Parte 57

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Cuando encontraron a los dos policías malheridos. Ricardo junto con Jon los subieron en la parte trasera de la camioneta, después todos subieron inmediatamente a ella, pero Ricardo se negó a hacerlo.

-Ricardo sube ya- le decía Alicia insistentemente.

Él se quedó inmóvil mirando el cielo.

-Tengo que saber.- Se limitó a decir.

Ya era demasiado tarde, Jon piso el acelerador y la camioneta partió sin él.

Ricardo se quedó inmóvil donde estaba y antes de que pudiera darse cuenta, un gran temblor sacudió toda la zona, Ricardo cayó a tierra, quiso arrimarse de algo pero no lo consiguió, el suelo temblaba y se rajaba por todos lados, especialmente, a varios metros donde se encontraba el depósito subterráneo. Como era de esperarse este terminó abriéndose por la mitad, y de las profundidades de la tierra emergió una capsula, con características cristalinas, y en su interior se encontraba el "hibrido", la fase final del proyecto alienígena.

Ricardo hizo esfuerzos para mirar con más atención, y para nada lo que estaba dentro de la capsula era un monstruo o algo parecido, sino más bien una niña, una que reconoció al instante.

Era Camila Fuentes.

Yacía dentro, flotando en una especie de vacío artificial, estaba inconsciente y su apariencia era tal cual la conocía Ricardo. Por fin la había encontrado, había cumplido su promesa; se levantó como pudo, los temblores cesaron y Ricardo corrió hacia la capsula que se encontraba ya a varios metros por encima del suelo.

Entonces trato de darle alcance, extendió los brazos grito para que se lo llevaran a él también, pero no hubo respuestas de ningún tipo, la capsula termino en el interior de una de las naves nodrizas, la misma que él había filmado hace un mes atrás con su Tablet y que además, habían vuelto tal como lo había dicho Ramiro. Ya nada se podía hacer ahora, todo había terminado.

Pero cuando toda esperanza se hubo perdido, un proyectil salió disparado; la explosión en la nave donde se encontraba Camila, fue atroz. El estallido, hizo que las otras naves se pusieran en guardia, y comenzaron a disparar por doquier.

Ricardo se tiró al suelo nuevamente y se arrastró hacia los arbustos mientras veía como la nave con un pedazo colgando por los aires, iba descendiendo poco a poco.

Entonces Marcos informó.

-¡Se viene una tormenta señores...!

Emergieron por el horizonte y se acercaban a toda velocidad; potentes rotores hacían un ensordecedor ruido. Era la fuerza aérea de la ONU. Venía en un conjunto compuesto de cazas y helicópteros de combate. Todos dispararon al mismo tiempo, y los platillos fueron pescados de improviso, por lo que tardaron en responder, varios fueron destruidos y los pocos que quedaban ascendieron a los cielos con una rapidez imperceptible a la vista.

Sin embargo, el que había sido atacado al principio, aún seguía flotando por los cielos y se dirigía al otro extremo de la ciudad. Ricardo se levantó de inmediato, recupero algo de fuerzas y corrió hacia donde estaba estacionada la camioneta.

Cuando llego a ella, tan sólo Marcos estaba dentro junto con Alicia.

-¡Rápido! Debemos seguirlo- dijo Ricardo.

-Pero... ¿ Y el ejército no lo hará también?- Cuestiono la idea Marcos.

Y entonces vieron que un helicóptero le estaba dando alcance al platillo volante. Alicia inmediatamente, salió de la camioneta con su rifle, apunto al helicóptero y disparo al rotor de la cola, este se desestabilizo y tuvo un aterrizaje forzoso no muy lejos de la avenida principal.

Después de presenciar lo ocurrido, Jon descendió de la colina con el lanzacohetes - puesto que él había sido el que disparo el proyectil contra el platillo volante -; lo colocó detrás de la camioneta junto con los dos policías heridos, y se subió a ella ordenando que sigan el platillo antes de que lo alcance toda la fuerza aérea.

Partieron sin demora y a toda velocidad, pero en el camino, Ricardo se dio cuenta que Roxana estaba acurrucada en un rincón junto con Gualberto y Cayo. Estaban refugiándose de las explosiones.

Ricardo pidió que parasen la camioneta por un momento, y a pesar de las protestas de Jon y de Clara, Alicia piso el freno en seco y Ricardo bajo con presteza de la camioneta y corrió hacia Roxana.

-Roxi. No pueden quedarse aquí- le dijo.

-No cómo crees Idiota- respondió Roxana.

-Bueno entonces tomen las llaves de mi automóvil, está estacionado en el barrio donde vive Ramiro.

-Sí, si lo recuerdo bien.- Interrumpió Cayo. Pero luego agrego-, pero ninguno de nosotros dos sabe manejar.

-Roxana si sabe. Ella los llevara a un lugar seguro.

-¿Qué está sucediendo?- Pregunto Roxana de repente.

-Yo también quisiera saberlo, pero no importa lo que pase, nunca pierdas las esperanzas...- le dijo finalmente Ricardo y les entrego su llavero, después salió disparado hacía la camioneta.

El platillo volador se estrelló en el cerro Churuquella.

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