Se define como el tiempo destinado para dormir o descansar después de comer.
El nombre tiene su origen en la "hora sexta" romana, que se corresponde con la sexta hora del sol, entre las 12 y las 14 horas.
El calor es un factor condicionante en el hábito de dormir la siesta.
En los países cálidos, donde la temperatura ambiente al mediodía es muy elevada, este calor se suma al sueño que provoca una copiosa comida, y por lo tanto, estas condiciones favorecen el hábito de la siesta.
Por eso, no es de extrañar que sea una costumbre de países cálidos, mediterráneos y tropicales, y esté influida por factores geográficos y climáticos.
Aunque, tradicionalmente, se atribuya su origen a algo típicamente español, exportado con éxito a muchas otras latitudes, en la actualidad, la siesta se practica en muchos países, algunos tan dispares como China o Estados Unidos.
FISIOLOGÍA
La siesta es una consecuencia natural de los cambios hemodinámicos ocasionados por la ingesta de alimentos y por el calor. La sangre, después de una copiosa comida, aumenta en las regiones que intervienen en la digestión, abdomen y aparato gastrointestinal, y por tanto, disminuye su presencia en el sistema nervioso central.
Además, el calor aumenta la vasodilatación periférica de la piel y, como consecuencia, acumula más sangre en el exterior.
Ambas circunstancias generan una disminución del riego cerebral, que es la principal causa de la somnolencia que se siente después de ingerir una copiosa comida, factor también predominante en los hábitos alimenticios españoles y desencadenante del hábito de la siesta.
CARACTERÍSTICAS
La duración, el lugar, el momento y las condiciones que debe tener una buena siesta son temas muy debatidos.
Con respecto a su duración, la mayoría de los expertos opinan que el tiempo ideal oscila entre 20 y 30 minutos. El sueño inicial es el más profundo, y si se prolonga, puede interferir en el descanso nocturno, trastocar el reloj biológico natural y causar insomnio.
El lugar para dormirla puede ser cualquiera donde uno se encuentre cómodo, tranquilo, en penumbra o en sombra y que pueda estar aislado.
El momento tradicional es después de la comida del mediodía, aunque existe la siesta de antes de comer, conocida como "siesta del carnero", que también tiene un efecto reparador.
BENEFICIOS
• Es algo "natural" que genera la ingestión de alimentos.
• Ejerce una relajación muscular y psíquica con alivio de la tensión y el estrés.
• Ayuda a recuperar las energías perdidas durante el trabajo de la mañana.
• Mejora la atención, la concentración y el rendimiento intelectual.
• Mejora el humor, la creatividad y las ideas.
• Desciende la tensión arterial y reduce el riesgo de infarto.
• Beneficia a la piel, la expresión facial y la actitud.
• El sueño es siempre una forma de vida reparadora.
¿CREA DEPENDENCIA?
Las personas que, habitualmente, duermen la siesta la necesitan siempre, aunque esta sea de corta duración y no necesariamente tumbados en la cama.
Su organismo, su mente y su cerebro están acostumbrados a un descanso a mitad del día.
En edades tempranas de la vida, hasta los tres o cuatro años, es una actividad ineludible y necesaria. Y no solo una, sino dos. Normalmente, los bebés hacen dos siestas, una matutina y otra vespertina, manteniéndose la de la tarde hasta esas edades y más mayores.
Y ahora, ¿a quién no le apetece una siesta?