© [ 44 ]

2K 323 330
                                    

Saiki está pensando en que si de verdad fue una buena idea todo esto, quizás debió haber pensado mejor sobre volver a ser un niño de cinco años solamente por el capricho de Yuuta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Saiki está pensando en que si de verdad fue una buena idea todo esto, quizás debió haber pensado mejor sobre volver a ser un niño de cinco años solamente por el capricho de Yuuta.

El peliverde solía estar en las calles cuando su madre estaba en casa, pero nunca iba lugares apartados para no perderse en el camino. Cuando esto pasaba, Kusuo usaba la clarividencia en el pequeño para que nada malo le pasara, sinceramente no sabía desde cuando empezó esa acción de cuidarlo, pero dudaba en este punto a no hacerlo.

Ese mismo día Yuuta quiso ver de nuevo a Saiki, pero siendo inconsciente de esto, puesto que quería solamente verlo cuando era de su misma edad, pero como no sabía que era la misma persona, deducía que era otro chico pelirosa del lugar. Kusuo no le iba a dar el gusto, hasta que el peliverde empezó a llorar en medio de la calle, diciendo entre lágrimas si estuviera ahí lo invitaría a su casa a comer unos dulces que mamá había comprado.

No pasó ni un minuto para que Yuuta encontrar al pequeño esper frente a él, de la misma manera en como lo vio la última vez. Un gorro negro con un logo rojo, las antenas a sus costados al igual que sus lentes verdosos—ignorando aquello, que lo recordaba levemente a Cyborg Cider-Man número dos—, festejó al verlo nuevamente.

Yuuta empezó a hablar animadamente con él mientras caminaban, después de todo al peliverde no le gustaba estar sin hacer nada y solía ser muy revoltoso. Saiki solamente se limitaba a escucharlo y cuidarlo, teniendo cuidado de que no hubiera nada o los otros niños que habían peleado con Yuuta.

— ¡Cyborg Cider-Man número dos es bastante fuerte! — La voz animada del infante sonaba fuerte, ya estaba acostumbrado.— ¡Es más, te diré un secreto, pero no le digas a nadie! ¿Bien? — Kusuo volvió a asentir, mientras que Yuuta se acercaba a su oreja para contarle.— ¡Yo conozco a Cyborg Cider-Man número dos, así que sé mucho sobre él, es bastante agradable! ¡Pero no le digas a nadie, es un secreto entre los dos!

"¿Por qué me lo dices en la oreja si igualmente lo gritarás?"

Aún así, volvió a asentir, dejándole en claro de que guardará su secreto. Yuuta amplió su sonrisa, alegre de haber confiado en su nuevo amigo.

— ¡Bien! ¿Vives cerca de aquí verdad? ¡Vamos a mi casa, mamá compró muchos dulces, y como eres mi amigo y guardarás mi secreto te daré la mitad de mis dulces! — Saiki sonrió levemente, después de todo iba a recibir su recompensa.— ¿Quieres comer dulces conmigo?

Si quiero. Respondió mediante la telepatía.

— ¡Está bien, sígueme y no te pierdas!

Al decir aquello, volteó para volver a sus pasos y llegar a su casa, pero luego de unos segundos su sonrisa se desvaneció, empezando a llorar con fuerza, tomando el brazo del esper como apoyo.

© Constelaciones [ Saiki K ] Where stories live. Discover now