MARÍA
Estaba tumbada y relajada en mi cama, escuchando música del movil mientras iba cerrando los ojos y me quedaba dormida. Me desperté sin mis cascos y cuando los busqué, me encontré a Dani tumbado a mi lado con mis cascos puestos. Sonreí ya que parecía un angelito dormido. Estaba muy tranquilo. Le acaricié la mejilla y se movió un poco lo que hizo que sonriera aún más.
-Es buena música para quedarse dormido.
-No tenía pensado dormir-miré el reloj-. No tanto tiempo.
-Pues me alegro de que lo hayas heho, al menos has descansado un poco.-Sonreí
-¿Cuándo terminará esto?
-Necesitamos la ayuda de Álvaro. Y quizás, también la de otra persona.-fruncí el ceño
-¿Quién?
-Raquel. Es buena conduciendo, tanto como Álvaro y nos vendrá bien su ayuda.
-No pienso implicarla a ella también.
-María, la necesitamos. Hablaremos con ella y le explicaremos nuestra situación.
-No lo hará.
-Sabes tan bien como yo, que sí.
Quería discutirlo y hacerle cambiar de opinión, pero tenía razón y no podía remediarlo. Raquel aceptaría sin duda alguna para ayudarnos. Asi que no lo discutimos más y fuimos a decírselo a Álvaro. Cuando llegamos a su casa, nos abrió Carlos todavía medio dormido y nos indicó que pasáramos. Una vez hecho nos dirigimos rápidamente a su habitación y le vimos dormido.
Nos lanzamos una mirada cómplice y Dani se fue al baño mientras yo me preparaba para subir las persianas. Cuando Dani llegó, le lanzó el cubo de agua fría y haciendo que despertara sobresaltado y cuando se levantó mirando hacia la ventana, yo subí la persiana haciendo que cerrara los ojos ya que no estaba acostumbrado.
Mientras Dani y yo moríamos de la risa, Álvaro se levantaba y con el puño cerrado, frotaba la cabeza de Dani mientras se acercaba para hacerme cosquillas. Me dolía la tripa de tanto reirme al igual que a Dani y Álvaro.
Cuando un rato después, paramos de reirnos nos sentamos Álvaro y yo en su cama mientras que Dani se sentó en la silla que había una vez hubo apartado algunas cosas de la silla. Nuestros rostros se quedaron serios totalmente y Álvaro al vernos, supo que algo había pasado o que habíamos planeado algo.
-¿Qué ha pasado? Estais muy serios.
-Queremos que Raquel nos ayude en el plan.-miré a Dani desconcertada. Fue directo al grano.
Cuando volví a mirar a Álvaro, este tenía el semblante sorprendido, furioso y totalmente anonadado por lo que Dani había dicho. Y no le había gustado nada lo que había escuchado.
-Dani piensa que con la ayuda de Raquel podemos conseguirlo.
-No pienso arriesgarla a ella también. Estamos muy implicados, si nos pillan acabaremos en la cárcel y lo sabeis. ¿Quereis que ella también?
-Lo único que tendría que hacer sería...
-Me da igual. No pienso arriesgarla a que la pillen.-cruzó sus manos.
-Álvaro,-comencé- ya sé y sabemos... que estás enamorado de Raquel. Mírame-levanté su mentón para que me mirara-. Pero miranos a Dani y a mí-lo hizo-. Nosotros también estamos enamorados. Y ambos, nos estamos arriesgando.
-Por que ambos estais imbolucrados. Ella no, María.
-Está bien-habló Dani-. María, vamonos.
***
Una vez abajo, y fuera del edificio no pude aguantar preguntar.
-¿Se lo vas a decir igualmente, no?
-Por supuesto. La necesitamos. Y no tendrá que hacer nada perjudicial para ella.Tranquila.
Nos fuimos a casa de Raquel y los demás para hablar con Raquel, sabiendo que aún le quedaban más de dos horas para ir a la universidad. Raquel nos abrió medio dormida y antes de que pudiera nada entramos en su casa y nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar con ella.
RAQUEL
Llamaron a la puerta. Antes de levantarme para ir a abrir, miré el reloj que tenía en la mesilla y aún me quedaban dos horas antes de ir a la universidad. Cuando abrí la puerta, Dani y María entraron escopetados y cerraron la puerta antes de que pudiera decir una palabra.
Ambos se sentaron en el sofá y María tiró de mi mano para que me sentara yo también. Medio dormida, cogí un cojín y lo coloqué debajo de mi cabeza mientras me acomodaba en el sofá y me intentaba volver a quedar dormida.
