© [ 17 ]

3.1K 564 422
                                    

La gelatina de café estaba delicioso, sonrió levemente por el sabor y la textura que dejaba en sus papilas gustativas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La gelatina de café estaba delicioso, sonrió levemente por el sabor y la textura que dejaba en sus papilas gustativas. No dejó de sonreír mientras observaba a Haru delante de él; como siempre lo hace.

Se ahorró en dar un suspiro. Estaba leyendo un libro romántico entre dos hombres, lo normal, ya estaba acostumbrado a tal punto que sería raro ver al pecoso sin leer algo así.

Veía a Shimizu con una taza de café amargo en su manos derecha, continuamente soplaba una bocanada de vapor caliente antes de beber el líquido con cautela. Mientras que con la otra mano sostenía de su libro—no tenía tantas páginas, por lo que era fácil sostenerla—. Luego de tomar un poco más dejó la taza a un lado para seguir tranquilo con su lectura. Saiki siguió observando sus facciones por un tiempo más antes de pagar su pedido e irse.

Hoy todo estaba más tranquilo de lo habitual. Era un sábado a medio día, ni Nendou ni Kaido habían tratado de empeorar su fin de semana—aunque no lo hacen con esa intención—. Sus padres fueron a celebrar su séptima cita, también no hubo ningún inconveniente. Solamente bastaba con terminar su gelatina para irse a su hogar y disfrutar de su soledad.

Una leve risa lo sacó de su burbuja ensoñadora. Haru ocultaba su sonrisa con su mano, se preguntó el por qué de su diversión. El peli negro luego de unos segundos volvió a su serenidad para destapar sus labios, mas su sonrisa seguía plasmada en sus rasgos.

Dejó de mirarlo para fijar su mirada en Mera, que estaba dejando unos postres en una mesa distinta, daba reverencias y se iba para atender a los demás. Hoy había un poco más de lo usual, pero no lo suficiente para causarle un dolor de cabeza por sus pensamientos. Entre los que había, los de la peli roja se escuchaban alegres por haber tanta clientela ese día. Algunas veces detenía sus pasos y observaba a Haru para procurarse de que estuviera bien; después de estar segura volvía a su trabajo.

Era la primera vez que veía a Chisato tan encariñada con una persona, pero sabía que no eran sentimientos románticos, lo sabría al instante si es que los tuviera. Aunque no era de su incumbencia esa información, y ni siquiera le importaba en lo más mínimo para ser sinceros.

"Ah, que lindos son..."

Dejó de mirarla para fijarse nuevamente en el chico. Sus mejillas estaban sonrojadas y parecía que su enternecida mirada estaba perdida entre las letras que formaban los párrafos de su libro. Agarró su cuchara para degustar lo que quedaba de su gelatina, escuchó más de sus pensamientos.

"Me gustaría que su relación se mantuviera firme. Se me rompería el corazón si es que algo malo le sucediera a los dos. Hasta podría llorar, aunque lo dudo..."

"¿Dudar? La otra vez lloraste por una historia omegaverse. De seguro lo harás también esta vez." Respondió Kusuo a sus adentros, aún recordaba ese día.

© Constelaciones [ Saiki K ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora