parte 18

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El doctor Gabriel Molina disfrutaba de una cena tranquila junta a su esposa, hasta que escucho que alguien tocaba el timbre de su casa con mucha insistencia y desesperación.

Al principio la esposa de Gabriel le insto a que no hiciera caso, porque quizás se trataba de algún jovenzuelo rebelde que sólo tenía las intenciones claras, de querer molestarlos con los timbrazos. De hecho le comento que cuando él no estaba en casa, ya le habían gastado esa broma a ella en variadas ocasiones. Pero el Doctor Molina sentía que de verdad se trataba de alguna emergencia de extraña naturaleza, ya que descartaba por completo, que se tratase de algún paciente suyo.

Cuando abrió la puerta de calle, grande fue su sorpresa. Encontró a Raymundo con el rostro desencajado y la mirada desorbitada. Estaba muy asustado, de hecho se podría decir que estaba completamente aterrado.

-¡Raymundo! ¿Qué fue lo que le paso?- Le dijo el doctor Molina, mostrando índices de genuina preocupación por su colega.

-¡No mentía doctor! ¡No mentía! ¡No mentía!..- Fue lo único que Raymundo le respondió, además de que lo repetía continuamente en voz alta como baja.

-Cálmese Raymundo, vamos entre, le serviré algo caliente para que se ponga mejor.

El doctor Molina lo hizo entrar tomándole del brazo cuidadosamente, y lo llevo dentro de la casa. La esposa de Gabriel estaba muy perturbada por el aspecto de aquel hombre, pero su esposo le comento que era un colega suyo y que quizás estaba un poco confundido. Un poco de charla y descanso, de seguro lo aliviarían de lo que sea que le paso. "No te preocupes querida, de hecho si estas ya cansada, puedes acostarte de una vez, yo estaré en mi estudio para cualquier cosa" le aseguro.

Dicho esto, el Doctor Molina condujo a Raymundo a su despacho, luego le invito a que se pusiera cómodo en uno de los sillones que se encontraban allí, seguidamente le insto a que compartieran un copa de vino tinto, de un "concha y toro" chileno que guardaba con mucho celo. Una vez que Raymundo volvió a sus cabales, el doctor Molina le insto a que le comentara, que fue lo que le había pasado.

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