-Raquel, levanta, esto es serio.
-¿Qué pasa?-dije con voz desgastada y somnolienta.
-Te necesitamos.-Dani me miró-Es sobre Álvaro.-ni yo misma noté cuando me incorporé y me desperté totalmente para escuchar lo que tenían que decir.
-Habla.
-Álvaro nos iba... nos va a ayudar a María y a mí a solucionar un problemilla que tenemos con la policía.
-¿Qué clase de problemilla?
-En un breve resumen: la policía nos quiere meter presos y Álvaro, Dani y yo nos vamos a colar en la comisaría para borrar todos los datos que tienen sobre nosotros.-alcé las cejas
-Perfecto-dije con voz irónica-. Pero bueno, ¿vosotros estáis locos o que os pasa? os van a pillar los guardias de seguridad y si no las cámaras. Andrew sabe perfectamente quienes sois y seguro que en su casa tiene una carpeta con todos los nombres. No le costaría nada mandar esa información a la comisaría.
-Ya. Ahí es donde queremos que entres tú-miré a Dani-. Necesitamos que le robes toda la información que tiene. Y que nos la entregues, claro.
-Nosotros nos encargaremos del resto. Raquel, se que no hay mucha confianza entre nosotras, pero ¿confías en mí?-asentí-¿Lo harás?-volví a asentir. María y Dani soltaron un suspiro de alivio.
-¿Cuándo ocurrirá?
-En unas semanas. Te iremos dando detalles.- María se levantó y se sentó en las rodillas de Dani, rodeándole su cuello con sus brazos.
-Y lo más importante: que Álvaro no se entere de que estás metida en esto.
-¿Por qué no?-se miraron entre sí.
-Álvaro no quería que te imbolucráramos en esto. Ni tampoco que te lo contáramos. Asi que no le digas nada, por favor.
-Cuenta con ello.
-Gracias.-dijeron al unísono mientras ambos se levantaban.
-Pero, me verá cuando os entregue la información. Se enterará.
-No nos dirá nada si no te pasa nada, asi que por favor ten mucho cuidado.
-Puedo conseguir toda la información ahora mismo.
-No, tranquila. Todo a su tiempo.-asentí.
Nos despedimos y se fueron. Nada más cerrar la puerta, volví al salón y me tumbé en el sofá mientras encendía la tele y me relajaba un poco ya que con lo que me habían contado Dani y María, se me habían puesto los pelos de punta. Poco después llegó David y se sentó a mi lado con un cuenco de palomitas en las manos, que colocó en su regazo segundos después de acomodarse.
Llegaron Carla y Yoli y cuando Carla le quitó a David el cuenco con las palomitas, este enseguida se levantó y corrió por toda la casa persiguiéndola durante un buen rato para recuperar el cuenco, aunque lo que David no sabía, era que Carla nos había dado el cuenco de palomitas cuando él la buscaba por su cuarto.
Aunque David lo sabía y jugaban como dos enamorados. Me fijé en que Yolanda estaba un poco triste y tenía la cabeza gacha intentando ocultar sus ojos rojos. Le aparté un mechón de pelo y enseguida movió la cabeza para que no la viera. Intenté hablar con ella, pero me fue imposible. Lo único que me dijo fue que tenía que resolver un asunto.
Me quedé pensando en que tendría que hacer Yoli o que le habría podido pasar para que tuviera esa cara y sus ánimos por los suelos. No me dí cuenta en que momento los tortolitos pararon de jugar y se sentaron en el sofá a mirarme como si fuera una de esas pinturas de arte abstracto. Les puse una sonrisa fingida y me levanté para irme a mi habitación y mirar por la ventana hacia donde se dirigía Yoli.
-¿Te apuntas el viernes? Hemos quedado los diez.-era David, quien entró en mi cuarto sin darme cuenta.
-Sí, claro-no había escuchado nada de lo que me había dicho-.¿Cuantos somos?
-Te lo he dicho antes, somos diez. ¿Me estás escuchando?
-Sí, me has dicho que somos cuatro.
-¡Diez! ¿En qué estás pensando para no hacerme caso?
-Vale diez-se acercó y miró por la ventana-. ¿Estás espiando a Yolanda?
-Yo no lo llamaría espiar, más bien preocuparme por ella.
-Como quieras, luego hablamos. Y sea lo que sea lo que le pasa se le pasará, tranquila.
David me dejó sola en la habitación y yo me quedé mirando a Yoli hasta que la perdí entre la multitud. Poco tiempo después decidí darme una ducha larga y relajante bajo un chorro de agua caliente.
