Bueno, este cap también será de Dylan, el que viene después será sobre Hugo, luego tocará Patrick y después Allen, ¿okay?
Por cierto, a los lectores que dicen que si le pasa algo malo a Dylan no volverán a leer esta historia, oye, que peores cosas ha vivido Patrick y ahí está el pobrecito, la historia a mimado mucho a Dylan y ahora le toca a él e-e
Además, ya sabéis que después del drama siempre os traigo buenas sorpresas.
Asi que...pase lo que pase, lean el cap entero porque con la misma pasa algo agradable al final (?)
Dylan terminó de vestirse ya que al final decidió aceptar la propuesta de Bratt.
No se había esmerado demasiado en la vestimenta, o mejor dicho, nada. Calzaba sus deportivas de diario, los vaqueros más desgastados que tenía y un suéter cualquiera.
Ni siquiera se tomó molestia en mirarse al espejo para peinarse, aunque, no pudo evitar peinarse inconscientemente sin mirarse en ningún espejo.
Aquello ya era un movimiento involuntario de su cuerpo.
-Mamá, llegaré temprano.- Le comentó a Charlote.- Tan solo voy a estar Bratt viendo una pelicula.
-Vale cariño.
-Iremos al cine.- Recalcó.
-Me parece fenomenal.- La mujer estaba sumergida en la televisión.
-Al cine que está más cerca de casa, y, llegaré antes de las 00.00, ¿de acuerdo?
-Que si, que si.- Decía asintiendo mientras se llevaba una cucharada de helado a la boca.
Dylan se fue pensativo, tenía miedo, por algún motivo había sentido la necesidad de especificarle a su madre con quién y donde iba a estar, y sobre todo, a partir de la hora de la cual debería empezar a preocuparse si no llegaba.
''Bratt nunca me haría daño'' Se autoconvenció.
Salió de casa con el móvil en las manos, sonrió sintiendo su corazón acelerarse al ver el número de Chris en el mensaje que Patrick le acababa de enviar.
''Quiere que tengas su número, bueno, en realidad le dije que lo querías tú, emm...no, no le dije nada, te lo mando porque quiero que le llames de una puñetera vez, osea, pero, igualmente, yo sé que él quiere tengas su número''
-Patrick, de verdad...que voy a hacer contigo.- Musitó delatando sus pensamientos en voz alta.
-¿Tu amigo no?- Comentó Bratt a su espalda.- Supongo que estarás feliz por volver a verle.
-Mucho.- Dijo el chico sonriente mientras guardaba su móvil en el bolsillo con nerviosismo, temía que si Bratt veía el mensaje pudiera cabrearse.
''¿Por qué demonios le tengo tanto miedo? Joder, tan solo me besó, tampoco es que intentara matarme.''
-¿Vamos?- El mayor le ofreció el brazo para que se agarrase a él, más Dylan aceptó el ''vamos'' con una simple sonrisa sin agarrarse a ningún lado.
Caminaron en silencio, esta vez todo era diferente, parecía que los miles de temas de conversación de los que siempre tenían para hablar sin aburrirse se habían acabado para siempre, que de repente, eran dos desconocidos, y que la complicidad, había desaparecido junto con la amistad.
Entraron a ver la película, Dylan intentó elegir una de humor, ya que reírse le venía bien, más Bratt se decantaba por el romaticismo lo cual hacía que el rubio tuviera ganas de mandarlo a freír espárragos y regresar a casa.
Al final, para no pelear más, terminaron entrando a una de terror.
Bratt observaba la peli, y de vez en cuando, mirada de reojo a Dylan.
Intentó en varias ocasiones tomarle de la mano, pero todas fueron fallidas ya que, en la primera, Dylan fingió tener unos horribles picores sin parar de rascarse, en la segunda, se fue al baño, en la tercera, a por palomitas, en la cuarta, a por coca cola, en la quinta, de nuevo le picaba todo, en la sexta, tenía que evacuar el medio litro de coca cola que se había bebido, en la sexta....
