El bosque tropical, el mediterráneo, el templado o el boreal, todos estos se encuentran por toda nuestra geografía y son depósitos vitales de biodiversidad en el planeta.
Y por eso me pregunto, ¿por qué se los amenaza todo el rato?
Los incendios.
Esta es la palabra que más está sonando estos días en las noticias y es una palabra que aborrezco.
Llegados los meses de verano, todos los que vivimos rodeados de naturaleza nos vemos atemorizados por ella.
Los fuegos pueden empezar por causas muy variadas: fallos en las instalaciones eléctricas o de combustión, escapes de combustible, accidentes en la cocina... Pero la mayoría de los incendios comienzan por una negligencia humana: por pirómanos, por equipos que producen chispas, colillas mal apagadas, fuegos desatendidos, quemas agrícolas o por las líneas eléctricas.
El fuego puede propagarse rápidamente a otras estructuras haciendo que pase a la etapa de incendio.
Un incendio forestal descontrolado puede arrasar con todo a su paso, propagándose a gran distancia, sobrepasando ríos, carreteras e incluso cortafuegos.
Cuando la frecuencia de los incendios forestales en una región concreta es alta, el impacto puede ser devastador. Se interrumpen los ciclos naturales de los bosques y desaparecen las especies nativas, mientras que proliferan las plantas invasoras. Aumentan los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, contribuyendo al efecto invernadero y al cambio climático.
Se generan cenizas y destruyen nutrientes. Se erosiona el suelo, propiciando inundaciones y corrimientos de tierra.
Todos los desastres ecológicos tienen una influencia sumamente negativa en la economía de la zona.
Por todo ello siempre le daré vueltas a por qué alguien puede querer quemar un bosque.
Hace un par de días fue encontrada por la policía una mujer de unos cincuenta años que llevaba en su coche unos mecanismos accionadores de fuego. Esta mujer había creado un incendio poniendo varios de esos artilugios para que explosionaran a la vez y así hacer más difícil las tareas de extinción.
¿Qué se puede decir de ella?
Enferma.
Eso es lo que dice todo el mundo de cómo está ella, sin embargo se le podría llamar asesina perfectamente. Ha arrasado con formas de vida que lo único que estaban haciendo era contribuir a su calidad de vida.
Es una criminal que utilizó el poder destructivo del fuego para llegar a un objetivo que no alcanzo a entender.
Este tema me supera tanto.
Yo he vivido un incendio en mis carnes y es algo aterrador.
He visto y he sufrido la desesperación de ver como las llamas lo devoran todo.
El humo te ciega y hace que el aire sea irrespirable.
La gente se junta y hace acopio de todas sus fuerzas para intentar salvar todo lo que tiene a su alrededor, pero muchas veces eso no sirve de nada y lo único que te queda es impotencia.
Todo lo que alcanza tu vista es negrura y una inmensa nada llena de montículos humeantes.
Después te aferras a la esperanza. Es lo que queda. Esperanza de que todo vuelva a crecer y de que algo tan devastador no vuelva a repetirse.
Las lágrimas de sentirlo todo perdido todavía vuelven a mí cada vez que lo recuerdo y cada vez que veo una de esas noticias.