Cuando salí me decidí por ponerme directamente la camiseta de tirantes azul marina con unos cachorros durmiendo y mis pantalones cortos blancos a rayas amarillas.
Cuando llegué al salón David y Carla estaban vestidos para salir y David le estaba entregando su chaqueta de cuero a Carla. Los miré con inquietud y me respondieron con un " nos vamos a las carreras"
Al parecer habían quedado todos menos Sandra, Blas y ahora también yo y Yoli ya que no me apetecía nada salir y estaba cansada, además de que por la mañana tenía que ir a la universidad.
YOLI
-Has venido.
-Sí, pero tengo prisa. Nadie sabe que estoy aquí y no quiero que se pregunten dond ehe estado.
-No tienen porque saber donde has estado.
-¿Qué quieres Carlos?
-Lo que viste aquel día no era lo que parecía.
-Me da igual lo que vi. Solo quiero que me digas que hacía en tu casa.
-Es difícil de explicar, Yoli.
-No me llames así.-me miró sorpendido.
-¿Entonces por qué te enfadaste?
-No me enfadé. Bueno sí, pero solo porque me demostrase que no tenías confianza en mí. Yo ya sabía que habías tenido novias, pero que no me lo contaras me decepcionó un poco.
-¿Y por qué no me lo dijiste?
-Esperaba que me lo dijeras tú.
-¿Por qué no...
-¿Por qué no dejas de hacerme preguntas y me explicas para qué quierías que viniera?
-Quiero que me perdones.
-Eres un desagradecido.-no me di cuenta de que levanté el tono.
-Y tú eres tonta.-él también levantó el tono de voz.
-Y tú un imbécil.
-¿Pues sabes una cosa?
-¿Qué? ¿Eh? ¿Qué?
-Que este imbécil te quiere muchísimo.
Como si nos hubiéramos puesto de acuerdo, nos lanzamos a los brazos del otro sin pensarlo dos segundos. Mientras él cogía mi rostro entre sus manos, yo colocaba mis manos en sus brazos y los colocaba rodeándole su cuello. Hacía mucho tiempo deseaba volver a sentir sus labios sobre los míos.
Ahora volvía a ser como antes, creo. Desde hace semanas deseaba volver a estar así con él y empecé a pensar que no iba a volver a estar así con él. Se me escapó una lágrima de felicidad y no pudimos evitar sonreír entre beso y beso. Nos separamos por la falta de aire después de casi un minuto besándonos y nos miramos fijamente a los ojos.
-Esto significa que todo vuelve a ser como antes, ¿no?
-A mí me gustaría que todo volviera a ser como antes.-sonreímos de oreja a oreja y nos volvimos a besar intensamente.
-¿Vienes a las carreras?
-Hoy no. Mañana tengo que ir a la universidad.
-Porfa-puso cara de cachorrito en peligro-. Te llevaré pronto a casa, lo prometo.
-El sábado, ¿vale?
-Vale-aceptó resignado-. Te llevaré a casa.
-Vale, gracias.
Me abrió la puerta del conductor y enseguida entendí que me dejaba conducir a mí su precioso coche. Después de pensármelo unos segundos accedí a subirme y conducir. No era la primera vez, aunque no tuviera todavía el carné había conducido un par veces por la ciudad con el coche de mis padres.
Al principio iba a la misma velocidad que el resto de los coches, pero luego empecé a acelerar y a esquivar a todos los coches de la carretera. Carlos me pedía que reduciera un poco la velocidad, pero no le presté mucha atención y lseguí a lo mío hasta llegar a mi casa sin ningún problema.
Nos despedimos con un beso y aunque le dije que podía quedarse a dormir no quiso y volvió a su casa. Cuando llegué, Raquel se había quedado dormida en el sofá viendo una película. Le puse una manta por encima y me fui a la cama.
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Holaaaaaaa: un pequeño aviso.
He decidido que el cap 24 será todo vuestro, es decir, únicamente de vuestras ideas. Lo único que tenéis que hacer es poner que chica quereis que narre, un breve resumen de lo que ocurre y votar, claro.
Así de simple, no tenéis que hacer nada, es así de fácil así que si quereis participar ya sabeis. Las ideas también me las podeis decir por twitter si quereis, me llamo @racheel5599
Solo elegiré 5 ideas, una por cada chica. Recordar que las chicas de la historia son: Raquel, Yolanda, Carla, María y Sandra.
SUERTE A TODOS!!!!!