-Estás muy raro, ¿te sucede algo?- Cuestionó al salir de la sala y caminar de regreso a casa.
-No... todo bien.- Mintió sin saber ni por qué estaba tan raro.- Supongo que estoy melancólico, ahora tendré que retomar la vida que llevaba antes, tengo miedo de que las personas que me importan no me acepten como antes.
-¿Las personas? ¿De qué personas hablas? Que yo sepa, solo tienes a Patrick.- Recalcó mostrando su notable molestia.
Aquello ofendió a Dylan.
-Tengo más amigos, como Roger y todos los chicos del basket, también tengo a Débora, Lara y...bueno, Michael aun no puedo considerarlo amigo, pero está en la línea neutral, ya no es mi enemigo.- Hizo una mueca.- Y por supuesto, Antonio, tengo tantas ganas de verle, voy a llevarle una tarta cuando vuelva, será lo primero que haga, ir a visitarle, creo que Patrick se animará a ir conmigo.
Bratt le tiró del brazo de forma violenta apretándole el colo.
-No quiero que vayas a ver a ese hombre.
Su entrecejo estaba arrugado, así como su mirada, era igual que la de su sueño.
Dylan intentó soltarse, pero no pudo.
-Déjame en paz, no eres nadie para decirme lo que puedo y lo que no puedo hacer.
-¿Es que no te das cuenta?- Alzó la voz, la gente empezó a mirarles.- Esa gente te ha hecho daño, no debes acercarte ni a Chris ni a nada de lo que tenga que ver con él.
-Antonio es un hombre muy bueno, indiferentemente de lo que sucediera entre Chris y yo, voy a seguir visitándole, le tengo mucho cariño.
-Te lo prohíbo.- Masculló empujándole hasta el callejón que llevaba a su casa.
-¿Que mierda haces? No pienso ir a tu puta casa, suéltame gilipollas.
Bratt desestimó a Dylan, aunque fuera un chico dulce, ingenuo, cariñoso y con un corazón tan blandito como algodón de azúcar, estaba fuerte de practicar deporte y sabía defenderse.
Dylan jaló con tanta fuerza que se lastimó su propia muñeca, logrando al menos deshacerse de Bratt, el mayor intentó apresarle, pero este fue rápido pegándole un puñetazo en la nariz.
Aunque eso no le libró del todo de su agresor, ya que se llevó una patada en el estómago que le dejó mareado y confuso.
-Puto enfermo, ¿qué coño quieres?
-Que olvides a ese imbécil de mierda.- Instó agarrando a Dylan por la muñeca dolorida nuevamente.
-¡No me toques!- Gritó llamando la atención de un grupo de personas que iban paseando cerca y comenzaron a mirarles.
Dylan aprovechó ese instante que era claramente su única oportunidad de escapar para salir corriendo y regresar a casa.
Una vez estuvo frente a la puerta, sacó las llaves de su bolsillo con las manos temblorosas, estas se le cayeron al suelo a lo que chasqueó la lengua e intentó cogerlas.
-¡Dylan! ¡Dylan ven aquí! Solo quiero hablar contigo.- Bratt no se había dado por vencido.
Dylan vio una nota pegada en la puerta de su casa que le hizo entrar en pánico.
''Cielo, papá y yo hemos salido a cenar ya que ahora estaremos unos días sin vernos, regresamos pronto''
Intentó encajar la llave nuevamente con torpeza mientras su corazón se iba a salir y las lágrimas empezaban a humedecer sus ojos.
''Por favor, por favor...'' Pedía en su interior.
-¡Dylan!- Bratt ya estaba a escasos metros de él.
La llave encajó a lo que le dió la vuelta a la cerradura para abrir, pero, no abrió, ya que tenía la segunda cerradura también echada.
Bratt ya estaba demasiado cerca.
Así que, usando un poco el sentido común, y, sabiendo que no le daría tiempo a entrar, salió corriendo a toda prisa hacia la parte trasera de la casa.
