PARTE 20

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Ciudad de Cochabamba

Horas: 9:00 am.

Parque Nacional Tunari

Ya ni siquiera suele llamar la atención de la personas, los constantes incendios acaecidos en el Parque Tunari de la ciudad de Cochabamba. En esta ocasión, el incendio se registró en la zona de la Tranca - Kilómetro 1, al interior de la reserva forestal. Varios efectivos especializados, fueron llevados para que pudieran combatir con aquellas llamaradas infernales, que a diferencia de otras ocasiones, estas consumían hectáreas enteras con mucha rapidez.

Para tratar de controlar el desastre, inicialmente se desplazó a 50 efectivos de la Unidad de Bomberos, Unidad de Gestión de Riesgos y del Grupo SAR, también se solicitó a la Séptima División de Ejército para enviar a 200 efectivos al lugar de los hechos. No obstante, la intensidad del incendio era tal, que otras instituciones como el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SEMAPA) movilizaron a casi todo su personal. Finalmente los pobladores de la zona, vieron con asombro, como un helicóptero volaba al ras de la montaña y expulsaba de un tanque que transportaba, una gran cantidad de agua sobre el incendio, mas este, no pareció sucumbir en lo mínimo...todo era tan caótico.

Y allí precisamente se encontraba Joel Tapia, uno de los integrantes del grupo SAR. Ya había estado presente en anteriores zonas con incendios forestales, pero nunca había visto nada parecido. Habían pasado tres años desde que se enlisto para formar parte de este distinguido grupo del ejército, que se dedica a la búsqueda y rescate en zonas de conflicto y desastres naturales.

Su entrenamiento había sido duro a un comienzo, pero luego fue agarrando el ritmo que necesitaba para poder seguir adelante. Si bien en el cuartel los conscriptos reciben puro "jaripe" y en la policía se les expone a los gases lacrimógenos constantemente, en el SAR, lo que contaba era la resistencia, no era el hecho de dar hasta donde se podía, sino seguir, aun cuando ya no se puede seguir más. Si, fueron tres años difíciles de un entrenamiento que ahora más que nunca, se ponía aprueba.

Joel formaba parte de una unidad, los cual estaba a cargo de un suboficial. Todos fueron asignados a la parte más boscosa del parque. Como era de esperarse, aun el fuego no había alcanzado esta zona, así que el escuadrón junto con otros contingentes, se reunieron en este punto ciego del incendio. La misión era impedir que el fuego llegase a este lugar, de lo contrario todo sería consumido inevitablemente, sin ninguna solución posible.

Joel junto con sus camaradas, Aldo y Sofía, fueron asignados a la cima de un peñasco para observaran a que distancia se encontraba el incendio. Los tres se separaron de sus unidades y escalaron por un risco para notificar la distancia aproximada de las hogueras.

-Están a 200 metros.- Notifico Sofía con el walkie talkie.

Mientras tanto Joel y Aldo desenterraban del suelo ramas y raíces secas que podrían expandir el fuego subterráneamente. Y entonces sucedió que mientras Joel seguía una pequeña columna de fuego que se culebreaba hacia unas rocas, corrió apresuradamente para extinguirlas, pero llegó demasiado tarde, estas llegaron a un sitio que estaba repleta de paja seca y yerbajos espinosos y, como si hubiese combustible en ese lugar, la reacción fue inmediata. Enormes lenguas de fuego se abalanzaron sobre él.

Aldo se había tirado al suelo inmediatamente cuando todo comenzó a arder a su alrededor, mientras tanto Sofía corría por encima de las brasas para rescatar a Joel que prácticamente estaba envuelto en llamas. Joel pensó que había llegado su fin.

Unos brazos fuertes y pesados lo arrancaron del suelo y lo arrastraron fuera del incendio con mucha dificultad. Cuando Joel recupero la consciencia, noto que el suboficial de brigada, lo había salvado de una muerte inminente.

-¡Carajo, les dije que revisaran bien bajo la tierra!-Bramo el suboficial Condori, y dicho esto corrió colina abajo para organizar a los otros escuadrones para la ya inevitable perdida de todo el parque completo.

Cuando Aldo junto con Sofía pudieron darle alcance a Joel, estos le revisaron cuidadosamente su uniforme y su equipo para ver si no tenía quemaduras graves.

-Estoy bien... Estoy bien...- se limitó a decirles Joel.

-¡Por poco terminas rostizado!- Exclamo eufórica Sofía.

-Bueno, suerte que el suboficial Condori estaba por aquí no mas.- Comento cansadamente Aldo.

-Y ahora que haremos- dijo Joel mientras se ponía de pie y notaba impotentemente, que los escuadrones del SAR se retiraban más abajo para dar las últimas arremetidas contra el fuego. Joel, Aldo y Sofía revisaron su equipo y rápidamente se encaminaron para darles alcance. Pero cuando se propusieron partir de allí, fue demasiado tarde.

-¡Joder! que nos han dejado- dijo molesta Sofía y empezó a descender junto con Aldo que lo seguía por detrás; mientras tanto, Joel se detuvo un instante para recoger su casco del suelo y entonces fue que diviso en la distancia, a un pequeño hombre que parecía vestir un extraño traje antitérmico con un bulto metálico en la espalda. Estaba de pie sobre unas rocas, no se movía en lo absoluto. Joel trato de llamar su atención. Pero este no respondía, estaba solo y contemplando todo a su alrededor con una desconcertante tranquilidad. Las llamas pronto lo alcanzarían y a pesar de todo se mantenía firme en donde estaba.

Joel quiso decírselo a Sofía y a Aldo, pero estos ya estaban a varios metros de allí esperándolo impacientes. Pero Joel no les dijo nada e inesperadamente, trato de alcanzar a esa persona que poco a poco estaba cubriéndose con las llamas. Sofía le gritaba desgañitadamente, pero Joel estaba obstinado en seguir caminando cuesta arriba con tal de identificar a ese insólito personaje. Cuando estuvo a una distancia razonable para observarlo mejor, noto aterrorizado que ¡En realidad no se trataba de una persona!

Era un extraño ser que tenía los brazos alargados hasta la altura de sus rodillas, y la cabeza era bastante grande, en proporción a su delgado y fibroso cuerpo. Tenía puesto un extraño traje gris que repelía las llamas de su alrededor y en su espalda llevaba un bulto semejante a un pequeño tanque de combustible. Pero eso no era lo peor de todo, sino el motivo por el cual se encontraba allí. Estaba disparando con algo que parecía ser un lanzallamas en miniatura, disparaba un rayo calórico que alimentaban las llamas y provocaba nuevos incendios.

Joel no podía creer lo que estaba viendo y cuando quiso irse de allí inmediatamente, noto que fue demasiado tarde, la extraña criatura noto su presencia y descendió bruscamente dando un enorme brinco hasta donde se encontraba. Este se quedó petrificado por lo que tenía ante sus ojos. Mientras tanto la criatura levanto su macabro artefacto y cuando estaba a punto de dispararle...; el zumbido de unas balas surcó el aire, y la extraña criatura cayó directamente a las llamas, y en medio de chillidos ensordecedores, término quemándose instantáneamente en el acto.

El suboficial Condori después de enfundar su revólver, tomo a Joel de uno de sus brazos y lo arrastro cuesta abajo diciéndole.

-Ni una palabra de esto o serás tú el próximo que reciba los tiros.

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