© Constelaciones [ Saiki K ]

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Toritsuka estaba emocionado.

Caminaba por los pasillos de la escuela PK durante el receso, buscando a alguien en específico entre todos los estudiantes que pasaban por ahí. Su mirada se movían de un lado a otro junto a una sonrisa que difícilmente se podía borrar. Estaba feliz por el descubrimiento que había hecho.

Antes de todo, él se sentía solo por ser el único chico que se emocionaba por las chicas hermosas. Parecía un lunático pervertido—y lo es—, pero quería aunque sea compartir sus revistas de mujeres con alguien más, sentirse comprendido por su fascinación.

Pensó que no iba a pasar, que solamente iba a ser uno de sus tantas fantasías que tenía; pero resultó no ser así y que quizá había alguien que tenía sus mismos gustos tan excéntricos.

En la mañana había escuchado a un fantasma mayor, quien le regañaba por haberle pedido que viera las bragas de las chicas. Estaba ya acostumbrado y aburrido de sus palabrerías hasta que una frase captó su atención.

"Antes de ti había visto a un chico que leía cosas pervertidas y muy subidas de tono, hay otros fantasmas como yo que lo han visto leer mangas peores. Esta juventud de hoy cada día está peor que antes..."

¡Bingo, si había alguien de cultura!

Le preguntó más sobre ese chico que había nombrado ese fantasma, lo único que consiguió de él era que su anatomía estaba llenas de pecas y su cabello desordenado era de un color oscuro.

"¿Pecas, cuántas tendrá, dónde específicamente? Tuve que haber preguntado más." Se regañó mentalmente. Siguió caminando hasta que se encontró con un fantasma vagando por ahí, aumentó su sonrisa. "Quizá él sepa donde está."

Se acercó al ente, le preguntó sobre ese chico y sus características físicas, tuvo suerte de haberlo encontrado, porque hasta sabía su nombre. Shimizu Haru. Dijo que hace unos momentos lo había encontrado frente al baño de mujeres. Le agradeció rápidamente para poder ir al lugar.

"¡Ese chico debe ser peor que yo, estando frente al baño de las chicas! ¡Hoy es el mejor día!" Festejó hasta girar en una esquina, encontrando al chico que tanto había estado buscando.

Estaba reposando en la pared mientras veía algo en su celular. A Reita se le hizo algo extraño y raro por la cantidad de pecas que tenía, pero pudo verificar que era la persona correcta por el cabello igualmente. Pudo ver que al lado de éste se encontraba su espíritu guardian, parecía una madre amorosa, su cabello largo era castaño claro y rizado, también tenía puesto un traje medieval, tenía una dulce línea curvilínea en sus labios, era linda—si estuviera viva seguramente trataría de conquistarla, aunque fallaría en el intento—. Dejó de contemplarla para fijar su mirada nuevamente al pecoso, tenía sus mejillas levemente sonrojadas y parecía que quería contener una sonrisa.

"¡Esa mirada y sonrojo! ¡Conozco esa mirada de lujuria!" Pensó emocionado, trotó hasta quedar a un costado de él.

— ¡Hola, Shimizu Haru! ¿Verdad? — Habló animadamente, el recién mencionado casi deja caer su celular por el susto, giró su cabeza para verlo.— ¡Lamento asustarte, pero hace rato que te he estado buscando! Soy Toritsuka Reita, un gusto.— Hizo un ademán de manos, mientras le giñaba un ojo, Haru a este punto estaba entre nervioso y confundido, lo miró de abajo hacia arriba.