Sentía los pasos de Bratt tras él y su voz llamándole, era como si el mismo demonio le estuviese persiguiendo.
Su mente había desarrollado un terror absoluto hacia él.
Saltó la vaya cayendo de rodillas sobre la hierba del jardín, entró a toda prisa por la puerta trasera y una vez la cerró, echó todos los cerrojos.
-Dylan.- Oyó su voz y su corazón casi explotó.- Solo quiero hablar contigo.
''La ventana'' Pensó.
Efectivamente vio como este había saltado la vaya e iba directo a entrar para ''hablar''
Pero Dylan no tenía nada de qué hablar con él.
Se dirigió a toda prisa hacia esta, Bratt también corrió intentando colarse antes de que la cerrara, más el rubio cerró tan fuerte que le pilló los dedos y este, comenzó a gritar del dolor.
Instintivamente, Dylan abrió un poco para que pudiera sacar la mano, pero Bratt en su furia aprovechó la fuerza para abrirla por completo y colarse.
-Me lo vas a pagar niñato.- Rugió mientras caminaba violentamente hacia él.
En ese instante, el teléfono comenzó a sonar.
Ambos se quedaron quietos, mirándose el uno al otro.
-No contestes.- Ordenó.
Y como respuesta automática, Dylan se lanzó sobre el teléfono.
Era Patrick.
-Llama a mi madre, dile que venga de inmediato...- Decía con ansiedad y rapidez mientras los tristes pitidos que le confirmaban de que no había línea le hacían mirar hacia su mayor enemigo.
Había desenchufado el cable.
-Hijo de puta.- Musitó pensando en un plan B.- ¿Quieres que te parta la puta cara? No tengo ningún problema en darte una paliza.
-Ya, ¿y por eso tiemblas así? sabes que puedo contigo, por eso me tienes tanto miedo.- Contestó con sorna.
Dylan retrocedió hacia la cocina, sintiéndose acorralado.
Bratt se colocó sobre él en la encimera con una sonrisa maliciosa, ya no tenía escapatoria.
El mayor comenzó a besarle, aprisionándolo entre sus brazos, obligándole a sentirse suyo, mientras que, Dylan veía la cafetera con el café recien hecho que su madre había dejado preparado antes de salir.
Fingió tropezar para acercarse más a este, Bratt cayó sobre él para aprisionarle con su cuerpo como estaba haciendo hacía unos segundos, siguió besándole, hasta que, todo el líquido negro y humeante fue vertido sobre el cuerpo de Bratt que maldecia al chico rubio.
Este metio la mano en el cajon de los utensilios buscando algo con lo que defenderse de su agresor
Tomó con fuerza y decision un mango duro y grueso alzandolo hacia Bratt.
Maldijo su vida al ver la risa del otro mientras contemplaba como le amenazaba con un cucharon de plástico
"Mierda... Crei que era un cuchillo"
El sudor le bajaba por la frente mientras ya no sabia que mas hacer, en ese momento, el rugido de un coche alertó a ambos.
-Son mis padres. - Mintió -Entraran y te veran aquí, todo se ira a la mierda para ti Bratt, tu carrera universitaria, tu popularidad, todo... Joder, no merece la pena, vete de una vez y no arruines nuestras vidas.
La logica era lo unico que podia salvarle ahora mismo.
-Ya claro, como si no fueras a denunciarme en cuanto me vaya de aqui, ya que tengo que afrontar las consecuencias lo hare al menos habiendo conseguido lo que quiero.
Dylan apretó sus parpados tirando el cucharon al suelo.
-Si no me haces nada, te juro que lo olvidare todo.
Dylan acababa de tirar su ultima carta sobre la mesa, ya no quedaban mas comodines.
-No quiero que vuelvas con el. - Admitio apretando el puño. - ¿Como puedo impedirlo?
-Bratt, entre el y yo no hay nada, pero yo a ti te aprecio, somos mucho mas de lo que el y yo somos ahora, no tienes que tener motivos para celarle.
