
¿Qué harías? ¿Dejarías que atropellase a los cuatro trabajadores o desviarías el tren para que atropellase a una única persona?
Seguro que todos hemos coincidido y pensado que, dentro de un mal, mejor quedarse con el menor y desviaríamos el tren para que fuera por la vía de un solo trabajador.
Es normal que todos nos decantáramos por eso, esto ataca a la moral. Pero veamos ahora un segundo caso.
Volvemos a la misma situación de antes, un tren viene a toda velocidad y está en nuestras manos el destino de cuatro personas por un lado y alguien que tu conoces por el otro.
¿Qué pasa si esa única persona es un familiar tuyo?
¿Qué harías?
Si has elegido la opción de salvar a tu conocido, es normal, es lo que haría la mayoría. ¿Por qué? Puede que creas que escoger a un familiar frente a cuatro personas extrañas es algo puramente emocional, pero tiene un ingrediente biológico. Como todos los organismos vivos, queremos que nuestros genes pasen a generaciones futuras. Algunos psicólogos creen que actuamos bajo una estrategia evolutiva llamada "selección por parentesco". Salvamos a los familiares porque llevan los mismos genes que nosotros y queremos que nuestros genes pasen a la posteridad.
Ahora hablemos de intuición, ¿de donde surge? ¿Por qué hacemos cosas que parecen surgir de la nada? Parece que la intuición no llega de ninguna parte porque muchas de nuestras respuestas intuitivas suelen pasar inadvertidas.
Para descubrir como funciona la intuición, cómo hacerle caso, te propongo otro juego.
Ya verás como funciona.
Fijate en esta imagen. Es un primer plano de algo muy cotidiano.
¿Sabes lo que es?
Un batidor a mano.
¿Te ha parecido complicado?
Vamos ahora con otra. Esto seguro que lo has usado miles de veces.
¿Sabes que es esa imagen? ↑
Unas tijeras.
¿Lo has adivinado o tu cerebro se ha enredado?
Y ahora, ¿qué es este primer plano?↓
¿Tienes ya la respuesta?
Una cerradura.
Seguro que la mayoría ha adivinado, al menos una. Si es así, ¿cómo es que la has adivinado? Tu no te has parado a analizar la composición de cada cosa, simplemente sabías lo que era. Pero lo notable es que aún así, se ha producido toda una serie de procesos en el cerebro, lo que pasa es que no te has dado cuenta.
La intuición es un pensamiento que se produce demasiado rápido para que nos demos cuenta.
En cierto sentido no tenemos que pensar nada para tomar decisiones intuitivas, son un paso más allá de los reflejos.
La razón tiene que ver con como funciona el cerebro. Tenemos un cerebro inconsciente que está lleno de información y continuamente está recibiendo más información. El cerebro está comparando todo el tiempo lo que llega nuevo con lo que ya sabe. Basta con el mínimo detalle para activar la intuición del cerebro y conectarla con la visión del conjunto.
Hablemos ahora de intuición numérica, el cerebro tiene una aplicación específica para detectar números.
Los humanos tenemos una serie de intuiciones a la hora de detectar números, que va unida a nuestro ADN.
Esta característica de la mente humana, nos permite hacer impresionantes aproximaciones sin tener que realizar el esfuerzo consciente necesario para realizar una cuenta exacta.
La intuición numérica es la que utiliza nuestro cerebro cuando tenemos que tomar una decisión en la que intervienen muchos números y variables.
Así que, la próxima vez que tengas que tomar una decisión importante, como comprar una casa o varios productos que están en venta, puedes confiar en que nuestro cerebro decidirá lo correcto.