© Constelaciones [ Saiki K ]

© [ O4 ]

Esto era nuevo.

Entre las manos del pecoso chico se encontraba otro libro. Se veía más concentrado que de costumbre, sus cejas estaban levemente fruncidas mientras que su lengua golpeaba su mejilla interna.

Dirigió su mirada nuevamente en el libro, alzó sus cejas levemente mientras degustaba de su pedido—obviamente, la gelatina de café—. Las letras grandes que decoraban la portada decía "Matemáticas" y uno que otros números de más. Se venía la semana de exámenes así que era obvio el por qué no tenía sus otros libros en sus manos. Ahora no tenía que evitar escuchar las pensamientos del pecoso, lo ayudaría a estudiar aún si no le fuera necesario por sus poderes.

"Vamos Haru, tú puedes hacerlo, estudiaré mucho para esta semana de exámenes. La prueba de matemáticas será pan comido" Pensó el pecoso, apretando un poco más el libro entre sus manos, dando un largo suspiro entre sus labios.

— ¿Un café amargo?— El peli negro se sobresaltó al escuchar a la camarera hablar, alzó su cabeza para mirarla a los ojos y asentir levemente con la cabeza.— En seguida se lo traigo.— Dijo con una sonrisa adornando su rostro, para luego marcharse.

"Eso me tomó por sorpresa"  Dijo a sus adentros, nuevamente fijando su mirada en el libro de matemáticas, listo para leer. "Okey, en esta ecuación 0 es menos que X, y es menos o igual que 1. Es menos que P sobre 2. Así que 3X sobre X es más que la raíz de si mismo..."

Los minutos pasaron, y Saiki seguía ahí, ya era su segundo pedido, normalmente solo pediría uno y se iría directamente a casa, pero escuchar al pecoso estudiar lo ayudaba.

Masticaba su adorada gelatina de café mientras observaba al peli negro leyendo concentrado, parando unos momentos para poder tomar de su café amargo, para luego seguir con su lectura. El esper cerró los ojos levemente, ya había acabado su pedido, sólo esperaría unos momentos y luego se iría a su casa para estudiar un poco para los examenes y después ver algo en la TV.

Abrió sus ojos nuevamente al darse cuenta de que el pecoso había dejado de leer, santo cielo, ¿qué había pasado ahora?

El pecoso tenía su cara serena, tranquila, hasta indiferente al igual que el esper. Cerró lentamente el libro de matemáticas que estaba entre sus manos y suspiró levemente. Tiró su cabeza hacia atrás en el proceso. Saiki estaba atento a sus pensamientos.

"No entendí ni una mier..."

"Ya está bien, puedes callarte, un niño menor de edad podría leer esto" Interrumpió el esper. Observó cómo el contrario tomaba entre sus manos la taza en donde anteriormente estaba el líquido café.

"Ugh, me lo acabé todo, supongo que ya no hay razón para seguir estudiando aquí, volveré a casa, mi madre debe estar preocupada. "  Pensó el pecoso, levantándose del asiento y avisando a Mera de que se iría, dejando dinero de la cuenta en la mesa.

El pelirosado esperó a que el chico tomara sus pertenencias e irse de la cafetería, para así imitar su acción luego. Miró por la ventana la silueta del tal Haru alejándose entre la multitud.

— Gracias por venir nuevamente a la cafetería, Saiki-kun.— Escuchó la voz de su compañera, solamente asintió para luego retirarse.