Estaba mintiendo y jugando un poco sucio, pero si esa era la unica forma de librarse de una violacion, lo haria.
Un segundo coche se escucho, pasos de tacones y zapatos hasta la puerta alertaban de que esta vez si habian llegado los padres de Dylan.
Bratt miro a Dylan indeciso, pero tras pensarlo unos segundos, decidio marcharse por la misma ventana que habia entrado.
El rubio se apresuro a limpiar el cafe para que nadie notara nada.
No quería hablar de lo sucedido, es mas, haria como si nunca hubiese pasado.
Salio a toda prisa hacia su habitacion justo cuando la puerta se estaba abriendo. Se acostó en la cama haciendose el dormido a los ojos de su madre.
Una vez esta le dio un beso en la frente y cerro la puerta, saco su movil para mandarle un sms a Patrick, ya era tarde y estaria dormido, pero al menos que supiera aue estaba bien.
"Por fin, mañana volvemos a vernos, te quiero taaanto pulga, hasta dentro de poco"
Dylan solía llamar pulga a Patrick de forma cariñosa porque era un poco mas bajo que el.
Intento relajarse no consiguiendo nada pues sus ojos, no paraban de lagrimear.
"Le necesito.... "
Fue lo unico que penso y automaticamente marco el numero de Chris sintiendo su corazon golpear contra su pecho con cada tono telefónico.
-¿Dylan?
-Hola...
Casi no podia hablar, su voz, hacia tanto que no la escuchaba, no podia describir como se sentia.
-¿Estas bien?
El labio inferior de Dylan se encogió, hizo un puchero sin poder evitarlo llorando de nuevo.
-No Chris... No estoy bien...
-¿Que te ha pasado? Oye Dylan tengo algunos ahorros, yo.. Creo que si le pido un adelanto a mi jefe puedo ir a verte, no quiero aue estes mal, de verdad... - L voz de Chris demostraba una ansiedad terrible.
Dylan sin embargo, moria de amor con cada palabra suya que escuchaba.
"Seria un sueño estar a tu lado esta noche" Contesto en sus pensamientos.
-Tranquilo solo estoy algo deprimido, ya sabes... Soy demasiado sensible. - Comentó sollozando. - Mañana vuelvo.
Silencio
-¿De veras?
-Si.. ¿Te alegra o te disgusta?
Cerró los ojos deseando escuchar lo que necesitaba.
-Me disgusta muchísimo. - Dijo con voz de graciosillo.
-No se ni para que pregunto.
-¿Acaso no lo entiendes? Voy a volver a ver al amor de mi vida y no podré ni abrazarle, ni besar sus labios...
Dylan se sonrojo muchisimo.
-Tu me besabas antes de que fuéramos novios...
-¿Es una indirecta?
-No. - Se nego con una sonrisilla picara, haciendose el interesante. - Oye raton...Chris, ¿puedo ir mañana a visitar a Antonio?
-Claro que si, mi casa siempre sera la tuya, pero ven en la noche porque ahora esta trabajando.
-Vale... Bueno, creo que te dejare dormir.
-No voy a dormir, sigo currando por las noches pero tu si debes descansar, te espera un viaje largo.
-Si, toda la razon, gracias por escucharme.
-Si vuelves a necesitarme solo llamame.
"Entonces no cuelgues nunca"
-Tampoco te creas tan importante en mi vida. - Le pico. - Chris... Buenas noches
-Jum, buenas noches.. ¿Me prometes que estas bien?
Dylan sonrio de oreja a oreja.
-Que si, plasta, hasta mañana.
Colgó notando maripositas en su estomago, aun no le había perdonado, pero había momentos en los que no podia evitar quitarse la mascara y dejar que saliera el amor.
Sin embargo, Chris tambien estaba bastante molesto con Dylan.
Pero si habia algo que no soportaba, era oirle llorar.
Chris era capaz de todo por aplacar el llanto de aquel niño rubio.