Parte 37

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Leonardo esperaba con una tanto de ansiedad a que Svieta se apareciera en cualquier momento en el bar "El DUENDE". Ya había pasado como unos quince minutos desde la hora acordada, y de esa mujer ni rastro. Pasaron otros tanto minutos y fue entonces que las puertas del bar, se abrieron de par en par ¡Era ella! Tan radiante, tan bella ante sus ojos, pero Leonardo no se percató en ese instante, la actitud sombría que Svieta cargaba con pesar sobre sus hombros. No obstante, aún continuaba teniendo ese andar firme y seguro que le caracterizaba, se dirigió directamente a la mesa en donde Leonardo se encontraba sentado.

-¡Hola Svieta, buenas noches! ¿Cómo estás? Por favor siéntate...- le dijo Leonardo inmediatamente, con un ademan de cortesía.

Svieta se limitó a saludarlo, con una sonrisa forzada.

-Lo siento, pero pedí algo para beber antes ¿Te lo pido para ti algo fuerte?

-Muy amable Leo, pero no me parece conveniente ahora. Como te lo dije, necesito un favor tuyo, uno grande.

-Claro, claro, para eso están los amigos ¿No? Tú sólo dime para que soy bueno.

"Eso vamos a averiguarlo" se dijo en sus adentros Svieta.

-Amigos...si... ¿Te acuerdas de Neyza?

-Hmmm...Déjame hacer memoria... ¡Ah... sí! Me parece que trabajaba como asistente del editor.

-Sí, pues le paso algo grave, muy grave, y necesito de tu ayuda para que pueda ayudarla...

-¿Qué fue lo que le paso?

-No lo entiendo, en serio que no lo entiendo, ella...pues ella está en coma en el hospital.

-¿Pero cómo....?

-Eso precisamente, nadie lo sabe, simplemente me dijeron que en las oficinas de la Revista, que ella se desplomo sin razón aparente y cuando la llevaron al hospital, me informaron que se encontraba en ese estado.

-Es una pena realmente... pero no quiero desilusionarte, es que simplemente, yo no me veo en posición de poder hacer algo al respecto.- Le aclaro Leonardo.

Svieta se enjugo las lágrimas y continuo diciendo:- Ella era mi mejor amiga... pero algo le sucedía, algo terrible al parecer, por eso nunca me lo conto, pero de alguna forma hizo que esto me llegara a mis manos por si ocurría algo semejante...

Svieta saco el sobre de su bolso y se lo entrego a Leonardo, él por su parte lo tomo con las manos temblorosas como si de una bomba se tratase.

-Esto es... ¿Quieres que lo vea entonces?

Svieta asintió en silencio.

Leonardo saco poco a poco el contenido, del sobre. Lo reviso todo cuidadosamente, y para sorpresa de Svieta, Leonardo no parecía reaccionar de ninguna forma alarmante. Estaba sereno, concentrado mirando ese macabro material, con una insensibilidad inquietante.

"Lo sabía, él sabe"

Después de un par de minutos en silencio...

-Svieta, tu sabes lo que todo esto significa ¿Cierto?

Svieta negó con la cabeza.

-¿En serio no lo entiendes? Pues lamento decirte, que si todo esto significa lo que yo creo que es, me temo que la vida de tu amiga corre peligro más allá de la situación en la que se encuentra....

 

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